El Centro Penitenciario de Mujeres
Ceiba Cuatro, de la provincia de Artemisa, aplica programas educativos
con el objetivo de contribuir a la plena reintegración social de la
internas.
Como en otras prisiones
de régimen abierto de Cuba, allí las reclusas reciben cursos de
capacitación técnica de bordado, jardinería, corte y costura y enchape,
además de que participan en obras sociales o económicas, explicó la
teniente Yauquenia Peñalver, jefa de tratamiento educativo.
Asimismo,
desarrollan actividades culturales y deportivas y cuentan con una
pequeña biblioteca que incluye materiales complementarios de la
superación, añadió Peñalver.
Aunque en
privación de libertad, estas féminas ejercen su derecho a la maternidad
y participan del programa Educa a tu Hijo (en el primer año de vida del
infante), con el apoyo de otros miembros de la familia, expuso la
oficial.
La reclusa
Susana Caleyo significó que en Ceiba Cuatro cursó estudios de cocinera,
en la actualidad transmite esos conocimientos a otras internas, y en la
propia institución se incorporó al trabajo socialmente útil y
remunerado.
Amelia Ferrer,
de la agrupación Promesa de Amor, la cual lleva el arte a comunidades,
escuelas y a sus compañeras de la penitenciaría, dijo que la cultura
contribuye a ser mejor personas y a compensar la añoranza por la
familia, acotó.
Internas de
Ceiba Cuatro trabajan en la fábrica de medios de protección Provari, en
proceso de ampliación, donde confeccionan mensualmente hasta cinco mil
guantes para soldadores, y reciben el salario según su productividad,
explicó Vilma Rodríguez, jefa de la unidad laboral.
(Con información de la AIN)
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