Madrid, 14 may. 13, AmecoPress. La
visión de género y el punto de vista de las mujeres no está
representado de forma equitativa en los medios de comunicación. No solo
tienen menor presencia como autoras de las informaciones que aparecen
en la portada de los periódicos sino que también protagonizan menos
historias de primera página. Los periodistas apenas recurren a fuentes
expertas femeninas y la imagen de las mujeres que ofrecen los medios
está fuertemente esteriotipada.
Los datos del
informe ‘Vistas pero no escuchadas: cómo las mujeres hacen noticias de
portada’, publicado por la organización Women in Journalism, y del
Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2010 (GMMP), demuestran que las
mujeres protagonizan menos historias que los varones y les son
encomendadas fuentes como espectáculos, cultura o salud, contrario a
los periodistas que generalmente se encargan de temas de política
nacional e internacional, economía e incluso deportes.
Un análisis
realizado por el diario El País, sobre las principales noticias de los
periódicos españoles, reveló que las periodistas apenas firman 26 por
ciento de los artículos de la primera página, mientras que los hombres
lo hacen el 63 por ciento de las veces.
Una de las
razones de este desequilibrio, según aseguran las personas expertas, es
que la distribución de hombres y mujeres en las áreas temáticas de la
redacción es desigual. “Este problema está ligado a que los hombres son
mayoría, y están al frente, en las secciones de mayor peso de los
medios impresos (política, economía, corresponsalías, enviados
especiales, investigación o internacional). Son las secciones que
suelen copar a diario las portadas”, explica Nemesio Rodríguez,
vicesecretario de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y
vicepresidente de FAPE.
Un informe de
la Asociación de la Prensa de Cádiz (2004) advertía de la “diferencia
notable” entre las tareas a desarrollar por género. Los varones
predominan en tareas de redacción (54 por ciento frente al 46 por
ciento), en coordinación y redacción (63 por ciento frente al 38 por
ciento), en dirección y coordinación (82 por ciento frente al 18 por
ciento) o jefaturas de sección (73 por ciento frente al 27 por ciento).
Mientras que las mujeres superan a los hombres en tareas como auxiliar
de redacción (71 por ciento frente al 29 por ciento) y en las
relaciones con los medios.
También el
“Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, de la APM, acredita
que pese a la igualdad en el número, el porcentaje de mujeres con cargo
en las redacciones es mucho menor que el de los hombres.
Para Aidan
White, Secretario General de la FIP, este es un problema muy grave. “En
un mundo en el que las “noticias serias” todavía las escriben y las
presentan sobre todo hombres, los periodistas tienen que defender la
igualdad de género. Esta igualdad no es solo un asunto de mujeres; todo
el mundo se beneficia si se elimina la discriminación”, defiende.
“Hay quien
aboga por las cuotas de género, con el argumento de que la igualdad no
se producirá de forma natural. Habría que incentivar a las empresas que
fomenten la conciliación y que los convenios apliquen criterios de
paridad. También que los hombres puedan disfrutar de un permiso de
paternidad igual que el de la mujer, a fin de que no recaiga sobre ella
todo el peso de la maternidad”, defienden desde la APM.
“Por su parte
la FIP propone medidas complementarias para reducir las diferencias
salariales entre sexos. Por ejemplo: promover inspecciones salariales,
aumentar la posibilidad de un trabajo más flexible, mejorar los
derechos de maternidad/paternidad y que se tengan en cuenta cuestiones
ligadas al género en la negociación de los convenios colectivos”.
Invisibilización y estereotipos
El momento
actual es de una fuerte discriminación de las mujeres en los medios de
comunicación, como protagonistas de las noticias y como hacedoras de
las mismas. El trato diverso como protagonistas tiene dos formas
predominantes: la invisibilización y la construcción de estereotipos.
Según el
Proyecto GMMP, las mujeres aparecen como “sujetas” de las noticias sólo
en el 24 por ciento de las mismas, es decir que por cada mujer que
aparece, hay cuatro varones. Asimismo, el estudio arroja resultados
parecidos sobre el sexo de las fuentes en los medios generalistas. El
91 por ciento de las personas expertas y 82 por ciento de los
portavoces consultados son hombres.
En opinión de
Nemesio Rodríguez esto se produce “por pura discriminación, ya que son
tan válidas como los hombres como portavoces, expertas, profesionales o
líderes de opinión”.
Otro
indicativo de que los estereotipos se reproducen en la prensa es que el
17 por ciento de ocasiones en las que se menciona a una mujer se cita
su situación de parentesco. Este tipo de identificación solo se utiliza
para el 5 por ciento de los varones. También en las fotografías hay una
escasa presencia femenina.
La igualdad de
trato no es posible sin las voces de las mujeres a la par de los
hombres, como hacedoras, como expertas y como protagonistas. La
responsabilidad de los medios de comunicación con el público no es
completa si una parte de la sociedad es invisibilizada. Y si sucede que
en muchos ámbitos de la vida pública las mujeres aún no ocupamos el 50
por ciento de los espacios se debe a muchos factores y barreras. Que
estas barreras existan es ya una noticia que merece ser denunciada e
investigada.
El rol de los
medios de comunicación es central en la construcción de las sociedades
contemporáneas: conforman identidades e impactan de lleno en el diseño
del imaginario colectivo o lo que es lo mismo, en la imagen del mundo.
Una imagen equilibrada de mujeres y hombres en los medios tendría
amplias posibilidades de conformar un mundo más igualitario.
Fotos archivo AmecoPress
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