Jenaro Villamil
"Tierra sí, aviones no", el reclamo de Atenco en el Tribunal Agrario.
Foto: Miguel Dimayuga
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MÉXICO, D.F. (apro).- Integrantes del Frente de los Pueblos
en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco irrumpieron esta mañana
en el foro del Senado sobre el nuevo aeropuerto internacional de la
Ciudad de México, para subrayar que continuarán sus propuestas si se
decide la construcción de la terminal en los terrenos de Texcoco.
“No se sorprendan de ver nuevas protestas, marchas. La última década
ha sido ardua y dolorosa. La acción del 3 y 4 de mayo de 2006 fue una
respuesta a su revancha y Atenco ni se vendió ni está arrodillado”,
afirmó América del Valle, hija de Ignacio del Valle, quien encabezó las
protestas que frenaron el proyecto durante el sexenio de Vicente Fox y
el gobierno de Arturo Montiel en el Estado de México.
Los simbólicos machetes de San Salvador Atenco volvieron a aparecer
en el foro del Senado, pero no sólo los dirigentes del frente criticaron
el proyecto del nuevo aeropuerto. También el exdirector de la Comisión
Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Camargo, organizaciones
ambientalistas y senadores cuestionaron severamente la falta de
información y la viabilidad de esta terminal anunciada en 2014 por el
gobierno de Peña Nieto.
Luege consideró que la obra es un “crimen ecológico” y dijo que “no
existe estudio por parte de Conagua que demuestre lo que hoy dice el
gobierno”.
“El lago Nabor Carrillo debe mantenerse como zona para las aves migrantes”, reiteró el exfuncionario panista.
Adriana Almeida, del Centro de Transporte Sustentable, afirmó que el
nuevo aeropuerto incrementará en 12 kilómetros más los viajes, y
consideró que no ayudará en términos de transporte.
Roberto Eibenshutz, especialista de la UAM, cuestionó la viabilidad
de la nueva terminal por la crisis económica y el enorme costo de una
obra de este tipo.
El senador Alejandro Encinas coincidió con su homólogo Manuel
Bartlett en que detrás hay un gran negocio inmobiliario, donde ya se han
adquirido muchas hectáreas de reserva ecológica.
La construcción de la nueva terminal aérea “representa un error en
materia de planeación regional, desarrollo urbano, impacto social,
territorial y ambiental”, destacó el excandidato a gobernador del Estado
de México.
Legisladores panistas como Mariana Gómez del Campo también
cuestionaron la viabilidad de la obra y la falta de información en torno
del proyecto.
Citando a especialistas en sustentabilidad, Gómez del Campo afirmó
que el consumo de agua de la nueva terminal aérea será de 23.6 millones
de metros cúbicos al año, lo que representará otro enorme costo
ambiental para la Ciudad de México.
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