Esta preaudiencia se dividió en dos partes, el día 9 de noviembre se
presentaron diversos casos de agravios contra el pueblo maya en la
península de Yucatán; al siguiente día se escucharon testimonios
personales de las personas agraviadas.
Los días 9 y 10 de noviembre de 2013, se llevó a cabo la Preaudiencia
“Táan u xu´ulsaj k-kuxtal” (están acabando con nuestra vida) del
Tribunal Permanente de los Pueblos-capítulo México. Políticas de
exterminio contra el pueblo maya, del eje: Violencia contra el maíz,
soberanía alimentaria y autonomía, en la escuela de agricultura ecológica U yits ka´an de Maní, Yucatán.
El Tribunal Permanente de los Pueblos
(TPP) es un tribunal ético, internacional, de carácter no
gubernamental, continuador de la experiencia del Tribunal Russell que
en su tiempo juzgó los crímenes de Estados Unidos en Vietnam y a las
dictaduras latinoamericanas. En palabras de organizadore, el TPP, es un
proceso de año y medio, que ha servido para sistematizar todos los
agravios a los pueblos. La gente agraviada puede ser escuchada en un
espacio de encuentro.
Esta preaudiencia se dividió en dos
partes, el día 9 de noviembre se presentaron diversos casos de
agravios contra el pueblo maya en la península de Yucatán; al siguiente
día se escucharon testimonios personales de las personas agraviadas.
La preaudiencia comenzó el día 9 con
una oración dirigida por Ernestina López Bac, teóloga maya Cakchikel;
recordó que ese era un día especial, el 2 aurora o amanecer,
explicó que durante la aurora empieza a desvanecerse la oscuridad para
dar paso a la luz, y que ese amanecer nos invita a la esperanza.
Ernestina López Bac, o hermana Tinita
como cariñosamente le llamaron, formó parte del equipo de
dictaminadores y dictaminadores del tribunal, equipo se conformó
también por Gloria Muñoz Ramírez, Raúl Lugo Rodríguez, Sylvia Marcos,
Carlos Vicente, Andrés Carrasco, Luis Macas y Sara López González,
quienes atentamente escucharon con interés y preocupación cada caso; al
finalizar cada presentación realizaron preguntas.
El primer caso fue el de San Antonio
Ebulá, Campeche, un caso de desalojo violento e impunidad. 76 familias
fueron desalojadas violentamente mientras veían como todo su patrimonio
era destruido por parapolicías al servicio del empresario Eduardo
Escalante, quien se dice dueño de las tierras donde se asentó la
comunidad, la agresión se llevó a cabo “a vista y paciencia” de las
autoridades.
De este caso siguió, el de despojo de
tierras en el municipio de Hopelchén, Campeche; el “mosco” Pereira, con
engaños despojó a ejidatarios de más de 99 hectáreas de tierras, el
ejido ha demandado, sin embargo, las autoridades correspondientes han
favorecido a los ladrones.
También escuchamos otro caso de
despojo, el de la población de Chablekal, Yucatán. Personas del ejido
fueron privadas de sus derechos agrarios en procedimientos poco claros.
El gobierno ha sido comprador de estas tierras a bajísimos costos para
después revenderlas. Las tierras de Chablekal son codiciadas por
encontrarse al norte de Mérida, zona que actualmente está siendo
explotada para crear fraccionamientos y zonas residenciales exclusivas.
Posteriormente se presentó el caso de
las poblaciones que se encuentran al poniente de Bacalar, Quintana Roo.
Las tierras ejidales son vendidas a extranjeros y consencionadas a
Monsanto. Por una parte, preocupan las facilidades que se le otorgan a
extranjeros para comprar las tierras que se despojan a ejidatarios y
por otro, la contaminación de la apicultura a causa de la siembra de
soya transgénica por parte de Monsanto. De acuerdo a lo expresado por
uno de los representantes, los gobiernos ahorcan con la pobreza a los
ejidatarios para obligarles a vender sus tierras.
El siguiente caso fue el de la
contaminación que ocasiona la soya transgénica, producida por
Monsanto, a la apicultura en Hopelchén, Campeche. En este municipio
hay 14 mil hectáreas de soya transgénica. En 2011 se otorgaron los
permisos para la siembre de soya transgénica, en 2012 se logró la
suspensión provisional de los permisos y en 2013 se levantó dicha
prohibición.
La contaminación de la miel es
sumamente grave ya que el mercado europeo no quiere presencia de
transgénicos en la miel, esto afecta la economía de apicultores mayas.
Los menonitas han tenido todas las facilidades para sembrar la soya
transgénica y han deforestado el municipio de Hopelchén. Además, se
está autorizando la perforación de pozos para la extracción de agua.
Otro caso que involucra al municipio de
Hopelchén, es el despojo de tierras a los pobladores del ejido X Kix,
a quienes les han arrebatado 1,300 hectáreas de tierra. Los apiarios de
esta zona se dañaron porque la empresa biomaster riega con químicos,
desde avionetas, a sus animales. Los ejidatarios han solicitado la
regularización de tierras, sin embargo, hasta la fecha no cuentan con
documentos que comprueben la existencia del ejido.
También se denunció el caso de la
expropiación, con engaños, de tierras de la ampliación forestal del
ejido Ich Ek, para la creación de la biósfera de Calakmul.
El último caso que se presentó fue el
de la construcción del Dragon Mart en Cancún, Quintana Roo. Este
proyecto traería consecuencias funestas para la zona de la costa,
además de que golpearía fuertemente la industria local. Los convenios
se firmaron en total oscuridad. Sus opositores han sufrido amenazas e
intimidaciones.
Después de la presentación de los casos se llevó a cabo un evento cultura y con esto finalizó la jornada el primer día.
Los testimonios no solo fueron de las
personas agraviadas por las políticas de exterminio, sino también el
equipo dictaminador compartió sus experiencias y sus luchas, ya sea
desde el periodismo de abajo, así como las luchas con sus pueblos, así
como desde el ámbito académico y el cristianismo de base.
Pudimos escuchar testimonios sobre la
organización para defender el maíz criollo, para organizarse de manera
independiente en la elaboración de proyectos que realmente respondan a
las necesidades de la población. También escuchamos las palabras de
Fray Tomás, acerca de la movilidad forzada del pueblo maya a causa de
la pobreza. Sobre las luchas de las mujeres mayas en la defensa de sus
derechos, sobre la educación colonizante, sobre las afectaciones a los
pobladores mayas de Hopelchén, Campeche y por último, la historia del
genocido maya.
Después de un receso para la comida, el
equipo dictaminador emitió un predictamen. En palabras del equipo
dictaminador, los casos presentados son formas de resistencia al
despojo y destrucción del planeta.
Los casos son un despojo sistemático,
síntoma del sistema capitalista. El despojo no solo es de las tierras
físicas, sino también del espacio donde los pueblos desarrollan su
cultura, espacio para seguir siendo pueblo. En todos los casos vimos la
alianza entre gobierno y empresarios. El despojo también destruye el
tejido comunitario indígena.
Desde la concepción del mundo maya, el
mundo material es uno de los componentes de la madre naturaleza y es
necesario que se complemente con el mundo de lo espiritual. La vida
para el pueblo maya es una construcción permanente en interrelación
entre todos los elementos vitales. Para la concepción maya, la
naturaleza es un sujeto actuante, y no un objeto. El equipo
dictaminador considera urgente la prohibición de los transgénicos y
declarar a la Península de Yucatán, junto con todo México como libre de
transgénicos.
Para finalizar, el equipo dictaminador
hizo propia la demanda, denunciando que las políticas del Estado
Mexicano están diseñadas para acabar con el pueblo maya, y exhortando
al Tribunal Permanente de los Puebos que condene al Estado Mexicano por
este exterminio.
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