Detrás de la noticia
Francia
recibió a sus héroes olímpicos llegando a la capital del mundo en su
tren de gala: el festejo fue, por supuesto, en los Campos Elíseos;
luego, los atletas desfilaron por la tarde de París saludando a los
aficionados. En Santo Domingo, capital de la República Dominicana,
miles acompañaron a sus atletas desde el aeropuerto y a través de 20
kilómetros de marcha triunfal hasta su centro histórico donde hubo una
gran fiesta. En China, miles de aficionados con ramos de flores
siguieron a sus exitosísimos deportistas del aeropuerto a Beijing en
una calurosa bienvenida en la que se escucharon mensajes de varios de
sus medallistas. Guatemala vivió un día de júbilo a la llegada de su
delegación, que fue recibida por el presidente y la vicepresidenta y
luego de una caravana fue aclamada por miles de entusiastas chapines.
Los holandeses montaron una espectacular escenografía en forma de
medalla en la célebre Stationsplein que se vio desbordada por los
decenas de miles que fueron a vitorear a sus atletas. En Brasil, la
imponente Sao Paulo fue la ciudad encargada de recibir al ritmo de
batucada interminable a sus competidores que, trepados en carros de
bomberos, fueron celebrados con alegría tumultuaria. En México, los que
quieran ovacionar a nuestros “héroes olímpicos” tendrán que pagar de
200 a mil pesos para ingresar al estadio Azteca. Y es que los vivísimos
directivos de la Federación Mexicana de Futbol creen que todos somos
idiotas. Así que a algún genio imbécil se le ocurrió que sería muy buen
negocio obligar a la gente a asistir al estadio y sacarle lo que se
pudiera con el pretexto de un homenaje a nuestros ganadores de la
histórica medalla de oro frente a Brasil.
Una
decisión tan centavera que lo único que hace es revelar una vez más la
concepción mediocre y mercantilista de nuestros dirigentes deportivos.
Todos ellos incapaces de entender la importancia social que alcanza el
futbol en el mundo entero, pero sobre todo en un país como el nuestro,
tan urgido de fiestas auténticas como de buenas noticias.
Pero
vamos por partes: antes que nada habría que reconocer los admirables
esfuerzos individuales de Paola, Alejandra, Germán, Iván, Laura, Aída,
Mariana, Rosario y, por supuesto, de todos los integrantes del equipo
de futbol que nos han dado una alegría tan grande, que cupo ahí la
lágrima inolvidable del Flaco Tena, cuando se escuchaba nuestro himno
nacional en el mítico estadio de Wembley.
Sin
embargo, no podemos dejar de reconocer que, como país, seguimos
acumulando fracaso tras fracaso en materia deportiva: un potencial de
110 millones de habitantes; el lugar número 12 de la economía global;
más de siete mil millones de pesos en infraestructura, que es el
presupuesto de la Comisión Nacional del Deporte y 600 millones de pesos
tan sólo en el rubro de atletas de alto rendimiento. Y claro que las
comparaciones son odiosas pero más que nunca necesarias. Desde luego no
hay necesidad de establecerlas con los países más desarrollados o de
mayor crecimiento económico como EU, China y las potencias europeas. No
es necesario marcar diferencias abismales. Pero basta con mencionar
países de economías raquíticas frente a la nuestra —número 12 del
mundo— que alcanzaron muchos mejores resultados: Kenia, economía 83,
con 11 medallas, dos de oro; Etiopía, una de las naciones más pobres de
la tierra alcanzó tres medallas de oro y otras cuatro de plata y
bronce; Jamaica, de la centésima parte de nuestro potencial económico,
se llevó cuatro de oro y 12 en total. Sí, ya sé que me dirán que estos
son países que tienen corredores excepcionales. El problema es que
nosotros no somos excepcionales en nada.
El
tema no es ese. Y ahí está el caso de Cuba, que con el PIB 64 del mundo
quedó en el lugar 15 del medallero general de Londres 2012 con cinco
preseas áureas y un total de 14. La diferencia es elemental: allá el
deporte es prioridad nacional, un asunto de estado; mientras aquí
seguimos con los mismos voraces y panzones dirigentes de toda la vida o
tenemos al frente de la Conade a Bernardito, cuyos únicos méritos son
la oportunista renuncia a una candidatura presidencial de pacotilla y
ser muy cuate del presidente Calderón.
¡Ah! También están los miserables que quieren cobrarnos por aplaudir.
@RicardoRocha_MX
ddn_rocha@hotmail.com
Periodista
ddn_rocha@hotmail.com
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