Al otro día, la periodista regresó a la estación de tren y pinchó el lugar como inseguro en la aplicación Safetipin, que funciona con geolocalización. Así, cada vez que una mujer la use en la misma área, le aparecerá una notificación.
“La seguridad es un problema social”, explicó Kalpana Viswanath, una de las fundadoras de Safetipin, en diálogo con IPS.
“Una ciudad es segura no tanto por la vigilancia o por los circuitos
cerrados de televisión, sino porque la gente, y en especial las mujeres,
pueden usar los espacios públicos sin miedo, lo que las empodera pues
facilita las oportunidades sociales y económicas”, explicó, en el marco
de la novena sesión del Foro Mundial Urbano (WUF9), realizado del 7 al 13 en esta capital de Malasia.
Bajo el lema “Ciudades 2030-Ciudades para todos: Implementando la
Nueva Agenda Urbana”, el WUF9, organizado por ONU Hábitat, concentró
22.000 participantes de 165 países.
La comunidad mundial se comprometió a localizar y promover la implementación de la Declaración de Kuala Lumpur, que apuesta a centros urbanos donde ni ningún lugar ni nadie quede rezagado.
Ese fue el primer foro realizado desde la Nueva Agenda Urbana (NUA),
adoptada en 2016 en la conferencia de Hábitat III, en Quito, que se
alineó con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial el
cinco y el 11.
El primero apunta a eliminar la desigualdad de género, y el segundo, a
crear ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
En la actualidad, las ciudades deben hacer frente a desafíos
demográficos, ambientales, económicos, sociales y espaciales sin
precedentes, y se pronostica que seis de cada 10 personas vivirán en
áreas urbanas para 2030.
Según ONU Hábitat, más de 90 por ciento del crecimiento tendrá lugar en Asia, África, América Latina y el Caribe.
Por primera vez en la historia, más de la mitad de la población
mundial vive en las ciudades. Pero para las mujeres y las niñas de
muchos países es muy difícil desplazarse con seguridad, que resulta
contraproducente para desarrollar todo su potencial.
La inseguridad en las calles y el transporte público atenta contra el crecimiento económico de las mujeres
Las entrevistadas para un estudio realizado por la organización Plan Internacional
para su programa “Because I am a Girl” (Porque soy una niña), en el que
participaron 1.000 adolescentes de cinco ciudades de todo el mundo,
dijeron que el miedo a la agresión sexual crea áreas prohibidas para
ellas.
Solo 3,3 por ciento de las niñas en Nueva Delhi dijeron sentirse
siempre seguras en el transporte público, mientras que 45 por ciento en
Kampala dijeron sufrir acoso sexual.
En Lima, apenas 2,2 por ciento de las niñas dijeron siempre sentirse segura en espacios públicos.
La aplicación Safetipin, que es gratuita, se descargó 85.000 veces en
20 países, la mayoría en ciudades de India, Manila, Nairobi, Yacarta y
Bogotá.
Safetipin es fácil de usar. Tiene nueve parámetros que determinan
cuán segura se siente una persona cuando oscurece, y ayuda a las
usuarias a evaluar los espacios públicos, como hizo Kurin en Chennai.
Los parámetros incluyen la calidad de la iluminación del lugar, cuán
abierto o cerrado es y si los objetos y las personas se ven claramente.
El cuarto parámetro verifica la concurrencia del lugar o si está
desierto, si otras mujeres usan el espacio y si hay policía o guardia de
seguridad. Y otro más trata sobre la disponibilidad de transporte
público. Pero el más importante de todos es cómo se siente la usuaria.
La aplicación también guía a las usuarias por la ruta más segura, en
función de los datos colaborativos, y muestra rutas según un código de
color; una vez que se elige, se abre el mapa de Google.
Viswanath contó que siempre activa la opción de “Stay with me”
(quedate conmigo) que funciona con geolocalización, en el celular de su
esposo cuando llega tarde desde el aeropuerto en Nueva Delhi, para que
pueda seguir su taxi en tiempo real.
Cuando las jóvenes se independizan comienzan a tener problemas de
seguridad. La mayoría de las usuarias tienen entre 25 y 40 años.
“Es interesante que las más jóvenes, de entre 18 y 20 años, mientras
viven con sus padres no se preocupan por su propia seguridad, y son sus
padres descargan la aplicación por su seguridad”, añadió Viswanath.
Safetipin también integra una segunda aplicación que captura
fotografías nocturnas de una ciudad, desde un vehículo, en tiempo real.
Estas fotografías, más los datos colaborativos y los macrodatos de
Google se analizan de forma combinada, presentan datos técnicos robustos
y confirmados que ayudan a las autoridades a tomar medidas en los
lugares inseguros.
En Nueva Delhi, la aplicación identificó 7.800 lugares públicos
oscuros en los que las autoridades arreglaron las luminarias públicas.
En Bogotá, Safetipin en colaboración con la municipalidad, mapeó los
230 kilómetros de ciclovías. Gracias a las cámaras de CCTV, se
arreglaron los estacionamientos de bicicletas y las luces para mejorar
la seguridad de las mujeres en esa ruta.
Las adolescentes crean ciudades en las que se sienten más seguras
“Cada mes, cinco millones de personas se mudan a las ciudades de los países en desarrollo”, según Plan International.
“Para 2030, casi 1.500 millones de adolescentes vivirán en las
ciudades, pero es muy común que no estén bien representadas en las
políticas de seguridad urbana”, añade.
Mediante herramientas innovadoras y de participación, el programa de
Plan International es capaz de ofrecer seguridad y contribuir a tener
ciudades inclusivas.
En Hanoi, una de cada tres adolescentes encuestadas para el estudio
de Plan International, dijo que no podía acceder al servicio de
emergencia, y en especial a la policía.
Lan y Linh, quienes participaron en el foro de Kuala Lumpur y
pidieron reserva de su identidad, dijeron que realizan caminatas
nocturnas para mapear los riesgos y crear conciencia sobre el derecho de
la población femenina a espacios públicos seguros.
Las adolescentes distribuyeron folletos y libros de historietas entre
unos 8.000 choferes de transporte público y cobradores de pasaje para
difundir el mensaje de que la seguridad de las mujeres también es su
responsabilidad.
La campaña de las niñas logró llamar la atención del gobierno, que
colocará cámaras en los autobuses y divulgará pautas contra el
hacinamiento.
Por lo general, la inversión en el transporte público no tiene
perspectiva de género porque falta comprensión de la relación entre
género y la desigualdad en el transporte, reza un folleto explicativo del Instituto para Políticas de Desarrollo y Transporte, con sede en Nueva York.
“El desarrollo urbano sostenible seguirá siendo escurridizo, sin
incluir la seguridad, el confort, la conveniencia y la asequibilidad
para las mujeres en el transporte urbano”, alertó.
Traducido por Verónica Firme
No hay comentarios.:
Publicar un comentario