MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*
Una de las principales formas que el gobierno usa para disuadir la protesta social es la represión.
Ya lo hemos visto estos últimos meses con el caso Ayotzinapa y con las
múltiples manifestaciones pacíficas en las que las fuerzas de seguridad
han ejercido abuso de autoridad y hasta brutalidad policiaca.
Otra forma, la más extrema, ha sido el asesinato de activistas. Acallar
la protesta, la lucha social, matando a las y los defensores de
Derechos Humanos o a las y los dirigentes es la forma que usan los
gobiernos cuando ya no pueden contener el reclamo de su nefasto actuar.
Sin embargo, en esta época en la que el tema de los Derechos Humanos,
por fortuna, retumba cada vez más fuerte… Ya no es tan sencillo.
En unos cuantos meses el prestigio que había logrado el gobierno
mexicano con las mal llamadas reformas estructurales, o México S.A. de
C.V., se derrumbaron estrepitosamente por casos como Ayotzinapa y
Tlatlaya.
En esta época, en la que los gobiernos tienen que aparentar conducirse
democráticamente, cuando se habla de buena gobernanza, de rendición de
cuentas, de actuar con la debida diligencia, del uso razonable de la
fuerza, son menos visibles las estrategias que utiliza para “ahorcar” a
las personas y organizaciones que les piden cuentas, que les exigen,
que los ponen en evidencia por su acción u omisión.
Así, una de las principales estrategias es limitar los financiamientos
a las organizaciones civiles sin fines de lucro que destinan su energía
para tratar de construir ciudadanía –matarlas por inanición.
Sí, porque no estoy hablando de las organizaciones de corte
asistencialista, que son las que generalmente reciben los presupuestos.
Los proyectos de estas organizaciones se centran en tener comedores,
dar abrigo a las mujeres violentadas, dar juguetes, entre otras
actividades de corte más filantrópico o caritativo.
Lo cual no es malo, claro que no, porque las necesidades en este país
son muchas y hay personas que no tienen nada para comer o niñas que un
juguete las hace felices, porque nunca lo han tenido en su vida o,
muchas veces, un refugio puede salvar la vida de una mujer.
A lo que me refiero es que los presupuestos deberían destinarse de
forma equitativa tanto a las organizaciones de corte asistencialista
como a las que procuran promover los Derechos Humanos de las mujeres
para que éstas los conozcan y los ejerzan, para las y los defensores o
quienes promueven la ciudadanía social a partir del conocimiento de las
garantías humanitarias, cómo se defienden y se ejercen.
Somos las organizaciones que promovemos la difusión de los Derechos
Humanos, su ejercicio pleno y la búsqueda de la sanción cuando se
niegan estos derechos, las que somos castigadas en el otorgamiento de
financiamientos y a quienes cada día se nos imponen mayores cargas
fiscales y “tramitologías”.
Hasta los albergues para mujeres, niñas, niños y adolescentes
maltratados pasan cada año en estas fechas por tiempos difíciles y
carencias porque no salen las convocatorias, no llegan los recursos y
las víctimas ahí están y comen diario.
Por levantar la voz contra personajes como Cuauhtémoc Gutiérrez de la
Torre, por decir que lo que hizo este personaje durante muchos años es
trata; por defender a las familias del caso Ayotzinapa, de la Guardería
ABC, de Tlatlaya, de las personas desaparecidas… son éstas y otras las
razones del por qué el gobierno priista ha boicoteado diversas fuentes
de financiamiento para diversas organizaciones civiles.
Y lo escribo justo a inicios de año porque es en estas fechas en que a
las organizaciones que hemos trabajado muchos años estos temas nos
revienta la realidad en nuestra propia sobrevivencia, al no contar con
los suficientes recursos para seguir operando de manera óptima, al no
contar con un benefactor o un capital que nos respalde y nos permita
cumplir con nuestro objeto social, mientras hay funcionarios que tienen
mansiones de varios millones de pesos.
Entonces, es cuando comprobamos que para callarnos lo pueden hacer de
una forma lenta y sutil, y a veces logran disminuir nuestras
capacidades, o que el equipo se cimbre o reduzca.
Pese a ello, es cuando también reafirmamos nuestro compromiso con los ideales que nos dieron vida.
Si lo que quieren es callarnos o matarnos por inanición, no lo van a lograr.
Twitter: @CATWLACDIR
*Directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en
América Latina y el Caribe, (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
CIMACFoto: César Martínez López, Cimacnoticias | México, DF.-
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