Miguel Tinker Salas*
Con Donald Trump los ataques
contra México y sus ciudadanos no cesan. Desde el primer día que
anunció su candidatura, declaró que México enviaba a Estados Unidos
asesinos y violadores fomentando odio contra mexicanos. Trump y sus
asesores calculan que atacar a México y los mexicanos y en particular
los inmigrantes, no les incurre un costo político. En la semana pasada
Trump amenazó con cerrar el gobierno si el Congreso no provee fondos
para construir su muralla, planteó la posibilidad de cancelar el
programa que protege a los llamados
soñadores, indultó a Joe Arpaio, el sheriff racista de Arizona que fustigaba a los inmigrantes y reiteró la posibilidad de retirarse unilateralmente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El TLCAN ha estado en la mira de Trump desde que inició su campaña.
Del primero al 5 de septiembre representantes de México, Estados Unidos y
Canadá se volverán a reunir para continuar la renegociación del TLCAN.
Lamentablemente, estas negociaciones ocurren a puerta cerrada sin
consultar con segmentos de la población más afectados por el tratado o
tomar en consideración la condición de los inmigrantes mexicanos en EU.
La ley fast track que permite acelerar la aprobación de
cualquiera renegociación en el Congreso de EU se vence el 30 de junio de
2018. Dado el calendario electoral tanto en México, donde habrá
elecciones presidenciales el primero de julio de 2018, como en Estados
Unidos, donde las habrá para el Congreso en noviembre del mismo año, es
posible que se trate de llegar a un acuerdo de forma acelerada.
¿Dónde está la inmigración?
Desde su inauguración, Trump ha promulgado acciones ejecutivas que
han reorientado el papel de las agencias de inmigración en Estados
Unidos. Como resultado, el director de Seguridad Nacional, John Kelly
(actualmente secretario general de la Casa Blanca), indicó que ninguna
categoría de inmigrante indocumentado está exento, cualquiera podría ser
deportado. Según cifras del ICE en mayo de 2017 más de 40 mil personas
han sido arrestadas, un aumento de 38 por ciento sobre el año anterior,
acciones que han separado a cientos de familias. En 2016 las remesas de
los inmigrantes en EU superaban los ingresos obtenidos de las
exportaciones del petróleo resaltando el papel central que juegan los
inmigrantes en la economía y la sociedad mexicana. Es imposible pensar
que una renegociación del TLCAN ocurra sin tratar el tema de la
inmigración. Debe quedar claro que el tema no se resuelve impulsando un
nuevo plan bracero que simplemente beneficie a la agroindustria de EU.
Cualquier acuerdo tiene que incluir una forma de regularizar el estado
legal de las personas indocumentadas que se encuentran en EU.
¿Dónde está el campo?
El TLCAN abrió a la competencia internacional el sector agropecuario
de México. Los resultados fueron devastadores para el campo. Mientras EU
subsidia su sector agropecuario, México eliminó subsidios y abrió el
mercado de maíz a los productores estadunidenses. Productos agrícolas
procedentes de EU inundaron el mercado mexicano. Como resultado millones
de personas fueron obligadas a abandonar el camp
o
sumándose a la creciente oleada de personas que emigraron hacia EU.
México debería retomar la defensa de la granos, productos básicos de la
dieta mexicana, que también representan el patrimonio social y cultural
del país. Para asegurar el rescate del campo se necesita un programa de
créditos, asistencia técnica, acceso a mercados y salarios que permitan
una vida digna.
¿Dónde está la fallida guerra contra el narcotráfico?
En 2006, contando con el apoyo de Estados Unidos, el presidente
Felipe Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico. Para México
los resultados han sido devastadores. Lejos de lograr la paz, la fallida
guerra contra el narcotráfico ha producido miles de muertos y
desaparecidos. En ese mismo tiempo el narcotráfico ha penetrado todas
las instituciones mexicanas, incluyendo el sector militar, el político y
el económico. México confronta una verdadera crisis humana; las muertes
dolosas en este sexenio superan más de 90 mil 634. La violencia contra
la mujer sigue en aumento; en 2016 se registraron cerca de 2 mil
asesinatos de mujeres. Estados Unidos sigue siendo el mercado más grande
para las drogas ilegales en el mundo, tema que se debería abordar en
cualquier tratado entre los tres países.
Es incomprensible que cualquier renegociación del TCLAN dejara de
incorporar la inmigración, la desigualdad laboral, el campo y la fallida
guerra contra el narcotráfico. La ausencia de estos temas en la
renegociación asegura que los grandes problemas nacionales que enfrenta
México y los inmigrantes empeorarán. El mismo calendario electoral al
que se han sujetado los negociadores también crea oportunidades. Las
elecciones de 2018, tanto en Estados Unidos como en México, son la
perfecta oportunidad para enviar un mensaje claro a la clase política de
ambos países que le han dado la espalda a la población.
*Historiador y profesor en Pomona College en Claremont, California.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario