Con esto del progresivo borrado de las mujeres que pretenden las
transgeneristas y su brazo político, el Ministerio de Igualdad es, si
cabe más necesario que nunca dar referencias de mujeres a las niñas y
niños que vienen detrás.
Y digo que es más importante si cabe, porque han de conocer que las
mujeres hemos estado desde siempre y hemos contribuido con nuestros
trabajos y saberes a mejorar las condiciones de vida de la población en
general. Yo soy de las que estudiaron la Educación General Básica (EGB) y
recuerdo que, aparte de la señora Curie, no aparecía ninguna mujer en
los libros de historia. Ni cuando, ya en el BUP se nos enseñó
machaconamente la revolución francesa, se nos mentó por un momento a
Olympe de Gouges.
Y recuerdo tener en la última etapa de la EGB tener un profesor de
esos que te ayuda a pensar y repensar las cosas y un día le pregunté el
motivo por el cual las mujeres no aparecían en los libros de historia
cuando sin ellas no se podrían tener hijos. Su respuesta fue demoledora:
“estaban realizando las tareas de las casas y siendo buenas amas de
casa criando y cuidando de sus vástagos”. Así, con una sola frase,
liquidó todas las aportaciones realizadas por las mujeres a lo largo de
la historia y se quedó más ancho que largo. Eso sí, se las daba de
progresista, como no podía ser de otro modo, pues estábamos a finales de
los años setenta.
Sé que la cosa ha mejorado mucho con respecto a esos mensajes
patriarcales e incluso misóginos que yo recibí, pero me sigue
preocupando bastante que, con el pretendido borrado de mujeres, también
se borre la genealogía no solo feminista, sino también y pura y
duramente los avances producidos. Nuestras generaciones presentes y
futuras deben conocer no sólo su procedencia, también las aportaciones
que tantas y tantas mujeres han realizado a la sociedad y a lo largo de
toda la historia. Su borrado, dejaría en la orfandad a las niñas y niños
y su aprendizaje quedaría gravemente mermado y cuestionado por ser de
sesgo patriarcal y machista.
Las mujeres hemos existido desde siempre. Y no, no provenimos de una
costilla de Adán y por tanto no se nos ha de considerar inferiores a los
hombres. Las mujeres, no solo hemos estado y contribuido a los aportes
científicos realizados a lo largo de la historia, sino que además hemos
cargado también a lo largo de la historia con un trabajo añadido que
nadie más que el patriarcado nos impuso: los cuidados de nuestras
familias, tanto en el sentido físico, como en el emocional.
Y por supuesto hemos compuesto música, hemos escrito novelas y
tratados de botánica, hemos pintado cuadros, esculpido estatuas,
inventado cachivaches variados y aportado fuentes de conocimiento en
cada momento histórico. Recordemos, por ejemplo, que la inventora del
sistema binario que se utiliza para el lenguaje informático fue Ada
Byron. Si, la hija del poeta, pero él se llevó la fama y ella solo fue
reconocida mucho más tarde. O que fueron mujeres también las que
contribuyeron a que la NASA pudiera llegar a la luna. O que el
lavaplatos lo inventó una mujer llamada Josephine Cochrane, allá por
1886.
Estas aportaciones y muchas más, las realizaron mujeres. No seres con
vulva, o seres gestantes, sencillamente mujeres. Con todas y cada una
de sus letras M-U-J-E-R-E-S.
El “fluir” del transgenerismo me parece tan peligroso política y
socialmente, como cosmético en sus formas y manifestaciones. O, dicho de
otra manera, vacío de contenido político. Y no podemos olvidar que la
reivindicación de la recuperación de la memoria histórica de las mujeres
y de todas sus aportaciones, es claramente una cuestión política y de
futuro para que nuestra niñez no quede huérfana de conocimientos.
Es de justicia social que conozcan la historia completa y eso pasa
por el conocimiento de las aportaciones que hicieron tantas y tantas
mujeres. No reconocerlas nos ancla no solo en tiempos pasados, sino
también en ideologías que pretenden hacerle el juego al patriarcado que
sólo reconoce al varón blanco y heterosexual como centro político
universal. Y algunas no lo vamos a permitir y seguiremos alzando la voz
para denunciar la situación de sometimiento y falta de igualdad que
seguimos soportando las mujeres por haber nacido con sexo de mujer.
Recordemos que nos asesinan por ser mujeres, no por ser seres con
vulva o seres gestantes. Nos asesinan y tratan para esclavitud sexual y
reproductiva por haber nacido mujeres.
Seguiremos recordándolo las veces que hagan falta. Somos mujeres,
seremos mujeres, y cuando no estemos, seguirán naciendo mujeres solo de
mujeres.
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