Pedro
Echeverría V.
1. El
maravilloso movimiento estudiantil mexicano “#YoSoy132” recibió en México a la
líder estudiantil chilena Camila Vallejo con un gran discurso testimonial en el
que se expresa su apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil chileno,
asimismo recordaron que los une la solidaridad de los pueblos de América Latina.
Advirtieron los mexicanos que “están cansados de ser víctimas de un modelo
político, económico y social que sólo espera que estemos callados”. A lo que la
visitante Camila –joven de 24 años- respondió que la movilización de miles de
estudiantes chilenos a partir de mayo de 2011 cambió a su país, pero destacó que
este proceso no fue de generación espontánea. “Reivindicamos nuestra historia.
Somos herederos de muchas otras generaciones que lucharon por una democracia
plena”. Es decir, tanto chilenos como mexicanos somos herederos de las duras
luchas campesinas, obreras, populares, que nos
antecedieron.
2. El
sistema opresor quiere que los trabajadores no protesten, que no salgan a la
calle, que guarden silencio –que estén calladitos “porque se ven bonitos”- a
pesar de su miseria y hambre. Pero los estudiantes de “Soy 132” piensan
distinto: tienen la convicción de que el pueblo mexicano ha sido durante muchas
décadas víctima de engaños y manipulaciones de los medios de información
(Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula) de los políticos del PRI y de los que han
tenido enorme poder. Por eso la líder estudiantil chilena señaló: “No
perseguimos fantasmas del pasado, sino a un sistema que está más vivo que
nunca”. Debemos mantener una capacidad autocrítica dentro de los movimientos
sociales para no caer en un “narcisismo social”, pero también destacó la
necesidad de abandonar viejos esquemas en los que “se exige a los de siempre
cambios que sabemos nunca van a hacer”. Nuestras falsas
esperanzas.
3. Le
pareció importante a la joven Camila el trabajo por las “redes sociales, pero advirtió que la construcción de un
movimiento social con capacidad de transformación “sólo se construye persona a
persona”. ¿Qué puedo entender? Que sólo un porcentaje muy pequeño de la
población –quizá la que puede influir más- tiene oportunidad de estar en las
redes de Internet, Faceboock, Twiter, etcétera; pero el 80 por ciento de la
población –aunque invadida totalmente por la manipuladora TV- sólo puede ser
convencida “persona a persona”. Esto es: el movimiento estudiantil debe ser
apoyado por nosotros, por el pueblo, pero debe acudir a las concentraciones de
los engañados y manipulados por la TV (plazas, mercados, colonias y barrios)
si desea que el pueblo adquiera una conciencia crítica. Las escuelas y
universidades están bien como motor de arranque, como chispa que puede encender
la pradera.
4. Pero
por otro lado la joven líder Camila
Vallejo nos ha dicho que los estudiantes chilenos luchan masivamente, es decir,
muy fuerte y de manera decidida, contra la privatización de la educación a la
que sólo tiene acceso una minoría de estudiantes de clases altas y medias y, al
mismo tiempo, a favor de una educación pública, gratuita y laica que esté al
servicio del pueblo. Esa justa batalla –aunque no de manera consecuente- es la
que durante muchos años han dado en México los estudiantes de la UNAM, del POLI, de
la UAM, del
Colegio de Bachilleres que han sufrido desde 1982 enormes recortes al
presupuesto público. Sin embargo, aunque el movimiento estudiantil lleva doce
años inmovilizado, los maestros de la Coordinadora (la CNTE) se han encargado de
levantar esa bandera con la mayor dignidad exigiendo al gobierno que deje de
dañar la educación pública autorizando más presupuesto.
5. Sería
un error plantear el cierre de colegios o universidades privadas por el hecho de
ser para hijos de privilegiados; no debe olvidarse que originalmente esos
centros educativos de carácter
privado surgieron para ayudar al Estado en caso de que no tuviera los recursos
para proporcionar el 100 por ciento de la educación. Pero lo que sí tenemos que
pelear es para que el Estado no permita que se abran más colegios particulares
(sobre todo cuando son enormes negocios) y destine el presupuesto necesario para
que la educación pública admita a todos los solicitantes (cero rechazados) y
brinde una buena educación. Como bien decía el Dr. Mora hace casi 200 años: “El
Estado no puede ceder a privados la educación (ideológica) del pueblo”. Así que
la lucha de los estudiantes chilenos, franceses, italianos y mexicanos contra
las mentiras y la manipulación –contra la mala educación- es una batalla
esencial. (16/VI/12)
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