2/18/2018

El tren del olvido


Leonardo García Tsao

En algunas de sus mejores películas, Clint Eastwood ha enfocado la cuestión del heroísmo, siendo él mismo –como actor– la reinvención del antihéroe al interpretar al Hombre Sin Nombre y a Harry, El Sucio. Recientemente, al cineasta le ha interesado describir a hombres ordinarios que, cuando la situación lo amerita, ejercen un heroísmo con el simple desempeño de su deber. Francotirador (2014) y, sobre todo, Sully: hazaña en el Hudson (2016) fueron hábiles demostraciones de esa ética profesional.
El tema vuelve a aparecer en su más reciente película, 15:17 Tren a París, con una gran diferencia. Las películas antes mencionadas eran buenas… y esta no lo es. Su punto de partida es el hecho ocurrido abordo del tren titular el 21 de agosto de 2015, cuando tres jóvenes estadunidenses impidieron que un presunto terrorista atacara a los pasajeros, y lo sometieron para entregarlo a las autoridades.
Mucha controversia se armó cuando Eastwood anunció que no usaría actores profesionales para interpretar a los tres jóvenes, sino que ellos se interpretarían a sí mismos. Detalle que hacía pensar en actuaciones tiesas, intimidadas por la cámara. Por suerte, Alek Skarlatos, Anthony Sadler y, sobre todo, Spencer Stone han demostrado una sorprendente capacidad para mostrarse naturales y desinhibidos.
En el rubro que obligaba el uso de un profesional y no alguien amateur fue en el guion. Por desgracia, este recayó en la primeriza Dorothy Blyskal, cuyos anteriores créditos son como asistente de producción. Basada en el libro escrito por los tres jóvenes con la ayuda de Jeffrey E. Stern, la bisoña guionista intenta inflar la historia para llegar a la secuencia climática.
Para ello, urde una defectuosa estructura que, por un lado, anticipa los hechos en un fallido intento de crear tensión desde el principio. Más torpemente se lanza al flashback mostrando las conflictivas infancias de Stone (William Jennings) y Skarlatos (Bryce Gheisar), pues son estudiantes problema de su secundaria, continuamente llamados a la dirección por problemas disciplinarios. En esas visitas conocen a Sadler (Paul-Mikél Williams), quien tiene la distinción de ser afroamericano y más cool que los otros dos. (Por alguna extraña razón, los actores que interpretan figuras de autoridad son todos cómicos de series televisivas.)
Esas secuencia sirven para establecer que los niños padecen trastornos de atención, son aficionados a las armas de fuego y se han formado bajo la fuerte influencia cristiana de sus madres. Dando pie a que la madre de Spencer, Joyce (Judy Greer), pronuncie uno de tantos diálogos terribles: ¡Mi Dios es superior a sus estadísticas!
Quien padece un trastorno de atención es la guionista, precisamente, pues de ahí salta a cuando Stone y Skarlatos deciden unirse a diferentes ramas de las fuerzas armadas. Y en un descanso se juntan con Sadler para viajar por Europa. Y, de repente, la película se convierte en un consternante recorrido turístico de cómo el trío se divierte en ciudades como Venecia, Berlín y Ámsterdam, comportándose como los gringos típicos que son: se toman selfies, comen pizza en un restaurante italiano, bailan y se revientan en una disco. ¿El colmo? Mientras visitan el Coliseo, la Plaza de España y la fuente de Trevi en la banda sonora se escucha una versión instrumental de Volare, el choteadísimo tema de Domenico Modugno. No hay trazas de ironía en todo ello.
El ataque en el tren a cargo de Ayoub El Jazzani (Ray Corasani) ocurre demasiado tarde para recuperar nuestro interés. Eastwood resuelve los 10 minutos de acción con su acostumbrado estilo funcional y eficaz, pero todavía debemos soplarnos el discurso laudatorio del presidente Hollande cuando condecora a los héroes con la Legión de Honor.
Como todo es gringocéntrico, se minimiza al pasajero Mark Moogalian (también interpretándose a sí mismo), quien encabezó la resistencia y fue el único herido con gravedad, y a un ciudadano británico a quien se conoce sólo como Chris.
15:17 Tren a París es el peor Eastwood. No recuerdo otra realización suya tan fofa y tan inclinada al patrioterismo de índole republicana. Ya cercano a los 88 años, el director necesita filmar otra película digna para redimirse.
15:17 Tren a París
(The 15:17 to Paris)
D. Clint Eastwood/ G: Dorothy Blyskal, basado en el libro de Alek Skarlatos, Anthony Sadler, Spencer Stone y Jeffrey E. Stern/ F. en C: Tom Stern/ M:Christian Jacob/ Ed: Blu Murray/ Con: Spencer Stone, Anthony Sadler, Alek Skarlatos, Judy Greer, Jenna Fischer/ P: Warner Bros., Village Roadshow Pictures, Malpaso Productions. EU, 2018.
Twitter: @walyder

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