Más de 60 organizaciones presentaron un informe en el que calificaron como un “fracaso la política social implementada por el Presidente Enrique Peña Nieto”. De acuerdo con su balance, en México hay 55.3 millones de personas en pobreza, casi 100 mil más que al inicio del sexenio; 62 millones carecen de ingreso suficiente para adquirir lo más básico para vivir, casi un millón y medio más que en 2012.
El primer fracaso, dijeron, fue la Cruzada Nacional contra el Hambre: “No pudieron encontrar a toda la población objetivo”. Destacaron que el presente gobierno impulsó varias políticas que son directamente generadoras de pobreza como las que se siguieron a través de la Conasami, que fijaba año con año el salario mínimo por debajo del costo de la canasta básica.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).– El impulso de políticas sociales generadoras de pobreza como la Cruzada Nacional contra el Hambre, y de políticas las salariales como las decisiones que se tomaron desde la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), contribuyeron al fracaso del gobierno de Enrique Peña Nieto para reducir el hambre y la pobreza en México, concluyó un informe realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
En el informe “El fracaso: Reporte especial sobre los resultados del
gobierno de México frente al Hambre y la Pobreza”, Acción Ciudadana
Frente a la Pobreza, que agrupa a más de 60 organizaciones de todo el
país, arrojó que el Gobierno del Presidente Peña no cumplió su
compromiso con los más pobres. “No hubo estrategia efectiva para superar
la pobreza y se prefirió la simulación y el maquillaje de cifras”.
De acuerdo con el balance de las organizaciones, en México hay 55.3
millones de personas en pobreza, casi 100 mil más que al inicio del
sexenio; 62 millones carecen de ingreso suficiente para adquirir lo más
básico para vivir, casi un millón y medio más que en 2012.
El gobierno de Enrique Peña Nieto inició su mandato con la promesa de
“hambre cero” y el objetivo de erradicar la “pobreza extrema
alimentaria”. Para ello creó la Cruzada Nacional contra el Hambre, la
estrategia emblemática los primeros años de su gobierno.
En la segunda parte del sexenio este programa cambió a “Estrategia
Nacional de Inclusión Social”, que más bien sirvió para abrir espacio
para la simulación y el maquillaje de las cifras, mencionaron las
organizaciones en el informe.
“No pudieron encontrar a toda la población objetivo de la Cruzada. A mediados de 2017, la Sedesol apenas había logrado identificar en su ‘Sistema de Focalización para el Desarrollo’ al 33 por ciento de la población con carencia alimentaria y al 85 por ciento de la población en pobreza extrema con carencia alimentaria. La Cruzada no logró su meta: reducir a cero la pobreza extrema alimentaria. Se redujo de 7 a 5.1 millones de personas”, detallaron.
De acuerdo con datos oficiales citados por las organizaciones, cuatro
de cada diez personas ocupadas en México tienen un ingreso laboral
insuficiente para adquirir la canasta alimentaria para ellas y sus
familias, como era en 2012; las reducciones en algunos datos
relacionados con el carencia alimentaria son mínimos y no corresponden
ni con lo prometido, ni con el gasto realizado.
Además, las brechas de desigualdad que afectan sobre todo a los
estados del sur, así como a los pueblos y comunidades indígenas, se
mantienen igual o peor que al inicio del sexenio.
CONASAMI, UNA FÁBRICA DE POBREZA
El informe refiere que la pobreza laboral en México es producto de
decisiones deliberadas de la política económica como la contención
salarial, al menos en parte. “La decisión de fijar el salario mínimo por
debajo del costo de la canasta básica para una persona viola la
Constitución y derechos laborales reconocidos por México en tratados
internacionales que son vigentes, conforme al art. 1º de la
Constitución”, se señala en el texto.
De acuerdo con las organizaciones, las decisiones tomadas desde la Conasami contribuyeron a un factor de generación de pobreza.
La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza tiene solicitudes e informes ante instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Comité Económico y Social de la ONU para solicitar su intervención ante esta situación.
La distancia entre el costo de la canasta básica para una persona y
el valor del salario mínimo establece únicamente el umbral infranqueable
del monto del salario mínimo. Sin embargo, el umbral inferior
infranqueable debe ser el monto de la canasta básica para una persona,
que a fines de 2018 se ubica en poco más de 100 pesos.
EMPLEOS QUE GENERAN POBREZA
El informe también arrojó que a pesar de que el Gobierno ha hecho
mucha propaganda sobre la creación de empleos, en realidad se han
perdido trabajos de mayor remuneración y se han incrementado los de baja
remuneración que producen pobreza.
“La pobreza laboral es uno de los rasgos distintivos de la pobreza en
México, por su magnitud, persistencia y carácter estructural: personas
que trabajan y cuyo ingreso es insuficiente para adquirir la canasta
básica, en muchos casos, ni siquiera la canasta alimentaria. Suena
ilógico, pero en México se puede trabajar para vivir en pobreza, incluso
extrema”, se indica en el documento.
Citando datos del Coneval, durante el sexenio alrededor del 40 por ciento de quienes trabajan perciben un ingreso laboral menor al costo de la canasta alimentaria para su familia. Es decir: lo que ganan con su trabajo les coloca en extrema pobreza.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza recomendó al Gobierno entrante,
que encabezará Andrés Manuel López Obrador a partir del 1 de diciembre,
transformar la Conasami y recuperar gradualmente el valor del salario.
Además, le aconsejó invertir en fomento al cooperativismo y las
empresas de propiedad social; crear un Registro Nacional Ciudadano que
funcione como “padrón único” obligatorio para todos los programas
sociales, y la oportunidad de establecer mecanismos efectivos de
democracia participativa.
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