Exhaustas, continúan caminando hacia Estados Unidos
Las
mujeres y niñas hondureñas que han optado por solicitar refugio o asilo
en México, se enfrentan a trabas burocráticas y retos legales que las
discriminan por ser mujeres y migrantes, lo cual las deja sin opciones
para atender el desgaste físico, emocional y los problemas de salud a
causa de las extensas caminatas que han recorrido de casi 400
kilómetros, desde que salieron de San Pedro Sula, en Honduras.
En entrevista con Cimacnoticias, la directora del Instituto para las
Mujeres en la Migración (IMUMI), Gretchen Kuhner, lamentó la forma en
que ha reaccionado el gobierno mexicano ante la entrada de las personas
migrantes, pues la Policía Federal agredió, golpeó y engañó a migrantes
violentando sus Derechos Humanos (DH), dijo.
Desde que llegaron a México, recordó, cuando derribaron la valla que
divide las fronteras de México y Guatemala, la Policía Federal les
arrojó gas lacrimógeno, por lo que consideró que el gobierno debe
abstenerse de ser represivo.
Comentó que algunas personas migrantes, la mayoría niñas menores de
14 años y mujeres, fueron “engañadas” por autoridades federales quienes
les dijeron que las llevarían a “refugios” pero que terminaron siendo
“cárceles”, pues hasta el momento no se les ha permitido comunicarse
bajo el argumento que deben esperar un comunicado de Gobernación para
acceder a su retorno.
La defensora de Derechos Humanos explicó que como consecuencia de
este suceso, las personas migrantes temen ser engañadas por las
autoridades, lo cual las deja en una situación de mayor vulnerabilidad
al no tener la confianza de acudir a los albergues habilitados para su
recepción y tampoco poder hacer valer sus derechos como migrantes y como
personas.
Explicó que hasta el momento las autoridades federales no han emitido
las medidas de protección a las que están obligadas de acuerdo con los
Protocolos internacionales a los que está suscrito México, y con ello
facilitar en particular a las mujeres, niñas y niños, gozar de los
beneficios que ofrece la migración. “Migrar no es un delito”, dijo.
NIÑEZ DEBE GOZAR DE SUS DERECHOS
En tanto, la organización defensora de la niñez, Save The Children,
informó en un comunicado que las personas del éxodo han reportado
separación de familias al cruzar la frontera y en las estaciones
migratorias sin que les diga a dónde son trasladados sus familiares, por
lo que la organización exigió al gobierno mexicano que dé información
“clara” del número de personas dentro de estos centros.
Save The Children expresó que las autoridades mexicanas deben
coordinar sus distintas dependencias a nivel federal, estatal y
municipal para que la niñez hondureña puedan gozar de sus derechos
establecidos en la “Ley General de Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes”, sin importar su situación migratoria.
Demandó la construcción de un Sistema de Protección Integral
Transfronterizo, que coordine esfuerzos de los estados de Centroamérica y
Norteamérica para garantizar la debida protección y derechos
específicos de la niñez y adolescencia.
Hasta el momento, señaló que únicamente el Instituto Nacional de
Migración (INM) ha ofrecido ayuda psicosocial, al instalar “espacios
amigables” y desarrollar un campaña informativa para que las personas
migrantes se informen sobre sus derechos en el albergue instalado en la
llamada Feria Mesoamericana, en Tapachula.
Cabe recordar que este éxodo inició el 13 de octubre de este año
cuando miles de personas, en su mayoría hondureñas, se reunieron en la
Cuidad de San Pedro Sula para comenzar un recorrido hacia Estados
Unidos. Al día de hoy han caminado más de 400 kilómetros en casi 11 días
con el objetivo de llegar y entrar a Estados Unidos en busca de más
oportunidades de trabajo y mejores condiciones de vida.
Integrantes de organizaciones hondureñas han asegurado que el éxodo
es resultado del hartazgo de la población por el alto grado de
violencia, corrupción, represión, impunidad e instabilidad política que
viven en su país que les ha arrebatado, en particular a mujeres y niñas,
los espacios seguros, por lo que las y los hondureños se ven condenados
a tres cosas: ser víctimas, formar parte del crimen organizado o ser
asesinados.
El día de ayer partieron de Huixtla, Chiapas, con rumbo a Escuintla, a
20 kilómetros de su punto de origen, algunas otras han decidido
regresar a su país según medios de comunicación y dos grupos de casi 2
mil personas salieron ayer de Honduras con el fin de seguir las rutas
del éxodo hasta llegar a Estados Unidos.
Imagen retomada del portal Chiapas Paralelo |Foto: Ximena Natera
Por: Aline Espinosa Gutierrez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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