Ya transcurrió más
de una semana desde que Emilio Lozoya fue extraditado a México. Se
supone que no pisó la cárcel y que fue internado en un hospital de lujo,
pero no hay videos ni fotos. También se supone que en Madrid hizo una
declaración en la que embarró a integrantes del gabinete de Enrique Peña
Nieto y prominentes legisladores panistas, éstos porque recibieron moches
para aprobar la reforma energética. Se especula que su defensor, el ex
juez Baltasar Garzón, dirige la campaña de medios cuya finalidad sería
hacer posible que no sea encarcelado e incluso que sus bienes no sean
tocados. ¿Y la Fiscalía General de la República? En silencio. Los
principales embarrados priístas son Peña Nieto, Luis Videgaray y David
Penchyna, así como los panistas Ricardo Anaya, Ernesto Cordero,
Francisco Domínguez (gobernador de Querétaro), Francisco García Cabeza
de Vaca (mandatario de Tamaulipas), Salvador Vega Casillas y Jorge Luis
Lavalle Mauri. Han guardado silencio Peña Nieto y Videgaray, otros han
negado cualquier vínculo. Anda un cabo suelto, en realidad varios. ¿Y
los perredistas? Hasta hoy sólo aparecen prianistas. Según
narraron las crónicas de los días en que se aprobó la reforma, hubo un
pacto en lo oscurito: el PAN presentaría en el Congreso la iniciativa de
la reforma energética, pero no acudirían los perredistas a sesión
porque iba contra sus
principios. En cambio, sí presentaban (los perredistas) la iniciativa de reforma fiscal, pero en ausencia de los panistas, por la misma razón de
principios. Ambas fueron aprobadas al final. ¿Cuánto habrán cobrado Los Chuchos por el servicio? Todavía no aparecen en el lodazal. El caso es que la opinión pública ya quiere conocer el segundo capítulo del lozoyagate, no en escondites, sino en tribunales.
Pega la crisis a los grandes
La compañía petrolera Schlumberger probablemente es la
mayor proveedora de servicios de Pemex; le ha asignado contratos con
valor de miles de millones de pesos. Está pasando por una mala racha,
pues informó de una segunda pérdida en el segundo trimestre del año tras
una drástica caída de ingresos en cuanto a petróleo de esquisto y el
deterioro de activos en Estados Unidos, en lo que
probablemente ha sido el trimestre más difícil en las últimas décadas, dijo el CEO Olivier Le Peuch. La empresa anunció que cancelaría 21 mil puestos de trabajo y reportó una pérdida neta de 3 mil 434 millones de dólares para el segundo trimestre (abril a junio), después de los 7 mil 376 millones del primero.
El año pasado corrió la versión de que Schlumberger demandaría
judicialmente a Pemex por un considerable atraso en los pagos, pero la
empresa lo desmintió. Su nombre está ligado prácticamente al de todos
los personajes que han transitado por su dirección general.
Lo que el viento se llevó
Falleció Olivia de Havilland, a los 104 años, en París. Fue protagonista del filme Lo que el viento se llevó, según los conocedores, el más taquillero de la historia (descontada la inflación).
Ombudsman Social
¿Por qué mover a Rosa Icela?
Puertos: narco y corrupción
Suárez del Real, al relevo
Frenaaa e himno guadalupano
No es buena noticia
para la Ciudad de México la salida de Rosa Icela Rodríguez Velázquez de
la Secretaría de Gobierno. Su especialidad ha sido la política y la
administración de la Ciudad de México, con especial acento en temas de
seguridad pública. Veintitrés años atrás dejó el reporteo periodístico
para iniciar una carrera de servicio público en la que ha tenido como
coordinador a Martí Batres en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de
México y a Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel
Mancera como jefes de Gobierno, con estos dos últimos como estratégica
secretaria de Desarrollo Social.
Como secretaria de Gobierno de la capital del país –desde el 5 de
diciembre de 2018, hasta hoy– Rosa Icela parecía la fórmula ideal para
Claudia Sheinbaum, quien tenía en el segundo cargo de importancia a una
colaboradora discreta, eficaz, muy trabajadora y con una extendida fama
de honestidad. Sin embargo, el verdadero jefe político de la funcionaria
Rodríguez, López Obrador, quien le tiene una alta estima profesional,
decidió retirarla del escaparate chilango y nombrarla coordinadora de
Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes.
Nacida en la Huasteca potosina, licenciada en periodismo y mujer de
izquierda, Rosa Icela es enviada a una delicada misión, para la cual no
sólo son necesarios los conocimientos técnicos, que irá adquiriendo,
sino las características que ya posee: honestidad, disciplina y la plena
confianza de su jefe. Su nombramiento se produce luego de la renuncia
de Javier Jiménez Espriú a la SCT, en desacuerdo por la llegada de la
Secretaría de Marina a encargarse de
las funciones eminentemente civiles de los puertos, la marina mercante y la formación de marinos mercantes.
Lo que se busca, equivocadamente, a juicio de este tecleador, es que
la fuerza militar de la Armada ayude a frenar y erradicar la enorme
corrupción que rodea la operación en puertos y aduanas marítimas y, en
particular, el predominio operativo de los intereses de fuertes cárteles
del crimen organizado. Nada garantiza o sugiere que la cesión de mando a
la Armada pueda cambiar, más que en términos efectistas (como ha
sucedido con la Guardia Nacional, que ha devenido en mera extensión de
la Secretaría de la Defensa Nacional, con otro nombre y uniforme), la
putrefacta realidad en esos puntos marítimos. Todo podría quedar en un
simple cambio de gerentes del mismo negocio, tal vez con estilos
distintos. A supervisar a nombre de AMLO que no suceda así, va Rosa
Icela Rodríguez. Ya se verán los resultados.
Alfonso Suárez del Real fue nombrado nuevo secretario de Gobierno de
la Ciudad de México. Ha sido diputado local y federal y hasta hoy ha
sido secretario de Cultura con Sheinbaum como gobernante. Tiene estudios
de bachillerato y ha tomado cursos de periodismo, historia y cultura,
siendo esta materia en la que más se ha especializado. Fue delegado
sustituto en Cuauhtémoc durante casi siete meses, luego de que Dolores
Padierna dejó el cargo para ir a una candidatura. También fue
subdirector del Metro.
El propio Presidente de la República suele hacer profesión pública de
sus creencias religiosas e incluso ha orado en Palacio Nacional con
grupos evangélicos, según ha asegurado el pastor Arturo Farela. Pero
ayer tomó otra dimensión el uso de esas referencias durante una de las
marchas en automóviles que organiza ciertos fines de semana el Frente
Nacional Anti-AMLO (Frenaaa). En San Luis Potosí se utilizó, desde
bocinas en vehículos, un himno guadalupano (https://bit.ly/2CGizXC), según puede apreciarse en el video tomado por Eduardo Martínez Benavente (https://bit.ly/2D3gB3b). Una de las estrofas, según transcribió José Rosario Valles, reza así:
Mexicanos: volad presurosos del pendón de la Virgen en pos. Y en la lucha saldréis victoriosos, defendiendo a la patria y a Dios.
Y, mientras un fiscal de Estados Unidos ha negado al ex gobernador
priísta de Chihuahua César Duarte que lleve su proceso en libertad bajo
fianza, ¡hasta mañana!
La brutal violencia familiar
Una de las conductas más lesivas en la vida comunitaria se expresa en la denominada violencia familiar,
la cual se refiere a los hechos delictivos que se cometen al interior
de nuestra célula social más íntima y sensible, que es la familia; y
todo ello, fundamentalmente, en contra de la mujer, de los niños y las
niñas.
Estos delitos, que generalmente conducen a lesiones que pueden llegar
hasta la misma muerte, implican también humillaciones y ofensas muy
graves e injustas hacia las mujeres; como resultado del abuso cobarde y
desmesurado que se ejerce en contra de quienes, por amor o por debilidad
natural, no pueden defenderse o se encuentran a expensas de quien
provee el dinero y los elementos de vida que son indispensables para
esas víctimas.
Esas agresiones son todavía más repugnantes cuando se realizan en
contra de niños y niñas. Y en tales casos las cometen generalmente los
padres, las madres o parientes cercanos, que convierten a esas criaturas
en las víctimas más indefensas y frágiles de la brutalidad y la
cobardía de quienes utilizan esos hechos incalificables para dar salida a
sus frustraciones y a sus aberraciones conductuales absolutamente
reprobables.
En el marco jurídico federal, sólo unos cuantos artículos se refieren
a esos casos que son tan graves y repetitivos, sancionándolos como
leves. Cuando dichas conductas representan todo lo contrario, como lo
muestran las estadísticas generales sobre ese delito, que constantemente
se vincula con lesiones, violaciones y homicidios, mostrando su
magnitud y consecuencias.
Las cifras oficiales nos señalan que durante 2019 en nuestro país se
cometieron 44 mil 827 homicidios, 208 mil 547 delitos por lesiones, hubo
204 mil 173 denuncias por violencia familiar y 17 mil 141 violaciones. A
su vez, las estadísticas indican que 43.9 por ciento de las mujeres en
México han sufrido violencia física o sexual, inferida por su pareja. En
tanto que, del total de ellas, únicamente 2 por ciento solicitó apoyo a
alguna institución.
En relación con lo anterior, hay que tomar en cuenta que, tanto las
mujeres como los niños y las niñas, difícilmente se atreven a denunciar.
Y cuando llegan a hacerlo, la presión de su propia supervivencia y sus
necesidades afectivas los llevan constantemente a perdonar a sus
victimarios; sometiéndose a un dolor permanente que, a su vez, va
generando un sedimento de humillación y coraje que habrá de reflejarse
en retaliaciones que reproducirán y magnificarán la violencia sufrida.
Este fenómeno de agresividad desmedida, frecuentemente está vinculado
con casos de alcoholismo y drogadicción, que propician esos resultados
catastróficos en la vida familiar, como consecuencia de la repetición
constante de esas conductas aberrantes.
Experiencias profesionales en diferentes ciudades y poblaciones del
país, nos han permitido comprobar que estos crímenes abominables se
multiplican al llegar cada fin de semana. Cuando la ingestión abusiva de
alcohol o de drogas lleva a sus consumidores a perder todo sentido de
control y responsabilidad, desatando sus peores compulsiones, cuya
brutalidad incontenible llega a producir verdaderas tragedias humanas.
El sometimiento y la indefensión de sus víctimas genera a dichos
delincuentes un placer morboso que los incita a producir mayor daño,
hasta llegar a provocar la pérdida de la vida. En esa misma dinámica se
multiplican también, de manera exponencial, los delitos sexuales, en los
cuales la violación de mujeres, niños y niñas se convierte en acciones
repetitivas e inevitables para esas víctimas que sufren profundos daños
físicos y mentales, que los habrán de marcar de por vida, atrapándolos
muchas veces en una vorágine aniquilante de la cual es muy difícil
escapar.
Malandrines no mexicanos
Dos palabras, tan
sólo dos palabras. Las grité y repetí dándome apenas unos segundos para
el resuello. Mi voz seguramente hubiera resultado inaudible, de no haber
formado parte del reclamo colectivo de miles de gargantas que, en
muchas lenguas, con los tonos y los acentos más diversos, le daban a la
consigna común, una inusitada pluralidad y riqueza. Algunos de los
gritones lo hacían en su propio idioma, otros trataban de imitar lo más
posible los sonidos que surgían de las gargantas de los
hispanohablantes, lo cual complicaba la barahúnda imperante. Qué difícil
para los finlandeses comprender, ellos, a quienes entenderles es todo
un reto para nosotros, que los argentinos celebraran fastos tan emotivos
con canciones plenas de lloros y dolencias. A los escandinavos, o a los
mismos británicos, el harto trabajo de entender que los españoles, al
mismo tiempo que reivindicaban a la Caridad del Cobre como miliciana y
socialista, no dejaban de batir palmas (aplaudiéndose a sí mismos,
pensaban ellos), y evitando a los presentes oír, con sus palmeadas tan
rítmicas, precisas, lo que querían transmitir. ¿Se imaginan el azoro de
ucranianos y japoneses cuando descubrieron que los brasileños, más que
hablar en portugués se expresaban girando su maravilloso derrière, hoy el mayor incentivo erótico del sexo masculino? Esos tipos no hablan con su garganta y sus cuerdas vocales, o sea,
parte del aparato fonador responsable de la producción de la voz. Lo hacen con ese lenguaje corporal que provoca un estallido de adrenalina milagroso que nos transformó a los jóvenes de todos los continentes que esa tarde estábamos allí reunidos.
Ya me autorrebasé por la izquierda. Inicié este relato porque me
confundí de fecha. Ubicaba lo que estoy tratando al día siguiente de mi
emocionante visita a Sierra Maestra, el 26 de julio de 1961, primer
aniversario, en libertad, del inicio de la rebelión que en esos momentos
había logrado constituir en nuestro continente, el
Primer territorio libre de América. Pero no fue así. El acontecimiento que pretendía en este relato, según he comprobado en mis archivos, sucedió, tal como lo describo, pero unos días después. Repetirlo cuantas veces pueda no me incomoda, lo haría a diario, pero por hoy no es justo, hay dos que tres temas imprescindibles de tratar. De manera poco usual y comedida, pero con la confianza que tengo cultivada con la multitud, abruptamente dejo en suspenso mi viejo relato, que no elimino, pero sí pospongo, para abordar un tema que hoy por hoy me tiene, lo menos, insomne.
El pasado sábado 25, al recoger bajo la puerta mi periódico, me
trastorné. Como en una película en la que uno sueña algo terrible y al
despertar lo ve como un acontecimiento ya hasta cronicado en el diario
que tiene en la mano, el terror lo invade. La portada de La Jornada de esa fecha decía:
Reventar el juicio a Lozoya, meta de la estrategia de Garzón. Luego unos avances.
En el PJF ven trampa para impedir que el ex director de Pemex pise la cárcel. Hospitalizarlo sin llevarlo al juez
viola el debido proceso.
Pero entonces, me reconforté, no es mi paranoia. La hipótesis es
clara, evidente. Yo, fanático y veedor constante de todas películas
policiacas y las series televisivas, los finales me resultan un lugar
común, ya casi los predigo y se mengua mi interés. ¿Para qué escoger a
un costoso y poco confiable alto funcionario si, bajando la mira, se
consiguen beneficios más económicos y menos riesgosos?
No tienen que ser el juez o los magistrados. Basta un secretario, un
escribano que gana la centésima parte que sus jefes y que sabe, le
constan, los arrumacos que lo sensibilizan. Un error, disque de dedo,
puede ser definitivo para que la mano pachona, presumiendo su plena
autonomía y honorabilidad, escriba una barrabasada que le garantice la
vida hasta la quinta generación. Yo, de ser uno de los responsables de
la seguridad de Emilio Lozoya, me haría habilitar un catre al lado de su
cama. Cada alimento, bebida o medicina que ingiriera sería previamente
degustado por los señores Peña o Videgaray, ni siquiera por sus cercanos
familiares porque, ya hemos visto, afortunadamente para la República,
no son vulnerables a presiones relacionadas con la familiaridad o los
afectos. Puede que siga platicando de esto, pero no quiero, por hoy,
tragarme un sapo: no estoy, por esta extraña ocasión, de acuerdo (con
todo respeto) con el señor Presidente. Recobrar lo que se llegue a
comprobar que los consignados –que deberían ser muchos más que dos o
tres grandulones– se apropiaron de los dineros públicos, es imposible:
los Corderos (que ya demostraron que no los son tanto), los Maderos de
San Juan, de Pedro o de Judas (bueno o malo, según sus relaciones
públicas), los Anayas (la columneta es incapaz de hacer un obvio, en
todos sentidos, juego de palabras con el apellido, ni siquiera de
quienes lo merecen), no sé cuánto dinero se agenciaron ni qué problemas
resolvería en esta terrible crisis, pero en una seria encuesta que
levanté entre cinco amigos y otros tantos familiares (pero mucho más
confiable que las encuestadoras de postín), conseguí esta casi unánime
opinión: señor Presidente, ni todo el dinero que llegara usted a
recuperar dejaría al pueblo más gratificado que el justo castigo a estos
malandrines en nada –por supuesto que en nada– mexicanos.
Según índices de actividad
económica del INEGI, la industrial inició una leve declinación desde
principios del año respecto a 2019; fue hasta abril, ya declarada la
pandemia, que se registró una caída estrepitosa de la actividad
industrial total de -27.9% respecto a marzo y de -30.5 respecto a enero
(Gráfico 1). En mayo (últimas cifras disponibles), la caída parece haber
tocado fondo y el índice muestra incluso una ligera recuperación de
1.1%. La pérdida enero-mayo es de -29.8%
Con gran similitud, la industria manufacturera registra una leve
declinación en el primer trimestre, y un desplome en abril de -34.0%
respecto a marzo, y de -35.8% respecto a enero (Gráfico 2), mostrando en
mayo una ligera recuperación de 3.2% para una pérdida enero-mayo de
-33.7%
La construcción, así mismo, en abril cayó -32.7% respecto a marzo y
-35.9% respecto a enero, pero con otra ligera baja en mayo de -1.2%
(Gráfico 3). Con ello, la caída acumulada enero-mayo es de -36.7%
El comercio minorista cayó -24.4% en abril respecto a marzo, y -27.3%
respecto a enero (Gráfico 4), con un repunte en mayo de 7.0%. Con ello,
la pérdida enero-mayo se ubica en -22.2%
Alojamiento, restaurantes y bares, registran graves impactos por el
confinamiento y el cierre de operaciones turísticas. En abril habían
caído -47.4% respecto a marzo, y -57.4% respecto a enero; y en mayo
bajan -6.7% adicional (Gráfico 5), acumulando una caída enero-mayo de
-60.3%
Esparcimiento, cultura y deportes, peor aún, son actividades en caída
libre desde enero y hasta mayo (Gráfico 6), período en el que acumulan
una pérdida de -87.4%
La ocupación total del país se desplomó, según cifras conocidas del
INEGI, de 55.8 millones de personas en marzo a 43.3 millones en abril,
una pérdida ocupacional de -12.5 millones (-22.4%). La encuesta
telefónica de mayo indica que tal caída se detuvo e incluso se registró
un repunte marginal a 43.6 millones (Gráfico 7).
Los trabajadores afiliados al IMSS (formales) han venido disminuyendo
de 20 millones 614 mil en febrero (cifra máxima de este año) a 19
millones 500 mil en junio, esto es, una pérdida de 1 millón 114 mil
empleos, aunque en junio se ralentizó la baja a -83 mil 311 afiliados.
Los ingresos fiscales del sector público registraron en mayo una baja
considerable a 327 mil millones de pesos respecto a los 413 mm captados
en mayo de 2019 (Gráfico 8); no obstante, la captación acumulada
enero-mayo de 2020 (2.196 billones) es aun similar a la de 2019 (2.199
b).
¿Cuándo
sanaráLozoya?
Clase política: hasta el cuello
Garzón: lucro, ante todo
Emilio Lozoya cumple 10 días de estancia en el lujoso hospital privado que le dio
asilotras la
apariciónde una extraña
enfermedadque habría
adquiridoen pleno vuelo Madrid-Ciudad de México, porque la autoridad española lo extraditó sano y salvo, y hay constancia médica. Fue cosa de pisar suelo nacional para que, de la nada, el ex director de Pemex reportara un
delicado estado de saludy con ello evitara –se supone que en forma momentánea– su traslado a la cárcel. Desde ahí, Baltasar Garzón, su abogado defensor, enseñó el cobre y reveló su estrategia: reventar el juicio en contra de su cliente.
Pero la
mala saluddel ex funcionario no impidió a su defensa –y achichincles gachupines que lo acompañan– la selecta filtración a ciertos medios mexicanos de las primeras declaraciones de Lozoya en Madrid, rendidas ante los representantes de la Fiscalía General de la República, que involucran –como debe ser– a la tradicional famiglia ( capisci) política nacional, coimera por excelencia.
Como bien lo publicó La Jornada,
el traslado directo de Lozoya Austin del aeropuerto de la Ciudad de México al hospital, haber conseguido que no se pusiera a disposición de los jueces para las audiencias iniciales, así como la filtración de información a medios periodísticos, forman parte de la estrategia que la defensa del ex director de Pemex, que encabeza Garzón, habría desplegado para descarrilar el posible juicio en su contra y evitar así que su cliente pise la cárcel. Funcionarios y litigantes consultados indicaron que con la estancia de Lozoya en un hospital y que no haya sido puesto a disposición de jueces federales se trata de evitar que pise la cárcel; encontrarle una salida digna y viciar el proceso que impida al Ministerio Público Federal llevarlo a prisión(Gustavo Castillo y Roberto Garduño).
Las vueltas que da la vida: Baltasar Garzón pasó de defender a las
víctimas de delitos de lesa humanidad (como los del franquismo),
terrorismo de Estado (como en el gobierno de Felipe González), violación
de los derechos humanos y corrupción política, a proteger los oscuros
intereses de delincuentes de cuello blanco como Emilio Lozoya y la
caterva de asaltantes que este personaje representa, desvalijadores
profesionales de la nación. Así, para el ex juez español –inhabilitado
como tal en su país por prevaricación– ahora lo único importante es
obtener una buena raja de los dineros mal habidos del ex director de
Pemex y la pandilla que lo acompaña.
En vía de mientras, la filtración de las primeras declaraciones de Lozoya ha provocado terror entre la famiglia
política mexicana. Sus integrantes están conscientes de que por primera
vez el proceso judicial en su contra va en serio. Y no sólo es el caso
Odebrecht, lavado de dinero, la campaña electoral de EPN, el cochinero
de AgroNitrogenados y Fertinal, y el robo en despoblado, sino los
sobornos para que las
reformaspeñanietistas (11 en sus primeros dos años de estancia en Los Pinos) fueran aprobadas rapidito y sin chistar, para dar la imagen de la
fortaleza políticadel régimen y del
exitoso Pacto por México(firmado por muchos que hoy están en proceso judicial o a punto de enfrentarlo).
Tales
reformasfueron un jugoso negocio (siempre a costillas de la nación), pero no sólo para Peña Nieto y su pandilla político-empresarial (no hay que olvidar a Calderón y sus guajiros), sino para los levanta dedos en el Congreso y magnates afines, sin olvidar a ciertos
periodistasque todo lo veían color de rosa. Así, tras las primeras revelaciones del ex director de Pemex, mágicamente comenzaron a registrarse apresuradas renuncias en el Senado,
desaparicionesde ex funcionarios (ahí te hablan, Videgaray), los clásicos
deslindesde
yo no fui, yo no estaba, yo no asistí a la votación, por mucho, que desde hace mucho tiempo es conocido, el lucrativo negocio de los moches y el cobro por votar en tal o cual sentido.
Las rebanadas del pastel
Entonces, ¿queda claro el interés de la famiglia en dinamitar el proceso judicial en contra de Lozoya?
A 100 días de lo que algunos
sabios aseguran es la elección más importante en la historia de Estados
Unidos, cuyas consecuencias no se limitarán a este lado de los muros
fronterizos y las costas, el futuro depende de la resistencia popular
contra las políticas y fuerzas antidemocráticas del régimen en
Washington y sus cómplices.
Durante los últimos 58 días el movimiento descentralizado y
horizontal de Black Lives Matter se ha convertido en la protesta social
más grande en la historia estadunidense transformando el centro del
debate público nacional. Trump y sus cómplices han declarado que son
anarquistas,
terroristase
izquierda radicalquienes amenazan al país y su respuesta represiva, que incluye el envío de fuerzas federales paramilitares a varias ciudades, ha sido denunciada como
autoritarismopor un amplísimo abanico de voces reconocidas que advierten que esto no tiene precedente en la historia del país.
La resistencia contra este atentado antidemocrático se ha expresado
de múltiples maneras desde la elección de Trump, pero ahora está
encabezado por Black Lives Matter, el cual está evolucionando en un
movimiento multitemático y multirracial, o sea, se está volviendo cada
vez más peligroso. Peligroso porque ya no es sólo una protesta contra la
brutalidad policiaca hacia los afroestadunidenses, sino que empieza a
cuestionar los fundamentos del sistema estadunidense y su injusticia
económica, social y política protegida a través de la violencia racista
oficial.
Es una de esas coyunturas en la que todo queda al descubierto –en
gran parte por la pandemia y sus consecuencias económicas como una
catástrofe creada por cuatro décadas de neoliberalismo– y eso está
abriendo la posibilidad de una respuesta social colectiva que surge del
encuentro de diversos movimientos, la recuperación de la memoria
histórica de los de abajo, y con ello, la insistencia en un futuro
progresista.
Por ahora su expresión más visual está en las calles, donde lo más
espectacular no son las nubes de gas lacrimógeno, arrestos y sangre,
sino las movilizaciones incesantes, las asambleas y encuentros, la
música y los actos de dignidad ante la violencia oficial, actos que en
su abrumadora mayoría son realizados de manera pacífica (para no caer en
la trampa de Trump que busca una reacción violenta, argumentan algunos
organizadores).
En Portland, Oregon, en respuesta al envío de fuerzas paramilitares
federales y un par de noches de represión violenta, de repente
aparecieron brigadas de
madrespara ser escudos humanos –el
muro de madres– de jóvenes activistas. Poco después se presentó una brigada de
padres contra el fascismo, algunos armados con máquinas portátiles sopla-hojas para dispersar el gas lacrimógeno. Pocos días despues, apareció una columna de veteranos de guerra que se pusieron cara a cara, con las manos atrás, frente a las fuerzas federales, algunos con la bandera estadunidense boca abajo, señal oficial de socorro; uno llevaba una pancarta que exhibió a las fuerzas federales en camuflaje en que se leía:
estás viendo hacia el lado equivocado, voltea(https://twitter.com/hashtag/ WallOfVets?src=hashtag_click). También llegaron enfermeras en sus uniformes de trabajo.
Con estas imágenes, entre otras, se rompe la imagen oficial pintada por Trump y su gente de que
anarquistasy otros están buscando
destruirel país. De hecho, se está mostrando que la amenaza y la provocación del caos proviene de Trump para sus fines electorales.
Estas escenas se empiezan a repetir en otras ciudades en solidaridad
con Portland y sumándose a la resistencia contra las medidas represivas
de Trump en los últimos días.
El futuro de la superpotencia al otro lado del muro está en juego en
las calles y otras trincheras de la resistencia contra el asalto
antidemocrático en Estados Unidos. (https://blacklivesmatter.com; https://m4bl.org).
¿Tal vez es hora de una Brigada Abraham Lincoln para asistir en la
defensa de los principios democráticos, pero esta vez en la república de
ese presidente?
Editorial
A12 años de iniciarse su
construcción, el proyecto Mitikah, megadesarrollo inmobiliario ubicado
en el pueblo de Xoco, alcaldía Benito Juárez, en esta capital, se ha
convertido en un emblema de los impactos negativos que esta clase de
obras generan en el entorno urbano. Los daños ecológicos provocados por
la edificación –como la tala ilegal de 80 árboles cometida el año
pasado–, el perjuicio a construcciones colindantes por los movimientos
del suelo, los intentos de privatización de espacios públicos –como la
pretensión de anexar al desarrollo, con diversos pretextos y coartadas,
la calle Real de Mayorazgo–, la destrucción de vestigios arqueológicos,
la depredación de los recursos hídricos –se calcula que el conjunto
consumirá más de 200 mil litros diarios–, el inexorable deterioro de la
movilidad en la zona y la alteración del mercado inmobiliario local, que
puede desembocar en la expulsión económica de sus habitantes.
Trabajadores requieren
programas efectivos
La pandemia de Covid-19 y sus
efectos en lo económico y social han evidenciado una diferencia entre
las empresas trasnacionales, las grandes y algunas medianas, respecto de
las micro y pequeñas industrias.
Se terminó la paz,
si es que alguna vez la hubo, en la batalla por ganar las próximas
elecciones en Estados Unidos. Donald Trump y sus asesores decidieron que
es tiempo de abrir el fuego indiscriminado en contra de todo lo que sea
o parezca representar los ideales del partido demócrata. Los nueve
puntos que en las encuestas de popularidad separan a Joseph Biden del
presidente, y en sus aspiraciones de reelegirse, son motivo de honda
preocupación en la Casa Blanca a sólo tres meses de las elecciones. En
opinión de quienes conocen la política y sus tiempos, a menos que suceda
algo inesperado, Trump tiene que subir una cuesta muy empinada para
alcanzar a Biden.
Luego del efecto
devastador en la salud de la humanidad, más de 15 millones de contagios
en los cinco continentes, el siguiente impacto del Covid-19 se está
pulsando y padeciendo en las economías familiares y las condiciones
sociales de los sectores más rezagados, los indicadores de la pobreza y
la pobreza extrema, especialmente en nuestro espacio geopolítico y
cultural, América Latina, el epicentro de la pandemia desde junio, con
récord de hasta 100 mil casos en un día.
Paso a paso se extienden
rebeliones que definen la condición actual. Las hay silenciosas y
pacíficas, casi invisibles, que siguen empeñosamente su ruta radical.
Otras muchas entran a confrontaciones abiertas de difícil pronóstico.
El lunes pasado
publiqué datos sobre cómo la industria refresquera se apodera del agua
de la nación. El mismo día, la Asociación de Productores de Refrescos y
Aguas Carbonatadas publicaron en nuestro diario a página entera un texto
donde condenan “las lamentables declaraciones del subsecretario de
Prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien calificó a
nuestros productos como ‘veneno embotellado’”. Consideran
inauditoque un funcionario promotor de la salud
estigmatice a una industria que cumple a cabalidad con todas las normas y regulaciones en México. Y en descargo de que los refrescos embotellados causen obesidad y sobrepeso, la asociación alega que la evidencia científica muestra que esos dos males tienen diversas causas, como los hábitos alimentarios, falta de actividad física y el entorno social.
Gracias a la
atención y la confianza tanto de la ciudadanía como de los diputados
federales logramos salvar al Instituto Nacional Electoral (INE) de un
desastre mayor. Tres de los cuatro nuevos consejeros electorales,
Uuc-Kib Espadas, Norma de la Cruz y Martín Faz, cuentan con trayectorias
plenamente independientes tanto de los partidos políticos como de la
mafiocracia electoral imperante.
Producto del
espíritu de la época, el clan Lozoya –Emilio Lozoya Thalmann, director general del Issste y secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, y su hijo, Emilio Lozoya Austin, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la administración de Enrique Peña Nieto− sintetiza en la coyuntura a la cleptocracia como el mecanismo único de la corrupción entre los monopolios y oligopolios y la política.
“La crisis económica ya
tocó fondo”, afirmó el gobierno a principios de junio; lo mismo aseguró
otra vez al empezar julio. Mientras tanto, el Inegi, en las condiciones
adversas de la pandemia, produce indicadores relevantes que dan cuenta
de la severidad inocultable de la crisis en materia económica y social.
La crisis del virus
llegó para quedarse y dejar secuelas. Su prevalencia será mayor que la
mera gripe estacional, y anuncia una época donde las viremias y otros
males
nuevoslloverán cada vez más y no serán tan impredecibles como quieren hacernos creer los gobiernos, los medios y las iglesias. Conforme se desenvuelven las cuarentenas, las resistencias a ella, los
retornosa un nuevo futuro, la necesidad de hacerse a la idea de demasiados cambios en la cotidianidad, también se adquiere una perspectiva de las cifras de muertos, heridos y desaparecidos, como en una guerra. Un mayor realismo ante la muerte misma, sus otras causas, sus otras estadísticas, permite relativizar (¿normalizar?) el impacto sicológico y de salud causado por el Covid-19 a su paso por el mundo.
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