1. Sabía que mi intimo camarada Róger Aguilar de 80 años de edad y 57 de militancia activa en el PCM, PRD, Morena y el movimiento magisterial, fue seleccionado por Morena como candidato a diputado federal por un distrito de Yucatán; anoche me enteré que su competidora en el distrito electoral III es una muchachita de unos 30 años (Cecilia Patrón Laviada), de la casta divina y hermana del exgobernador panista de Yucatán (2001-07). Me dio un poco de risa y me hizo pensar: Róger , por sus años de militancia, “recibió el doctorado” en protestas y manifestaciones antigubernamentales y la seño Patrón le ha bastado un trabajo de seis meses en su distrito para estar en igualdad de circunstancias que Róger.
2. Poseo el mismo currículum de Róger con la diferencia de que él siempre fue muy disciplinado en sus organizaciones y yo lo contrario; pero su caso de competencia electoral me hace pensar que todos nuestros “doctorados en lucha social” se vinieron abajo porque hoy –más bien a partir de los años 80 del pasado siglo- se ha desarrollado una especie de pragmatismo, de oportunismo abierto, de rompimiento de historias y “verdades” que ya no caben, sobre todo desde que el pensamiento posmoderno se adueñó de la mente de los jóvenes. ¿Qué importancia tenemos ya los viejos, nuestras historias, experiencias, enseñanzas, si hemos sido barridos por lo nuevo? Me han invitado a dar charlas, no he aceptado porque ante la realidad, no tengo nada que decir.
3. Aunque desde hace décadas me convencí del anarquismo, de muchas ideas de Schopenhauer, Nietzsche, Dussel, haciéndome muy crítico del marxismo y de todo, el arribo desde hace décadas del llamado “post” que plantea lo relativo contra lo absoluto, las emociones contra la razón, el enaltecimiento de lo individual contra lo colectivo, me ha hecho rebotar desde hace 10 años. No he dejado ningún día sin pensar ni analizar lo que sucede en México y en el mundo, de estar presente en todas las actividades, pero no he dejado de pensar como alguien resumiera en una frase. “No sé si lo que aprendí ya pasó y lo presente no lo he entendido”. Siempre repetí que los jóvenes harán la revolución y las grandes transformaciones. Sólo me quedan las esperanzas.
4. Nunca me han interesado los procesos electorales porque jamás ha sido el camino para lograr grandes transformaciones. El triunfo de López Obrador lo aplaudo porque me da oportunidad para observar y pensar en otras alternativas que México en su historia estaba muy lejos de vivir con sociedades de la explotación, la opresión y la desigualdad total. A veces pienso que los izquierdistas de más de 75 años tienen casi nada qué hacer. Así que me vale que el luchador social como Róger o la burguesa Patrón, gane el cargo. Todos los gobiernos valen un carajo si no están dispuestos a enterrar al capitalismo mediante la lucha radical de masas. Lo demás son entretenimientos necesarios para prolongar la “buena” o “mala” vida. (3/VII/18)
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