6/16/2019

Quiebra del Issste



En marzo de 2019 el director general del Issste, Luis Antonio Ramírez, reconoció que la anarquía que durante años imperó en el instituto generó hoyos financieros en todos lados. Uno de esos son los 31 mil millones de pesos que le adeudan las dependencias públicas. De ellos, hasta 27 mil millones de pesos, son recursos no ingresados a las cuentas individuales de los trabajadores: el ahorro de sus pensiones. Ellos, cuando les niegan un crédito hipotecario, se dan cuenta de que el patrón no ha pagado las cuotas. Hasta ahora –enfatizó– la única manera de forzar el cumplimiento de esas obligaciones, es a través de la Secretaría de Hacienda que puede retener recursos de las participaciones federales o que los deudores, voluntariamente, establezcan convenios con el Issste para cubrir adeudos. Otra opción –apuntó– sería la aprobación de la cuestionada Iniciativa Monreal para reformar el Issste (27/9/18), congelada en el Senado, para otorgar al instituto facultades de auditoría y fiscalización.
Otros hoyos patentizan el fracaso de la reforma Calderón-Beltrones (2007). Según Ramírez no se hicieron bien los cálculos o no se tomaron las previsiones sobre el envejecimiento de la población y el incremento de padecimientos crónicos. ¿Resultado?: el seguro de salud suma un déficit de 9 mil millones de pesos. Además, por esa misma reforma, el gobierno asumió las pensiones en curso de pago y, al crecer los padecimientos crónicos, la Secretría de Hacienda debió realizar transferencias adicionales por 15 mil millones de pesos anuales. Ramírez agrega la carencia histórica de recursos para nuevos hospitales, sustituir los más antiguos, realizar mantenimiento y remplazar equipos. En Superissste –precisó– la deuda con proveedores alcanzó mil 500 millones de pesos y en Turissste se deben 500 millones de pesos ( La Jornada, 18/3/19). El Informe Financiero y Actuarial 2018 establece que, de los 110 mil millones de pesos de sus pasivos totales, hasta 21 mil millones de pesos son deudas con proveedores, contratistas y acreedores, mientras el resto constituyen reservas. El presupuesto total 2019 (ingresos propios y subsidios) suma 337 mil millones de pesos.
Sólo un mes después, el director de Normatividad de Administración y Finanzas, Pedro Zenteno, comunicó que el Issste requiere 22 mil millones de pesos dado que, los abusos y la corrupción de sus ex directivos, han conducido a una quiebra financiera: ahí hay un daño patrimonial y actuaremos conforme a la ley. También sentenció: vemos problemas para operar a julio si no hay una ampliación presupuestal de la Secretría de Hacienda, si no pagan las entidades y las secretarías de Estado. Zenteno de-tectó sobreprecio en medicamentos de hasta mil 168 por ciento y 125 por ciento, así como un pasivo de casi 19 mil millones de pesos sólo en 2018. En su opinión, en esa quiebra financiera existe responsabilidad, más un impresionante gasto operativo con responsables frente a los cuales se va a proceder y, en su momento, lo haremos saber ( La Jornada, 23/4/19).
Inmediatamente, el presidente López Obrador aseguró que se trataba de un problema heredado de déficit, pero lo vamos a resolver: no hay crisis que no se pueda enfrentar. Por eso ese informe (de Zenteno). Para el Presidente: “vamos a salir adelante, porque hay disciplina en el manejo del presupuesto, no existe corrupción, no hay gastos superfluos, no existen lujos en el gobierno ( La Jornada, 24/4/19).
Frente a lo cual el director general Ramírez Pineda precisó que la crisis financiera del Issste amenaza su viabilidad. La deuda es sorprendente y se originó por la falta de planeación: durante años imperó la anarquía. Pero existe una reserva de 90 mil millones de pesos, que sólo se podría utilizar aprobando la cuestionada Iniciativa Monreal. Con parte de esos recursos se podría enfrentar el rezago que hay en infraestructura ( La Jornada, 24/4/19).
Justo lo que propone Joel Ayala, de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado: destinar, al menos, 25 por ciento de esa reserva para atender las necesidades del área médica. Las reservas son para el buen funcionamiento del Issste, no para ahorrarse ( La Jornada, 24/4/19), después de calificar de irresponsables las declaraciones de Pedro Zenteno sobre la quiebra institucional.
Pero sucede que esas reservas institucionales constituyen la caja dorada del instituto y corresponden a todos y cada uno de sus asegurados. Están destinadas a proteger sus derechos y mejorar su seguridad social. Garantizan la viabilidad de los compromisos del Isste con sus asegurados en el largo plazo, elevando calidad y cobertura de las 21 prestaciones y servicios que ampara su ley.
La quiebra del Issste es un saldo de la gestión neoliberal y el fracaso redondo de la reforma Calderón-Beltrones (2007) que nació muerta, como igualmente ocurriera en el IMSS. La 4T ¿generará –finalmente– el diagnóstico y alternativas para actuar de inmediato frente a ese fracaso en beneficio de los derechohabientes? Porque sin ese diagnóstico, sólo con la federalización y el correspondiente Instituto Mexicano de Salud para el Bienestar, ciertamente, el cuadro de la política sectorial sigue estando incompleto.

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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