Cineasta, productor, actor querido, Diego Luna ha formulado un
programa de acción, El día después, con base en 12 puntos, que resumen
la problemática nacional a resolver cuando haya sido electo un nuevo
presidente, sea quien sea el triunfador. Para ello convocó a numerosos
profesionistas del cine y activistas de renombre, quienes hacen un
llamado a la sociedad para que se involucre responsablemente en el
cambio que viene.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La pregunta que libera el afamado actor, director y productor Diego Luna evidencia angustia:
“¿Qué vamos a hacer los ciudadanos a partir del 2 de julio, gane quien gane la presidencia?”
No obstante toma impulso y recomienda:
“Primero que nada se debe ejercer un voto informado, y después del 1
de julio los ciudadanos tenemos una responsabilidad enorme, porque el
cambio que la nación necesita no va a suceder si no nos involucramos, si
no participamos.”
El artista, quien saltó al estrellato con Gael García Bernal en la
película Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón, platica a Proceso que
después de conversar con amigos sobre la situación actual, “nos dimos
cuenta del nivel de violencia que padece todo el país y cómo ésta
penetró en la cotidianidad de las personas, ya que las discusiones y la
descalificación han subido de tono, incluso en los hogares, en la
familia, y eso nos parece peligroso”.
El día después aclara que es una iniciativa ciudadana, “sin
afiliación a ningún partido político”, que invita a la sociedad mexicana
“a actuar con empatía durante el proceso electoral, en especial, a
partir del 2 de julio que es cuando comienza el reto de adaptarnos a una
nueva realidad y conciliar nuestras diferencias”.
Este movimiento lo inicia, en su mayoría, gente de cine: Paula Amor,
Lydia Cacho, Oliver Castro, Alfonso y Carlos Cuarón, Rulo David, Alondra
de la Parra, Lila Downs, Guillermo del Toro, Gael García Bernal,
Alejandro González Iñárritu, Diego Jiménez, Valeria Luiselli, Luis
Gerardo Méndez, Natalia Lafourcade, Emilio Lezama, Emmanuel Lubezki,
Diego Rabasa, Julieta Venegas y el mismo Luna, entre otros.
El pasado martes 19 de junio este grupo lanzó un video de dos minutos
14 segundos, donde Luna destaca al final: “Luchemos por vivir en un
México más justo, donde quepamos todos y todas, donde la conciliación y
la empatía sean el hilo conductor de la sociedad”.
Ese mismo día se dio a conocer el manifiesto de El día después, que
contiene 12 puntos, donde entre otros tópicos se exige paz y tolerancia,
no al racismo ni al clasismo, ejercer una actitud crítica hacia los
gobernantes, no a la corrupción, no a la pobreza, escuchar a los pueblos
indígenas, respeto al género y la orientación sexual de las personas,
solidarizarse con los migrantes indocumentados, y más apoyo a la
educación, la cultura, la ciencia y las artes.
Luna, quien participó en Rogue one: Una historia de Star Wars
(2016), incita a la ciudadanía nacional a firmar el manifiesto en la
página de internet eldiadespués.mx
La violencia, lo más alarmante
En la página de internet de El día después, hasta el cierre de esta edición, ya habían firmado alrededor de 30 mil personas.
“Este llamado es para concientizar, comunicar, reflexionar y sumarse a
ello”, destaca el director de los largometrajes Abel (2019) y César
Chávez (2014).
Rememora la intranquilidad de los promotores de El día después, sobre
todo por la violencia que se manifiesta en diversas formas en este
momento electoral, en un monólogo preocupante:
“De pronto nos encontrarnos en un entorno que ha normalizado la
confrontación, que ha normalizado la violencia verbal y la
descalificación. De repente parece que ya no estamos discutiendo, porque
nadie está escuchando al otro. Por eso comentamos, ¿cómo vamos a
participar más allá de esta elección?, ¿más allá de votar? Y ¿qué es lo
que vamos a hacer?, y cómo estar ávidos de saber qué es lo que está
pasando, más allá de todo eso cómo vamos a sobrevivir el día después.
¿qué vamos a hacer para despertarnos en un país donde habrá un solo
ganador?, en donde habrá mucha gente que no opina igual, en donde la
confrontación se puede normalizar y de repente llevar esta violencia y
escalarla a niveles, iba a decir inaguantables, pero creo que ya estamos
ahí.”
Se refiere a los asesinatos de los más de 115 candidatos de diversos partidos:
“Uno piensa que éstas no son condiciones para que salgamos a votar en
paz, con un voto reflexionado, con un voto consciente, y para que
incluso entendamos que el que no piensa como nosotros tiene los mismos
derechos que nosotros. Hay que hablar de eso y juntarnos para analizar
lo que creemos que significa ser un ciudadano, de lo que creemos que
significa la democracia.”
Miembro de la mesa de directores de la Oficina en Washington para
Asuntos Latinoamericanos (WOLA), habla del documental que El día después
sacó públicamente el pasado 22 de junio:
“Hicimos este documental con varias voces que dan su punto de vista
sobre ciudadanía, democracia, y en particular se refieren a estas
elecciones. Ojalá ayuden a la gente a entender cuál es nuestra posición,
cuál es nuestra labor y responsabilidad, porque va mucho más allá de
votar. Crearemos otras cintas más a lo largo de estos días que se vienen
sin ningún otro interés más que concientizar a la gente sobre este
nivel de odio y descalificación que existe entre los que nos gobiernan,
los que están al frente de los partidos políticos y los candidatos, y
dicha situación la han ampliado algunos medios informativos, y no está
bien.”
El viernes 22 circuló en internet y demás redes ese material,
titulado El día después. Opinión ciudadana, donde los temas centrales
son: democracia, política, elecciones 2018, confrontación, empatía
social y transformación ciudadana.
Una voz del filme destaca: “Estamos viviendo una campaña en donde la
confrontación de ideas está siendo sustituida por el ataque, por el
golpe bajo, más que por otra cosa”.
En ese instante se ven imágenes del segundo debate presidencial, y
Ricardo Anaya muestra dos portadas de Proceso, y una de ellas yace
mutilada.
Opinan en el nuevo filme: Luigi Amara (escritor), Ximena Andión
(feminista y defensora de derechos humanos), Ricardo Baruch (activista e
investigador en derechos sexuales y reproductivos), Lydia Cacho
(periodista), Salvador Camarena (periodista), Ixchel Cisneros
(periodista y directora del Centro Nacional de Comunicación Social,
Cencos), Carlos Cruz (integrante de Cauce Ciudadano y Red Retoño),
Daniel Moreno (periodista), José Merino (politólogo), Gisela Pérez de
Acha (activista y abogada), Carlos Puig (periodista) y José Woldenberg
(académico). Dura 11 minutos 56 segundo. Se puede ver en
https://youtu.be/B8t7jkcbr5y
Llamado desesperado
Luna recalca alarmado:
“La idea de El día después es que vengan y se sumen, así vayan a
votar por quien sea, ¡eso no importa!, aquí lo que concierne es decir:
‘¿Cómo vamos a hacer para despertar en un país donde no todos pensamos
igual el 2 de julio?. Y, sin embargo, debemos seguir construyendo este
cambio que es indispensable. Porque creo que ya más profundo no podemos
llegar, más al fondo no podemos llegar como país, y ese cambio lo
necesitamos todos, sin distinción alguna.
“Los candidatos no van a lograr nada solos, lo van a lograr si hay
una ciudadanía decidida, volcada, critica, que sepa celebrar las cosas
que hay que celebrar y cuestionar y exigir cuando hay que hacerlo.”
La desigualdad
–En los 12 puntos del manifiesto, el número 5 dice que la pobreza es una forma de violencia –se le pregunta a Luna.
–La desigualdad que se vive en este país es muy peligrosa, y sobre
todo no tiene sentido, porque el país debe crecer parejo para que de
verdad podamos vivir mejor. Entonces, insisto, para vivir ese cambio, no
puede ser que el país funcione para algunos cuantos como hasta hoy ha
sido. ¡No puede ser que en un país como el nuestro haya tan poquita
gente que concentre niveles de riqueza tremendos!
“En México existen historias de éxito maravillosas, pero al mismo
tiempo hay un rezago social muy brutal. Por ejemplo, en educación. Uno
de los personajes del documental expresa: ‘Si los derechos que yo tengo
no los tiene todo el mundo, entonces no son derechos, son privilegios’.
¡Y tiene toda la razón! Piensa uno: ‘¡Claro!, yo no puedo permitirlo, yo
quiero vivir en un país donde tengamos oportunidades todos’. Y los
niveles de violencia con que hoy nos relacionamos están marchitando una
parte nuestra y no podemos permitir que se marchite.”
–En las redes, rumbo al 1 de julio, se observa un sinnúmero de
insultos, se percibe un nivel muy elevado de intolerancia, no se
respetan las ideas diferentes, ¿cómo ve eso?
–Algunas voces y algunos medios informativos y de comunicación han
contribuido a normalizar la intolerancia. Por fortuna existe otra parte
del periodismo en este país que yo admiro muchísimo y que celebro que
exista. Por ello, asumo la responsabilidad de proteger a los
periodistas, porque mi país no los protege. Esta nación se volvió de las
más peligrosas para ejercer el periodismo con libertad, y nosotros como
ciudadanos merecemos ser informados. El periodismo tiene una
responsabilidad profunda en este momento de cambio.
–Existen cuatro candidatos a la presidencia. Como persona pública,
¿cómo ha visto su papel en los debates y a lo largo de sus campañas?
–En general, como ciudadanos merecemos un debate mucho más
inteligente y sustancioso. Daría muchísimo gusto que enfocaran su tiempo
en propuestas, no sólo de que digan ‘voy a hacer esto y lo otro’, sino
que expliquen cómo. El cómo es muy importante. Las campañas viven en la
superficie.
“Veo los spots de televisión que realizan y casi todos me producen
náuseas. Es brutal cómo nos hablan. Son personajes que no celebran ni
festejan la inteligencia, y eso me hace desconfiar de ellos, porque me
hacen pensar que prefieren una ciudadanía así, sin informarse, y yo no
estoy dispuesto a ser parte de esa ciudadanía.”
Le turba, dice, esa cuestión de las alianzas en los partidos políticos:
“Izquierda, derecha, centro, en fin… Parece que no existe la
congruencia en nuestros candidatos. Eso me desespera tanto porque tengo
miedo de que muchas cosas que se han logrado, se echen para atrás. Me
preocupan sus posturas y lo rápido que van cambiando para irse
acomodando en esta lucha por el poder. No tenemos cuatro candidatos, yo
veo que hay tres, y con esos tres candidatos es muy difícil entender
hacia dónde van.”
Le entristece la falta de actuación del Instituto Nacional Electoral ante la compra del voto que se ha mencionado:
“¡Es horrible que nos enteremos de estas noticias y no haya
consecuencias! Espero que logremos una presión ciudadana y nos importe
que haya consecuencias.”
El mismo día que Luna dio a conocer la iniciativa El día después, el
candidato a diputado federal de Morena por Tlalpan, Gerardo Fernández
Noroña, cuestiona en su videocolumna:
“¿A quién sirve Diego Luna? Dijo que iba a votar por el menos malo,
cuando es evidente que hay un patriota frente a los que han sumido al
país en el hambre, la miseria, la desesperanza. Él (Luna) no cuestiona a
los 16 que concentran 143 mil millones de dólares, no cuestiona el
sistema económico. Habla como si fuera un problema de ‘¡Ay!, la
violencia que generamos, la discordia’. Me mete, igual a Andrés Manuel,
de todos son iguales.”
Explica el político:
“Quien hizo fraude en 2006, violentando el voto de la gente, fue la
derecha contra López Obrador, y luego lo volvió a hacer en la elección
de 2012, y quisieran volverlo a hacer.”
Luna manifiesta a este medio que sigue meditando su voto:
“Todos los días me lo cuestiono, y lo seguiré haciendo hasta el día
de la elección. Esa es mi responsabilidad como ciudadano y todo el día
estoy investigando, informándome y ponderando cómo voy a votar. Pero no
lo voy a hacer público, por lo menos no ahora.”
Este texto se publicó el 24 de junio de 2018 en la edición 2173 de la revista Proceso.
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