Soledad Jarquín Edgar
Con 20 mil pesos en la bolsa, María Cortés Alavés inició su campaña política como candidata a una diputación federal por el Tercer Distrito Electoral en Huajuapan de León, por el Partido Movimiento de Renovación Nacional (Morena).
Dispuesta a ocupar una curul en el Congreso federal, María Cortés, afirma que es tiempo de salvar a México del abismo en que se encuentra como resultado de la reforma energética aprobada por el actual gobierno.
En el tercer distrito electoral, compiten ocho candidatas mujeres y un hombre, este último del Partido Humanista. El distrito fue ganado en el pasado proceso electoral de 2012 por el PRD, con Gloria Bautista Cuevas. La primera vez que una mujer fue electa fue en el proceso electoral para conformar la LX Legislatura con Daysi Selene Hernández Gaytán. Fue con esta diputada federal con la que se rompió la hegemonía priista y varonil que prevalecía en la zona. De manera consecutiva otra mujer, esta vez por la vía plurinominal formó parte de la LXI legislatura, Juanita Cruz Cruz, ambas por el Partido de la Revolución Democrática.
La actual candidata de Morena, María Cortés, no le corre a las críticas, en especial de quienes en algún momento sostuvieron que Morena había puesto como candidata a una “ama de casa”. No le molesta, como tampoco le incomoda tener en su bolsa solo 20 mil pesos para la campaña, ni sabe a ciencia cierta si la misma cantidad recibieron los demás candidatos de su partido, como tampoco se detiene a pensar que esto podría ser para ella una desventaja frente al resto de las competidoras.
Luchadora social innata, María Cortés Alavés, parienta de José Alavés autor de la famosa Canción Mixteca, migró a Estados Unidos de Norteamérica cuando siendo una adolescente decidió no vivir con un alcohólico, pero no tenía manera de mantener a sus hijos. Así que la nacida en el rancho Santa Fe y la Mar, del municipio de Valle Nacional, Tuxtepec, decidió en 1971 pasar de manera ilegal la frontera del norte de México para residir durante varios años en la más cosmopolitan de todas las ciudades del mundo: Nueva York. En la actualidad tiene la doble nacionalidad.
Durante más de la mitad de su vida, María trabajó en una escuela secundaria en el servicio de limpieza y más tarde en la cafetería. Su disposición a escuchar a la gente hizo que se ganara la confianza de los y las jóvenes quienes le pedían consejo sobre los muchos problemas que enfrentaban como resultado de la violencia familiar o el uso de drogas por parte de sus padres.
Los ojos de María Cortés se abrieron cuando al mirar a su alrededor descubrió que la discriminación y el maltrato laboral eran el pan de cada día entre las familias conocidas. Se las ingenió y junto con otras personas decidieron formar la Asociación Tepeyac de Nueva York, mediante la cual emprendieron una ardua tarea de concienciación y educación sobre los derechos humanos a la población migrante. Así que de tres familias de Queens, número con el que iniciaron, la Asociación Tepeyac alcanzó a unas dos mil quinientas familias.
Con los años, María Cortés se fue a vivir a Richmond, Virginia, donde de igual forma, con dos amigas hondureñas formaron la asociación Madre Tierra.
Esta mujer, que a todas luces no es solo una ama de casa, recuerda que la primera acción emprendida fue cuando decidieron enfrentar a los restauranteros de origen chino, quienes explotaban a jóvenes latinos pagando apenas la quinta parte del salario autorizado.
María Cortés sostiene que la desigualdad se vive igual para hombres y mujeres, pero en el caso de los hombres tiene que ver con las intensas jornadas laborales “les exprimen hasta la última gota de sudor” y en relación con las mujeres ellas experimentan otro tipo de violencia, como el acoso sexual, un asunto del que las mujeres no siempre están dispuesta a rompe el silencio.
Pero no es solo en el trabajo donde las mujeres padecen la violencia, dice con pesar, cuando ellas se casan con anglosajones hemos encontrado casos de abuso doméstico so pretexto de que no tienen sus papeles en regla. A muchas no les permiten salir a la calle, a otras no las presentan con sus familias, las discriminan por no hablar inglés o por la diferencia en el color de piel y en general reciben la prohibición de hablar con el resto de las personas, las aíslan.
A estas mujeres, María Cortés y la organización Madre Tierra les mostraron que existen otros caminos, como la denuncia, que al mismo tiempo les abre la posibilidad de recibir la VISA VAWA o la Ley de Violencia contra la Mujer, que se otorga a quienes sufren violencia parte de sus parejas sin que para ello sea necesario que el abusador tenga conocimiento. En ese sentido María Cortés no recuerda los muchos casos lograron resolver.
La actual candidata por el distrito 03 de Huajuapan de León a una diputación federal, dice que frente al abuso y la discriminación la clave está en el conocimiento de los derechos humanos de la población migrante. Mostramos a la gente cómo “la migra no puede llegar a tu casa y sacarte porque no tienes papeles, eso es ilegal. Si tocan tu puerta, deben llevar una orden, pero la gente no lo sabía y se entregaba”. Tampoco pueden llamar a migración si te detienen por no tener licencia de manejo, en ese caso lo que debes hacer es ir ante un juez que te impone una multa.
A través de Tepeyac y luego con Madre Tierra emprendieron acciones mediante consejos sencillos que ayudaron a mucha gente, como las miles de tarjetas que entregaron a indocumentados en las que indicaban: Lo siento no hablo inglés y tengo derecho a un traductor. O que llevaran cambio siempre en la bolsa porque si en la calle una llamada cuesta 25 centavos de dólar, dentro de los centros de detención cada minuto cuesto siete pesos y la falta de monedas les impedía hacer su llamada. También les pedimos que guarden los documentos más importantes de una familia en una bolsa o maletín, porque muchas veces el padre y/o la madre son deportados y los hijos se quedan solos y nadie sabe dónde están sus papeles. Esto ocurrió en esta última etapa de Obama.
María Cortés dice que los métodos de la policía estadounidense lastiman a los migrantes, de ahí que lograran que al menos a las mujeres embarazadas indocumentadas no se les colocara el brazalete electrónico que le ponen a los migrantes como si se tratara de criminales, personas peligrosas, narcotraficantes e incluso terroristas, aún cuando se trate de mujeres y hombres adolescentes, jóvenes o adultos. “Eso te marca, te lastima y es el aviso constante de que ese no es tu país y por tanto no debes ir”.
De regreso en México tras una larga estancia de más de treinta años en Estados Unidos, María se instaló en Huajuapan de León, donde sigue ayudando a la gente, enseña a niños y niñas a leer y a escribir y a través de la radio comunitaria Tu`uñnusavi sigue dando consejos a los y las migrantes, sobre todo combate a los coyotes y a quienes intentan engañar a la gente, arrebatándole su dinero y diciendo que con siete mil pesos les consiguen su pasaporte y de esta manera ellos podrán entrar a Estados Unidos, señala como ejemplo.
Ese trabajo, su no adscripción a ningún partido político y el hecho de ser mujer fueron suficientes elementos para que “los de Morena” se fijaran en ella, apunta. María Cortés, con muchas ganas y 20 mil pesos recorre los 116 municipios que comprende este distrito, por cierto, el más grande de los once que hay en Oaxaca.
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