"La verdad histórica se está cayendo a pedazos, poco a poco la gente se va dando cuenta que no es verdad",
dijo por su parte Coizta Grecko.
(Foto: Karina Maciel)
El documental Mirar Morir. El Ejército en la noche de Iguala, dirigido por Coizta Grecko y producido por Témoris Grecko, aborda el papel de los militares el 26 y 27 de septiembre de 2014, pero también muestra los casos de otros desaparecidos.
En entrevista para Aristegui CNN, Témoris señaló que “ha habido un gran operativo de control de daños que ha implementado el gobierno”, con el que “han querido limitar las responsabilidades, han querido decir: bueno esto ocurre, son criminales, policías municipales, políticos municipales,
y todo se queda ahí. Han querido aislarlo en el tiempo y en el espacio,
lo que nosotros estamos intentando hacer es romper esas barreras del
mecanismo de la operación de control de daños, para decir: uno, no está
aislado en el tiempo, y no es lo que les pasó nada más a los jóvenes de Ayotzinapa”.
Expuso que lo ocurrido con los estudiantes de Ayotzinapa “fue
lo más grave de una larga serie de ataques contra la población civil,
amparados por el poder del Estado. El Estado no ha protegido a la
población civil, ha protegido a aquellos criminales que
instalaron un imperio del crimen en Iguala, en la región y mucho más
allá, que han estado desapareciendo a personas durante muchísimo tiempo.
Los cerros de Iguala son un inmenso cementerio clandestino, como el grupo Los otros desaparecidos
nos ha hecho ver, esto jamás ha terminado… por eso nosotros empezamos
el documental buscamos la búsqueda de los ciudadanos de Iguala que van a
los cerros a tratar de hallar las fosas clandestinas, donde si tienen
suerte encontrarán a su familiar”.
Recordó que los expertos de la CIDH quieren entrevistar a los soldados porque son testigos de los hechos, estuvieron ahí, y pueden aportar información,
“no los están criminalizando y si el Ejército quisiera demostrar su
interés en contribuir al esclarecimiento de lo que pasó ahí, diría: claro, entrevístenlos, ellos estuvieron ahí, ellos vieron cosas. Si no tienen nada qué temer, ¿qué es lo que están ocultando?”, preguntó.
Por ello lamentó que el general Salvador Cienfuegos, secretario de la
Defensa, lo vea como un asunto personal que no puedo permitir, más que
como un asunto de búsqueda de la justicia.
Sobre el docudrama “La Noche de Iguala”, Témoris comentó que
luego de que el gobierno quiso convencernos de que el asunto no
alcanzaba el nivel federal, ahora están recurriendo a la verdad
histriónica, que cuenta lo que no pasó, con ficción.
“Utilizar actores, para demostrar que los estudiantes de
Ayotzinapa eran criminales ligados a la banda de Los Rojos, que los
quemaron, los hicieron polvo y los echaron al río, que son
hechos no solamente no demostrados sino claramente impugnados con
diversos informes, y que realmente no ocurrió, pero ellos lo quieren
demostrar creando estas ficciones, con un lenguaje de telenovela…
también ya Laura Bozzo anunció que ella va a hacer su propia
investigación sobre los estudiantes… no es casual, Laura Bozzo jamás se
había interesado en este asunto, y ahora de pronto ya es algo que le
interesa, esto se liga con una campaña de columnistas empeñados en
desprestigiar a los expertos de la Comisión Interamericana… es la
reacción de un sistema que ha visto cómo este caso tan delicado y tan grave se le deshace en las manos, y ahora han tenido que aceptar mayor supervisión, aunque siguen negándose en este punto clave: que no van a permitir que se entreviste a los militares”, abundó.
En cambio, en Mirar Morir “nosotros no queremos convencer a
nadie de que pasó lo que no pasó, lo que estamos haciendo es mostrando
una serie de evidencias, no usamos actores, sino pruebas, gente que
estuvo ahí, documentos, informes, investigaciones, expertos, analistas,
los ponemos al alcance del espectador para que se forme su propia
opinión, no vamos a falsificar las cosas”.
Lo que está comprobado hasta ahora, precisó, es que “se instaló un feudo, un imperio criminal en Iguala y en la región, con la complicidad de los poderes federales”.
Por ejemplo, detalló, “la PGR supo siempre que José Luis Abarca estaba involucrado con el crimen organizado,
no actuó, que Abarca tenía un número de averiguaciones previas por
varios homicidios, jamás se actuó. La Fiscalía de Guerrero le pasó
documentos de lo que estaba ocurriendo, porque era del orden federal, lo
tiene que perseguir la PGR y la PGR no movió un dedo. El Ejército lo
sabía, el Ejército es el mayor poder presente en el estado de Guerrero
desde hace 50 años, desde que le encargaron la represión contra la
insurgencia armada, y el Ejército sabe todo, tiene informantes en todo”.
Tal como los expertos de la CIDH describen la participación de
soldados en la noche del ataque contra los estudiantes, Témoris refiere
que hay militares “espías, es gente que está colocada ahí para informar,
y son brazos con los que el Ejército está actuando”.
El productor reveló que “el Ejército le regaló de forma
injustificable 52 mil metros cuadrados de terreno urbano de primer
nivel, que estaban anexos al cuartel del 27 batallón de Infantería,
se los regaló a José Luis Abarca, para que construyera el centro
comercial más importante, más moderno… tan la Sedena no tenía las
facultades para desincorporar esos terrenos públicos que en marzo de
este año, la Secretaría de la Función Pública nominalmente recuperó para
el Estado la posesión de esos terrenos… en los hechos el centro
comercial sigue funcionando con toda normalidad y sigue siendo
administrado por la familia de José Luis Abarca”.
Por último, indicó que en México “están falsificando la justicia, están falsificando culpables,
nos están desviando, parece que el papel de los órganos de búsqueda de
la justicia es engañar a la sociedad, meter a falsos culpables a la
cárcel y dejar a los verdaderos culpables libres”. A quienes no les ha
pasado una situación en la que se tenga que buscar justicia -comentó-
tenemos que preguntarnos “qué certeza tenemos de que vamos a conseguir
justicia”, pues “mientras prevalezca la impunidad los crímenes se van a
seguir cometiendo porque no se pagan” o paguen los inocentes.
A su vez, Coizta Grecko reconoció que hasta ahora “no nos queda claro el papel que tuvo el Ejército, sin embargo todo apunta hacia allá, nos hace sospechar este afán por encubrir la participación del Ejército desde el primer momento”.
“Nos prende las alarmas, nos hace sospechar, que sí es el crimen
organizado el que está desapareciendo, pero también hay muchos casos de
personas que han desaparecido en patrullas del Ejército o en retenes,
por ejemplo está el caso de unos muchachos que fueron secuestrados por
una patrulla del Ejército en el año 2010, que escoltaban dos camionetas
del crimen organizado”, refirió.
Lo que pasó con los 43 es la “cereza en el pastel” de algo que ha venido pasando desde hace muchos años, remarcó.
Su documental busca “desmontar la verdad histórica a partir de documentos oficiales, testimonios, videos”.
“Esta forma del gobierno de tratar de afianzar su verdad trata de
llegar a una población que no está tan informada como todos los demás, y
esta población su forma de informarse es la televisión, sobre todo la
televisión abierta. Están haciendo productos con fórmulas ya probadas,
como Laura, el documental (La noche de Iguala), quieren convencer a ese
grupo de personas para que vayan convenciendo a los demás, cuando no es
cierto”, comentó Coizta.
“Nosotros queremos que la gente tenga una posición crítica y debata”, afirmó.
Por lo que llamó a la gente a informarse más e impedir que piezas como el docudrama o un programa de Laura Bozzo tengan un impacto social.
“La verdad histórica se está cayendo a pedazos, poco a poco la gente se va dando cuenta que no es verdad, lo que pedimos es que la gente no se deje engañar ya,
lo que pasa en Iguala se replica en muchas partes del país que es la
cuestión de desapariciones forzadas y crimen organizado metido con las
autoridades”, finalizó.
Escucha la entrevista:
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