Reorientación a política social
El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a la
Cámara de Diputados un presupuesto de 5 billones 814 mil millones de
pesos para 2019, esto es 0.2 por ciento real menos respecto del año en
curso, pero que tendrá como característica la reducción del gasto
administrativo, para reorientarlo a la política social y financiar sus
principales programas.
Se propone una nueva visión del quehacer gubernamental, en el que el erario esté destinado de manera prioritaria a atender el bienestar social y revertir la situación de de-sigualdad. El compromiso de un gobierno con su pueblo se expresa de manera concreta en el presupuesto, por eso dejamos patente nuestro compromiso que, por el bien de todos, primero los pobres, explicó el mandatario en su carta a la Cámara de Diputados, anexa a los documentos del paquete económico.
Tan sólo a bienestar social e igualdad se consideran 3.3 billones de pesos, 6 por ciento más.
En adelante, el ejercicio gubernamental deberá contribuir a revertir la de-sigualdad social que impera, resaltó el Presidente.
Al entregar la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de
Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 –que se turnaron a
comisiones, en espera de que el Congreso los vote el 23 de diciembre–,
el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, explicó a los diputados
que se trata de una propuesta conservadora, puesto que las principales
variables económicas se presentaron a la baja respecto de este año.
Refirió que el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB)
de 2 por ciento, del precio por barril de petróleo en 55 dólares y la
plataforma de producción de un millón 847 mil barriles al día son cifras
conservadoras, pero nos la estamos jugando con esto.
Incluso, en el caso del precio de la mezcla de exportación, agregó:
Es un precio muy al piso, pero preferimos ser pesimistas, porque no sólo es el precio, sino la cantidad que podemos extraer. No sabemos qué va a pasar, porque la producción ha ido en picada.
Estabilidad y balance
En su carta al Congreso, López Obrador explicó que el proyecto de presupuesto
parte del compromiso de preservar la estabilidad macroeconómica, mediante la obtención de un balance primario superavitario que permita mantener estable el nivel de endeudamiento público, sin que para ello se incrementen los impuestos existentes, se creen nuevos gravámenes o se modifiquen las reglas de coordinación fiscal vigentes con los estados.
De hecho, planteó transferencias a los estados por un billón 897 mil
millones de pesos, 2.1 por ciento más en términos reales y que equivale a
7.6 por ciento del PIB.
Además, definió que aun cuando el presupuesto no se incrementa de
manera considerable, gracias a la política de ahorro, el gasto social
subirá 6 por ciento más en términos reales y 6.1 por ciento en el gasto
para desarrollo económico.
A la par de la política de reducción de los altos salarios de la
burocracia, se planteó incrementar 3 por ciento, más inflación, los de
quienes ganan 10 mil pesos netos al mes; de 2 por ciento más inflación, a
sueldos de 10 a 15 mil pesos; y de 1 por ciento más inflación, en
ingresos de 15 mil a 20 mil pesos.
Tabulador
Urzúa explicó que en el gobierno federal habrá un
tabulador de salarios, pero acotó que, en el caso de los ingresos de
ministros, magistrados y consejeros de la Judicatura, así como en los
órganos autónomos
sí es un problema para el país y especialmente para el Legislativo, porque tendrá la última palabra en considerar si tiene o no sustancia esta postura que ha tomado el Poder Judicial.
En la perspectiva de la austeridad, se propuso una reducción de 7.8
por ciento en el gasto de operación de los ramos administrativos y
a partir de estos ahorros será posible financiar los programas prioritarios y otras acciones de gobierno.
El titular de Hacienda informó al respecto que los 18 programas
insignia del Presidente requerirán de 251 mil 600 millones de inversión
pública.
De éstos, 6 mil millones se destinarán al Tren Maya, 900 millones al
Corredor Transístmico, 2 mil 500 millones para caminos rurales, 18 mil
millones a modernización y rehabilitación de infraestructura
aeroportuaria, 600 millones a Internet para todos, 8 mil millones a
colonias marginadas y 8 mil millones al plan de reconstrucción por los
sismos de 2017.
Además, 15 mil millones a Sembrando vida, 7 mil millones a personas
con discapacidad permanente, 100 mil millones a pensión universal de
adultos mayores, 17 mil 300 millones a beca universal para estudiantes
de bachillerato, mil millones al sistema de universidades Benito Juárez,
44 mil 300 millones a Jóvenes construyendo el futuro, 4 mil millones a
créditos ganaderos a la palabra y mil millones a fertilizantes.
Y 6 mil millones a precios de garantía a productos alimentarios
básicos, 9 mil millones a producción para el bienestar y 3 mil millones a
pequeñas y medianas empresas.
Urzúa confirmó que se cumplió la oferta presidencial de no proponer
nuevos impuestos ni aumentar los actuales, así como reducir de 30 a 20
por ciento la tasa del ISR y de 16 a 10 la del IVA en la frontera,
medida que tendrá un impacto fiscal de 40 mil millones de pesos.
Asimismo, explicó que, con objeto de mantener finanzas públicas sanas
ante hechos adversos, se mantiene la política del programa de
coberturas petroleras, aunque prefirió no precisar los montos
contratados; acumular recursos en los fondos de estabilización, cuyo
saldo histórico es de 341 mil 700 millones de pesos; mantener la línea
de crédito con el Fondo Monetario Internacional por 74 mil millones de
dólares, y mejorar el perfil de la deuda.
El secretario de Hacienda precisó que se recortó el monto a los estados para gasto en combustibles, medicinas y equipo médico,
no por irresponsables, ahora se va a comprar de manera limpia y consolidada y eso hará que los precios unitarios sean significativamente menores.
Roberto Garduño, Roberto González Amador y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
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