En la inauguración del Foro, la vicepresidenta de Colombia propuso a las y los presentes establecer “funciones y acciones de condonación de deuda externa como un camino de reparación histórica para la población afrodescendiente en el mundo”.
“Por muchos años ha sido un tema evadido por las Naciones Unidas y los países miembros. Es necesario que, si queremos avanzar de manera concreta, se asuma abordar acciones específicas sobre este tema, que contribuyan a transformar los sistemas coloniales en términos de acceso a la justicia, y al desarrollo económico y social para la población afrodescendiente”, aseguró.
Dichas medidas, añadió, deben estar dirigidas en contribuir a garantizar una participación política real frente a la toma de decisiones que comprometen la vida de las poblaciones afrodescendientes.
También abordó el tema de justicia climática,¿ al asegurar que no se puede hablar de ella sin asumir la justicia racial y de género, ya que, argumentó, el deterioro ambiental «afecta de manera desproporcionada a poblaciones africanas y afrodescendientes«.
«El actual sistema económico empezó con la colonización, con la esclavitud, con el sometimiento de hombres y mujeres, y es el mismo sistema que hoy está colapsando la vida en la casa grande, el útero mayor, la madre tierra».
Para lograr llegar a acuerdos que beneficien lo antes mencionado, Francia Márquez expresó que es necesaria una participación amplia y real desde los procesos de base y territoriales afrodescendientes, por lo que hizo un llamado a que el Foro sea un “espacio incluyente de la diversidad de voces y experiencias de los pueblos y que los estados se comprometan decididamente a garantizar las condiciones de participación efectiva”.
“Este espacio deberá permitir establecer agendas de transformación estructural, que lleven a dignificar la vida de los pueblos afrodescendientes en el mundo, que lleven a reconectar a África con su diáspora y que nos lleven a reconciliarnos como humanidad”.
Francia Márquez
“Quiero enfatizar en la importancia de la creación del Foro Permanente, como un paso hacia adelante en la reivindicación de los derechos de las comunidades y pueblos afrodescendientes. Estamos aquí hoy presentes para reiterar nuestro compromiso con su implementación y buen funcionamiento. Son muchos los aprendizajes que podemos tener de la experiencia de ese Foro, cuya conformación como órgano subsidiario al Consejo Económico y Social (ECOSOC), ha sido importante en el posicionamiento de las luchas de los pueblos indígenas en el mundo, y esperamos que tengamos la oportunidad de intercambio entre pueblos en ese sentido”, añadió Márquez Mina.
El Foro Permanente de Afrodescendientes, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en agosto de 2021, se celebra del 5 al 8 de diciembre y reúne a personas defensoras afrodescendientes de derechos humanos, Estados miembros, organizaciones e instituciones. Durante estos días se realizarán debates y encuentros para analizar, proponer y contribuir en acciones para hacer frente a las problemáticas que enfrentan las personas afrodescendientes.
Mujeres afrodescendientes en América Latina y El Caribe
Danelly Estupiñán es una mujer afrocolombiana que ha visto su vida en riesgo por defender a sus comunidades. En noviembre de 2015 recibió la primera amenaza: “Danelly, ha llegado tu final”. Horas después, mientras hablaba por teléfono con una de sus amistades, apareció en la línea una voz distorsionada que repitió: “Sabemos dónde estás”.
Así lo documentó la organización Amnistía Internacional (AI), quienes relataron que los derechos humanos de Danelly -lideresa del grupo afrocolombiano Proceso de Comunidades Negras (PCN)- han sido vulnerados por defender su comunidad.
«Tras haber perdido a padres, esposos e hijos durante años de derramamiento de sangre, las mujeres afrodescendientes como Estupiñán están asumiendo valientemente papeles más activos en la defensa de sus comunidades ancestrales. No obstante, el plantar cara a empresas y organizaciones criminales que buscan imponer proyectos de desarrollo, extracciones mineras y operaciones de narcotráfico en sus territorios las ha puesto en el punto de mira».
Amnistía Internacional
La discriminación en contra de estas poblaciones también provoca que vivan en condiciones sociales y económicas graves que terminan por perjudicar su salud, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A través del estudio «La salud de la población afrodescendiente en América Latina» (2021), la OPS reveló que en más del 80 por ciento de los 18 países analizados -entre ellos Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y El Salvador- las personas afrodescendientes viven con una amplia gama de desventajas relacionadas con la pobreza, el empleo, la salud materno-infantil y la falta de acceso a una vivienda adecuada y a servicios básicos como agua potable y saneamiento.
Por ejemplo, el informe señala que «en Ecuador, la tasa de mortalidad materna de las mujeres afrodescendientes triplica la tasa de mortalidad materna general. En Colombia, la tasa de las mujeres afrodescendientes es 1,8 veces mayor, y en Brasil es un 36 por ciento mayor».
Ante el panorama que enfrentan las mujeres afrodescendientes, cobra especial relevancia la realización del Foro Permanente de Afrodescendientes y se pone sobre la mesa la urgente necesidad de poner un alto a la discriminación, racismo y xenofobia que impide a estos pueblos vivir en libertad y con plena garantía a sus derechos.
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