El
presidente Andrés Manuel López Obrador y su secretaria del Trabajo y
Previsión Social Luisa María Alcalde en verdad que tejieron fino, para
lograr un inédito aumento al salario mínimo del 16 por ciento en general
y en la frontera norte del 50 por ciento.
Desde
hace muchos años hemos estado insistiendo en estas entregas del
Comentario a Tiempo, sobre la importancia de acabar con los minisalarios
o con los salarios de hambre, porque ellos evitaban el gran salto del
progreso en nuestro país.
La
información es magnífica aunque todavía no es suficiente, a partir del 1
de enero el salario mínimo tendrá un incremento de 16 por ciento por lo
que pasará de 88.30 a 102.68 pesos diarios a escala nacional.
En
la frontera norte el aumento es del 50 por ciento, en consecuencia se
fijó en 176.72 pesos; con esta histórica decisión se terminan 30 años de
pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, declaró el
presidente Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia que dio a conocer
el acuerdo.
Decimos que
el Gobierno federal tejió fino, porque no obstante que tiene el poder
para tomar acuerdos de esta naturaleza, prefirió el diálogo y el acuerdo
con las cúpulas empresariales y los líderes del sector laboral.
Desde
siempre habíamos dicho que restarle poder adquisitivo a los
trabajadores iba en detrimento directo del progreso del país al tener
acotado a uno y seguramente el más importante de los factores de la
producción.
La teoría
indica que los factores de la producción y de la economía son el
trabajo, el capital y la tierra, que nos ofrecen sus bienes, sin uno de
estos componentes se rompe el círculo del desarrollo.
Si
no existe poder adquisitivo de la inmensa población, a quién le vendes;
los empresarios de poca visión prefieren mantener en la pobreza a sus
empleados, a sus trabajadores, para depender sólo del mercado externo.
Ya
un presidente, Luis Echeverría Álvarez, tan denostado ahora, les había
advertido a los empresarios que si no se pagaban salarios justos, no
habrían bardas suficientes para proteger sus casas, porque la pobreza
por desgracia engrosa las filas de la delincuencia.
López
Obrador, recordó que la capacidad de compra en esos 30 años se redujo
hasta 70 por ciento y en la década de los 80s con un salario mínimo se
compraban de 50 a 55 kilos de tortilla, en la actualidad alcanza sólo
para seis.
Ese nivel del
rezago se empieza a revertir con el acuerdo unánime de los integrantes
de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y con el consenso entre
empresarios y trabajadores.
Finalmente
el primer mandatario y los empresarios resaltaron que con este aumento
el salario se recupera para ubicarse en la línea de bienestar y, lo más
importante, la convicción de la actual administración de mantener los
incrementos por encima de la inflación. Felicitémonos todos, es un
acuerdo inédito, histórico.
Teodoro Rentería Arróyave
Periodista
y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en
Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org
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