Desocupación (Tasa nacional trimestral, serie unificada / var. %) |
A cuatro meses de que concluya el sexenio de Felipe Calderón, el empleo en México agudiza su precarización, pues 21 de personas están hundidas en la informalidad (14’261,000), la subocupación (4’484,000) y el (2’300,000), contra 15 millones que cuentan con un empleo formal y remunerado.
La última encuesta de Ocupación y Empleo del INEGI detalla, por ejemplo, que en el segundo trimestre del año se incrementó a 37 los con estudios profesionales (contra 36.59 del primer trimestre), mientras que también aumentaron el número de personas con necesidad de trabajar horas extra (subocupadas) y buscar un nuevo empleo ante la insuficiencia del que percibe, que pasó de 8.8 en mayo a 9.91 por ciento en junio.
Otro dato preocupante del reporte del INEGI es que 32 millones 453 mil 300 personas perciben de cero a dos salarios mínimos, lo que favorece que más ciudadanos se unan a las filas de la informalidad.
Los datos del INEGI señalan que tan sólo en el último año 830 mil personas se sumaron a trabajar en condiciones precarias: sin salarios fijos, seguridad social, prestaciones laborales ni acceso a servicios de salud de calidad.
Lo anterior favoreció a que la tasa de informales alcanzara su cifra récord de 14.2 millones, lo que representa el 29.3 por ciento de la población ocupada.
A pesar de que el gobierno federal presume la creación de empleos formales registrados ante el IMSS, lo cierto es que la cifra de trabajadores informales está por alcanzar a los 15.2 millones de formales.
El Instituto a cargo de Eduardo Sojo también alertó sobre la tasa de personas en condiciones críticas de ocupación, definida como la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana, que trabaja más de ese lapso pero con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo o que labora más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos. Esta población representa el 11.71 por ciento, por arriba de los 11.44 del segundo trimestre de 2011.
La última encuesta de Ocupación y Empleo del INEGI detalla, por ejemplo, que en el segundo trimestre del año se incrementó a 37 los con estudios profesionales (contra 36.59 del primer trimestre), mientras que también aumentaron el número de personas con necesidad de trabajar horas extra (subocupadas) y buscar un nuevo empleo ante la insuficiencia del que percibe, que pasó de 8.8 en mayo a 9.91 por ciento en junio.
Otro dato preocupante del reporte del INEGI es que 32 millones 453 mil 300 personas perciben de cero a dos salarios mínimos, lo que favorece que más ciudadanos se unan a las filas de la informalidad.
Los datos del INEGI señalan que tan sólo en el último año 830 mil personas se sumaron a trabajar en condiciones precarias: sin salarios fijos, seguridad social, prestaciones laborales ni acceso a servicios de salud de calidad.
Lo anterior favoreció a que la tasa de informales alcanzara su cifra récord de 14.2 millones, lo que representa el 29.3 por ciento de la población ocupada.
A pesar de que el gobierno federal presume la creación de empleos formales registrados ante el IMSS, lo cierto es que la cifra de trabajadores informales está por alcanzar a los 15.2 millones de formales.
El Instituto a cargo de Eduardo Sojo también alertó sobre la tasa de personas en condiciones críticas de ocupación, definida como la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana, que trabaja más de ese lapso pero con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo o que labora más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos. Esta población representa el 11.71 por ciento, por arriba de los 11.44 del segundo trimestre de 2011.
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