La clavadista Azul Almazán denunció que fue acosada por su ex entrenador Francisco Rueda, a quien en un principio veía como una ejemplo a seguir.
“Era mi luz, mi esperanza, mi amigo, mi papá, yo vivía con él mucho
más tiempo. Yo no vivía en mi casa, yo vivía con él, lo admiraba, lo
adoraba, aparte él me mostró el sueño, me lo hizo palpable y me hizo
creer que yo podría alcanzarlo”, contó en entrevista para Aristegui CNN.
La deportista recordó que cuando tenía 19 años (en 2001), a través de
una carta, dio a conocer lo que le sucedió a ella y a otras de sus
compañeras.
“Había mucha presión de que ‘hay que tener más tipo de comunicación’,
y yo no lo entendía, los masajes que se daban eran muy incómodos, las
situaciones que se vivían en competencias eran muy incómodas, entonces
dije: esto ya no tiene nada que ver con el deporte.
“El hecho de estar viendo películas pornográficas o el hecho
de no tener ropa cuando vas a visitarlo y está nada más tapado con una
cobija, el hecho de que hay alcohol en los cuartos, o que estén dando
masajes en el cuarto del entrenador sin ropa y que tú tengas
que hacerte ese masaje porque tienes bolas en la espalda por tirar
plataforma, eso no es normal. Es normal que un fisiatra te lo haga, pero
no es normal que te lo tenga que hacer tu entrenador en esas
condiciones, hasta para yo que yo era una niña empezaba a incomodarme
muchísimo esta situación”, señaló.
De acuerdo con el testimonio de Almazán, quien no entrara en este “juego” era excluida y aislada.
“Es cuando empieza mi infierno, porque yo tengo mi sueño aquí, lo he
tocado durante tantos años, y de pronto por no entrar a un juego
perverso deciden quitarme mis sueños, y me dicen ‘ahora a ver cómo le
haces tú sola a año y medio de los Juegos Olímpicos’.
“Todas las mañanas pasar por esas cosas y aun así aguantar, aguantar y aguantar y decir voy a entrar a la mitad de su juego para poder llegar,
eso realmente te empieza a arrancar pedacitos de vida poco a poco, y
pues el momento en que yo llegué lo aproveché al máximo, pero dije ‘ya
no más, yo ya no puedo estar aquí, tengo que salir’. Obviamente que hay
una depresión tremenda por muchísimos años, que me tuve que curar en
Estados Unidos, hubo muchos problemas en mi cuerpo y me costó muchos años salir de ese tipo de vida”, agregó.
Al ser contactado por CNN, Francisco Rueda, comentó que “es muy
desagradable la respuesta de Azul, si yo solo la ayudé. Solo lo que
tengo que hacer es el placer de llevarla a Juegos Olímpicos y
conseguirle la beca en Houston que le permitió rehacer su vida. No tengo
que decir, es lamentable el show y drama que hizo, yo
nunca le escuché ninguna palabra en contra mía. Esos comentarios me
perjudicaron mucho en ese momento. Y no quiero tocar el tema otra vez,
ella tiene toda la libertad de hacer lo que quiera”.
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