11/29/2011

Nepomuceno vino, exigió, denunció y lo asesinaron; ¿Venganza de Calderón y el PAN?




Pedro Echeverría V.


1. Leopoldo Valenzuela, de Durango denunció la desaparición de su hijo, colaboró con las investigaciones, terminó asesinado. Marisela Escobedo de Chihuahua que exigió justicia por el asesinato de su hija Rubí, recorrió todas las “instituciones de justicia”, también fue asesinada. Asimismo Álvaro Sandoval (el “héroe de Juárez”) también de Chihuahua, fue ejecutado, y ahora Nepomuceno Moreno que al ser asesinado su hijo exigió justicia, participó además en las caravanas de la paz con justicia y dignidad, encabezada por Sicilia, fue asesinado ayer. Pero así como los gobiernos del PRI, los del PAN usan el mismo argumento mentiroso: los matamos porque eran parte del narco, o porque no quisieron parar su automóvil cuando se les indicó, o porque los confundimos o, de plano, porque llevaban mucha droga en su vehículo. ¿Cuándo un gobierno va a reconocer que es asesino?

2. ¿Qué hacen los dirigentes de partidos, candidatos y precandidatos a la Presidencia, aspirantes a senadores, a diputados, etcétera, a más de mil cargos? Dándose patadas y zancadillas, puñaladas traperas, para obtener un puesto electoral y un enorme salario 200 y 400 veces superior al salario de la mayoría de los trabajadores del país. ¿Cómo protestar si en México obtener un cargo es como sacarse varias veces la lotería nacional, es asegurar un buen dinero para usar toda la vida. Antes desde la izquierda gritábamos contra el PRI porque tenía diputados, senadores, presidentes municipales, a Fidel Velázquez, que llevaban 40 años en el poder; hoy panistas y perredistas están ya a punto de superar esa cantidad de años chupando del mismo presupuesto público. En cuanto al PRI y el PAN –como partidos burgueses- no hay contradicción; pero entre la mayoría del PRD que se dice progresista, es un cinismo brutal.

3. Entre tanto, desde el más allá, Leopoldo, Marisela, Álvaro, Nepomuceno siguen exigiendo justicia y advirtiendo que no hay que confiar en ningún gobierno, menos en sus soldados y policías que tienen órdenes de matar. Esas sencillas personas no pertenecían a partido político alguno ni eran agitadores, sino que simplemente reclamaban justicia para sus hijos o familiares muertos y, en lugar de que el gobierno haga justicia prefirió ajusticiarlos. Me recuerda la “justicia” que durante décadas se aplicó contra los campesinos que luchaban por tierras para trabajar: “Quieres tierras, pues te damos tierra”, es decir, sepultura. Así ha actuaron los gobiernos del PRI durante 70 años y lo mismo han hecho los gobiernos del PAN durante once años. ¿Qué podríamos esperar de los siguientes gobiernos cuyo único objetivo sea conservar el poder, por encima de todo? Me parece que todo se reduce al problema del poder económico y político.

4. Hoy La Jornada publica un trabajo de Fernández-Vega sobre el salario mínimo que parte de investigaciones de la facultad de economía de la UNAM. Dice que “hasta la propia Comisión Nacional de los Salarios Mínimos reconoce” que el poder adquisitivo real del mini ingreso equivale (octubre de 2011) a 10.09 pesos, es decir 83 por ciento menos que su valor nominal. Habla el artículo de que en diciembre de 2000 el poder adquisitivo real del salario mínimo era de 10.31 pesos; en igual mes, pero de 2006, con Calderón, tal indicador había caído a 10.17 pesos, y en el décimo mes del presente año a 10.09 pesos. Todo ello, desde luego, para vivir mejor. Entonces, de acuerdo con este criterio, en 2012 el aumento real al mini ingreso oscilaría entre 3 y 5 centavos de peso. ¿Qué quiere decir? Que en los sesenta y setenta podíamos comprar una canasta básica de productos completa y a partir de entonces, hoy, sólo podemos comprar el 10 por ciento.

5. Señala que la caída en el poder adquisitivo durante el gobierno de Felipe Calderón sigue siendo mayor que la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari. Los discursos no sustituyen la realidad que enfrentan diariamente las amas de casa, los trabajadores del campo y de la ciudad. Se ha dado una caída en las condiciones de vida de los trabajadores similar a la sufrida en la llamada década perdida (la de los años 80 del siglo pasado), mostrando así un retroceso. De continuar la tendencia en la pérdida del poder adquisitivo, el salario mínimo presentaría una pérdida histórica mayor a la registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo que fue de 51.1 por ciento, y que podría alcanzar el 62 por ciento por ciento de pérdida del poder adquisitivo, la mayor caída desde los años 40 del siglo pasado. Estos desastres son causa de risa para los ricos y clases medias altas, pero para la inmensa mayoría una penalidad.

6. ¿Cómo pueden protestar los dirigentes de partido, sus senadores y diputados, acerca de la intensificación de los crímenes en el país, apoyar demandas de 23 mil ciudadanos contra Calderón en La Haya, si se sienten bien comidos, bien bebidos y bien cubiertos en sus viajes en México y en otros países? No recuerdo si el jefe patronal Sánchez Navarro decía en los años sesenta que estaba muy bien que su hijo fuera comunista de joven para cuando sea grande fuera un buen capitalista. La realidad es que –según los partidos- no pueden manchar su trayectoria apoyando asuntos pequeños de asesinatos y delincuencia por que ellos luchan por cosas superiores. Pero en estos años, cuando la población se dé realmente cuenta que todos los políticos son más de lo mismo, es decir, que sólo buscan cargos y poder, dejará de votar y esperanzarse que políticos y gobernantes que sólo ven por sus intereses particulares.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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