Pedro Echeverría V.
1. Me sorprendió ver a Aurelio Nuño con gran fotografía –alto
comisionado de educación pública- publicando un artículo en La Jornada.
Me pregunté: ¿Habrán echado a la calle a Luis Hernández por su rebeldía
en Educación, como le hicieron a Carmen Aristegui por sus denuncias
contra Peña, por la empresa de radio? ¿Qué dice Nuño en su flamante
artículo, que no sepamos? Nos habla de “La declaración de Puebla:
educación de calidad para la región centro” y nos recuerda las cinco
regiones en que se divide el país en las que se aplicará más de 12 mil
millones de pesos en tres años con el fin de arreglar y expandir las
escuelas que lo requieran. Pero sin duda lo más importante son los siete
puntos de la declaración de ese estado del centro.
2. De entrada advierte: La SEP (secretaria de Educación Pública) fija
las grandes directrices del sistema educativo nacional y son las
autoridades locales quienes se encargan de aplicarlas. Eso lo sabíamos
desde hace muchas décadas por el “principio de autoridad”, el
verticalismo de gobierno, por la costumbre de que “los órganos
inferiores deben subordinarse a los superiores” y que quienes se opongan
se irán a la calle”. La pregunta es: ¿Y quién fija las directrices del
sistema educativo a la SEP si se supone que allí están los que saben? No
son el presidente, ni los empresarios, mucho menos los profesores o los
estudiantes. Lo adivinaron: es el imperio por medio de la Unesco, FMI,
BM, BID que determinan la política económica y militar en México.
3. ¿Alguien aún cree que al finalizar la guerra en 1945, al fundarse
la ONU y la Unesco, al fijarse el ocho por ciento del PIB en educación,
se buscaba una educación del pueblo? Nada de nada. Se quería que el
pueblo trabajara, produjera, para los nuevos gobiernos de los países
triunfantes. México era un país rural, campesino y la educación
respondía con programas de tipo rural. En 1943 con Torres Bodet se
cambió el contenido cardenista de la educación y se creó el Sindicato de
maestros; comenzó a caminar de rural a urbano y el PRM cardenista en
1946 cambió a PRI alemanista. Fueron esos años cuando México comenzó a
abandonar la educación rural para convertirla en urbana de acuerdo a los
dictados productivistas de la ONU y el imperialismo.
4. Nuño escribe: “Con la declaración de Puebla reiteramos nuestro
respaldo a siete prioridades que nos permitirán que todos los niños
tengan acceso a una educación de calidad”. De entrada Nuño la riega
porque los niños no son –como dice- el centro educativo en su
pensamiento o su interés, sino “la institución de calidad”. ¿Conoce Nuño
cuál es la situación económica y discriminatoria que sufre el 70 por
ciento de los niños del campo y zonas marginadas de la ciudad por la
situación de pobreza, miseria y desempleo de sus padres? ¿Cuenta con
datos de la enorme deserción escolar, de los niños que para trabajar
tienen que abandonar la escuela, así como de familias inestables,
itinerantes o temporeras, sobre todo del campo?
5. Sus siete puntos:
a) fortalecimiento de la escuela;
b) una mayor
inversión en su estructura, equipamiento y materiales educativos;
c)
Desarrollo profesional docente (mediante evaluaciones punitivas para
castigar);
d) Revisión de planes y programas de estudio (hechos por
técnicos);
e) La equidad e inclusión;
f) Vinculación educación y
mercado;
g) administración.
En estas siete prioridades no encuentro nada
novedoso porque “fortalecer la escuela”, “equidad e inclusión” y los
asuntos administrativos son ideas muy abstractas que nada dicen.
Contrario al punto de vinculación de “educación y mercado” que ha sido
el gran objetivo de la sociedad capitalista de creación de mano de obra
barata para el mercado.
6. Nuño, contando con la asesoría de decenas de universitarios,
además de los especialistas en educación del INEE, puede hacer
propuestas y escribir cosas más inteligentes; sin embargo Peña Nieto lo
ha lanzado al ruedo con muy escasa experiencia ignorando que la SEP
–quizá la secretaría más grande, burocrática y más vieja- lo podrá sacar
como “tapón de sidra”. O quizá a ningún presidente de la República le
ha interesado la SEP como institución educativa máxima, sirviéndole solo
para descansar o hacer escala política. ¿Qué mejor secretaria que la
educación para demostrar al mundo la enorme riqueza cultural del país,
sus avances científicos y literarios, así como la grandeza en el trabajo
y en las luchas de su pueblo?
7. En México el 98 por ciento de los medios de información está al
servicio del capitalismo, de los empresarios y el gobierno. Dado que a
Aristegui le dieron hasta con la cubeta por el gobierno de Peña Nieto,
que lo mismo ha estado haciendo con maestros, campesinos, electricistas,
mineros, pensé –siempre he creído, que con la revista Proceso y el
diario La Jornada, jamás ningún gobierno podrá con ellos. Pero cuando la
perra es brava… a nadie respeta. Por ello los profesores de la
Coordinadora (CNTE) –vigilantes en no cometer “errores”- seguirán
batallando con heroísmo a pesar que sobre sus cabezas pende la “espada”
de este gobierno y de los anteriores. ¡Ya veremos al Nuño político y
editorialista! (11/XI/15)
alterar@gmail.com
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