(La Silla Rota).- La
Procuraduría General de la República (PGR) informó que tras la
aplicación de una técnica para evaluar el ADN mitocondrial en los
restos hallados en el basurero de Cocula, Guerrero, no se pudo
encontrar la cantidad útil para obtener un perfil genético.
El dictamen elaborado por el instituto forense de Innsbruck
establece que el calor excesivo destruyó el ADN nuclear y el ADN
mitocondrial que permitirían identificar si se trata de los cuerpos de
los 42 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26
de septiembre en Iguala.
El informe concluye que tras la aplicación de una técnica de
cuantificación muy sensible para evaluar la cantidad de ADN
mitocondrial, no se encontró cantidad útil de ADN que permitiera
obtener un perfil genético bajo esta técnica, informó la dependencia
federal en un comunicado.
De acuerdo con la PGR, los forenses indicaron que se puede utilizar
una tecnología novedosa llamada Secuenciación Masivamente Paralela
(Massively Parallel Sequencing MPS), la cual podría servir como una
herramienta útil para seguir con las investigaciones de los restos
enviados.
“Esperamos que estos análisis tomen 3 meses, pero no podemos
proporcionar una fecha de terminación definitiva”, establece la
dependencia.
No obstante, indica, si se aplica esta técnica se corre el riesgo
“que los extractos de ADN sean consumidos sin obtener ningún resultado
adicional de ADN que ayudaría en el proceso de identificación".
Los forenses añadieron que no pueden proporcionar un estimado sobre
si el resultado será exitoso, pero consideran que “las especificaciones
técnicas de la MPS son más prometedoras que cualquier otro método de
identificación genética molecular existente".
A pesar del riesgo latente en la técnica MPS, la PRG solicitó al
Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck que
proceda de inmediato a realizar los estudios.
El pasado 12 de noviembre, la PGR anunció que los restos humanos
hallados en una barranca y un río se enviaron a un laboratorio en
Innsbruck, Austria, para su análisis forense.
De estos restos encontrados sólo uno ha sido identificado como
Alexander Mora Venancio, quien pertenece a los 43 normalistas de
Ayotzinapa.
Dichos resultados llegaron a la PGR el 4 de diciembre de 2014, dijo en su momento el procurador Jesús Murillo Karam.
Dudas de científicos
En noviembre pasado científicos de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) pusieron en duda que los cuerpos pudieran ser
incinerados en la forma que dice la PGR documentó.
Jorge Montemayor, investigador titular del Instituto de Física de la
UNAM, dijo que "es imposible que hayan sido quemados en Cocula, y la
autoridad está en un serio problema. La hipótesis de que fueron
quemados en el basurero no tienen ningún sustento en hechos físicos o
químicos naturales".
De acuerdo al investigador, para convertir en cenizas 43 cadáveres
se necesitaba más que basura, se requieren dos tráileres de leña y 53
kilogramos de gas por cada cuerpo o en todo caso, 995 llantas de
transporte de carga, como evidencia, quedarían 2.5 toneladas de alambre
de acero, escenarios que no se dieron.
En la misma forma se manifestó Lorena Valencia Caballero, jefa de la
Unidad de Investigación de la licenciatura en Ciencias Forenses de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien dijo que para
realizar ese tipo de quema se requieren conocimientos
mutidisciplinarios para conocer las condiciones ambientales,
geológicas, físicas y químicas.
‘‘No cuento con las evidencias sobre ese caso particular, pero puedo
aportar mis conocimientos sobre la literatura relacionada con los
crematorios. En estos hornos la temperatura oscila entre los 600 y 940
grados centígrados; se trata de hornos cerrados diseñados para quemar
un cuerpo, que puede tardar en calcinarse de dos a cinco horas,
dependiendo de la temperatura y la complexión del individuo.
‘‘Pero aun después de este proceso se necesita un segundo, que es la
trituración de algunos huesos y de la dentadura. Estos restos que no se
alcanzan a pulverizar deben pasar por una máquina para finalmente
transformarlos en cenizas. Se habla de que se usó una cerca de piedras,
pero, ¿hasta qué punto se tiene conocimiento para controlar eso? En un
ambiente así (el basurero) es complejo evitar que el fuego se
propague”, explicó entonces la experta.
arg/jlr
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