11/14/2015

Ola de asesinatos de mujeres trans revela falta de políticas de protección en Argentina



Adital
El asesinato de tres mujeres transgénero en sólo un mes, en Argentina, llama la atención sobre la vulnerabilidad y la falta de garantías de derechos hacia una de las comunidades más marginadas del país. Una de las víctimas fue Diana Sacayán, reconocida activista de los derechos de las personas lésbicas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), fue encontrada muerta en su departamento, el último 13 de octubre, en la capital del país, Buenos Aires. Su cuerpo mostraba señales de violencia.

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Protesta de la población por los delitos transfóbicos: "#NiUnaMenos Basta de travesticidios”, dice el cartel.



Entre las varias luchas por los derechos de género que existen en el país, Diana participó activamente en la aprobación por el Senado Federal de Argentina de una ley que define el cupo de 1% de los empleos públicos de la Provincia de Buenos Aires para personas travestis, transexuales y transgéneros. Fue una manera que los movimientos sociales encontraron para garantizar más acceso a trabajo digno para esa parte de la población.

Ella era miembro del Programa de Diversidad Sexual del Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (Inadi), secretaria de la Asociación Internacional de Lésbicas, Gays y Bisexuales (Ilga) y una de las líderes del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL). Era considerada una de las más activas defensoras de los derechos de género y un ícono en las luchas de ese sector.

En 2012, Diana recibió de manos de la presidenta de la República, Cristina Fernández, un documento que reconocía legalmente su identidad de género como mujer, de manera pionera. La Argentina es uno de los pocos países en el mundo que permiten que las personas cambien su género en los documentos oficiales de identidad. "Pido la colaboración de las fuerzas de seguridad nacionales y metropolitanas para esclarecer prontamente este terrible crimen”, dijo Cristina, durante un acto público.

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Diana Sacayán recibiendo de la presidenta Cristina Fernández el documento de identidad con cambio de género, en 2012. Foto: Reproducción.


Otras dos mujeres trans, Marcela Chocobar y Fernanda Coty Olmos, ambas líderes de organizaciones LGBTI, también fueron violentamente asesinadas, respectivamente, en las Provincias de Santa Fe y Santa Cruz. Marcela tenía sólo 26 años de edad y fue asesinada, descuartizada y quemada, desaparecida desde el comienzo de septiembre último, y sus restos mortales fueron encontrados 15 días después en un terreno baldío, después de una intensa búsqueda de sus familiares por las redes sociales y de investigación policial.

Por su parte, Fernanda tenía 59 años de edad y se destacó, en 2003, cuando participó en trabajos solidarios para ayudar a las víctimas de las inundaciones que afectaron su ciudad, en aquel período. Ella fue asesinada el 29 de septiembre de este año, en su propia casa. Tenía marcas de golpes en el rostro, puñaladas en la región de las nalgas, profundas heridas abiertas con arma blanca en la espalda y en el abdomen, y un tiro en el pecho. Había también marcas de resistencia de la víctima, lo que indica que ella llegó a luchar contra su agresor.

"Una nube oscura está cubriendo a la comunidad trans en Argentina. A no ser que esta ola de asesinatos sea efectivamente investigada y que aquellas personas responsables sean llevadas a la justicia, se enviará el mensaje que atacar a las mujeres trans está bien”, afirma Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Argentina. "Argentina no debe permitir que esta ola de violencia continúe. Establecer una base de datos para documentar crímenes de género y desarrollar mecanismos fuertes para investigar y castigar la violencia de género serían buenos primeros pasos”, complementó Belski.

La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) lamenta la muerte de Diana Sacayán y califica el caso como "delito de odio”. La entidad recuerda que solamente el año pasado siete muertes fueron registradas por la misma razón transfóbica. Esteban Paulón, titular de la Federación Argentina de Lésbicas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), reclama una posición y acción de parte del Estado. "La discriminación sigue matando, y no lo decimos figurativamente”, afirmó.

"Casos como el de Diana Sacayán, Marcela Chocobar y Coty Olmos muestran con crudeza el efecto que esa discriminación tiene sobre las personas. Ante esta realidad, el Congreso no puede seguir mirando para otro lado sin brindar herramientas efectivas para la construcción de una sociedad igualitaria”, enfatiza el activista.

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Marcela Chocobar fue una de las tres víctimas fatales de transfobia en sólo un mes, en Argentina. Foto: Reproducción.



La repercusión de los casos reunió recientemente a decenas de personas en protesta ante la Corte Suprema de Justicia de Argentina. Familiares, amigos, grupos de defensa de la diversidad sexual y organizaciones de derechos humanos se manifestaron en solidaridad con las víctimas y exigieron el esclarecimiento de los delitos.

En entrevista a la prensa, Sasha Sacayán, hermana de Diana, declara que la investigación del crimen todavía no llegó a nuevas informaciones, pero avanza. "Nos estamos moviendo para pedir justicia y lo que me mantiene fuerte es estar constantemente en la fiscalía buscando el esclarecimiento”, dice. "Pediremos el esclarecimiento y el reconocimiento de la lucha tanto de Diana como de la agrupación Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL). Además, será una manera de tener presente a Diana”, agrega Sasha.

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