La joven de 26 años fue asesinada presuntamente por su hermano en un aparente"crimen de honor", en la provincia de Punjab.
Los jóvenes paquistaníes que seguían
con fervor las publicaciones de la celebridad de internet Qandeel
Baloch recibieron este sábado una mala noticia.
La joven de 26 años fue asesinada presuntamente por su hermano en un aparente“crimen de honor” en la provincia de Punjab, dijo la policía.La sensación de internet paquistaní había causado controversia recientemente al publicar retratos polémicos en sus redes sociales, incluido uno en el que aparecía junto a un clérigo musulmán.
Las autoridades señalaron que fue estrangulada hasta fallecer.
Los casos de mujeres asesinadas por “deshonrar” a su familia son comunes en Pakistán.
Qandeel Baloch, cuyo nombre real era Fauzia Azeem, se volvió conocida por publicar fotografías, videos y comentarios provocativos en sus redes sociales.
Los padres de la joven le dijeron al diario The Express Tribune que había sido estrangulada este viernes luego de mantener una discusión con su hermano.
Un portavoz de la policía le dijo a la agencia AP que sus padres declararon a las autoridades que había sido asesinada por uno de sus seis hermanos mientras dormía en la casa familiar en la localidad de Multan.
Dijeron que su cuerpo no fue hallado sino hasta la mañana de este sábado. Sus padres fueron puestos bajo custodia, reportó el periódico.
Baloch había viajado a Punjab desde la localidad de Karachi tras recibir amenazas a su seguridad, dijo la policía.
“Sus hermanos le habían pedido que dejara el modelaje“, dijeron miembros de su familia citados por el Tribune.
Fuentes citadas por el periódico señalaron que su hermano Wasim estaba molesto por las fotos que ella publicaba y ya la había amenazado.
La policía confirmó este domingo que Wasin, de 25 años, fue arrestado la noche del sábado en Dera Ghazi Khan, en la zona central del país, a donde huyó.
Dos amigos que lo acompañaba siguen prófugos.
Entretanto, el funeral de la joven tuvo lugar este domingo. Cientos de personas acudieron al servicio.
“Ninguna mujer está a salvo”
El homicidio de Baloch fue condenado por la directora de cine paquistaní Sharmeen Obaid-Chinoy, cuyo documental “A Girl in the River: The Price of Forgiveness” (Una joven en el río: El precio del perdón), ganó el premio Oscar este año.“Realmente creo que ninguna mujer está a salvo en este país, hasta que empecemos a sentar el ejemplo para la gente. Hasta que empecemos a enviar a los hombres que matan a las mujeres a la cárcel, hasta que digamos que no habrá más asesinatos y aquellos que se atrevan pasarán sus vidas tras las rejas”, le dijo a la agencia de noticias AFP.
Por qué algunos califican su muerte como una “buena noticia”, por el editor de la BBC en el Sur de Asia, Jill McGivering
Qandeel Baloch usó las redes sociales para encontrar fama y provocaba reacciones enfrentadas, desde admiración a asco.Algunos calificaron su muerte como una “buena noticia” e inclusive halagaron a su supuesto asesino. Otros dijeron que estaba mal tolerar su homicidio, incluso si hubiese cometido errores. Algunos mostraron su entero apoyo.
Qandeel Baloch había sido denominada la “Kim Kardashian” de Pakistán. Hay comparaciones: los autorretratos provocativos, la búsqueda de la celebridad, el polémico aumento de notoriedad.
Pero en Paquistán las mujeres, especialmente las pobres, todavía carecen de derechos básicos, como escoger una escuela o a su marido. La violencia contra ellas es moneda corriente.
El país lucha con la sexualidad y sobre todo con las mujeres “impúdicas”.
Qandeel Baloch alcanzó la fama en Pakistán en 2014, cuando un video de ella mirando a cámara y preguntando “¿Cómo me veo?” se volvió viral.
La celebridad había prometido en una reciente publicación que realizaría unstriptease público si el equipo de cricket paquistaní ganaba un torneo importante.
Y fue duramente criticada tras publicar una foto junto a un clérigo musulmán durante la celebración sagrada del Ramadán.
En una entrevista reciente, la celebridad de internet criticó duramente la sociedad patriarcal paquistaní y se describió a sí misma como una exponente del “poder femenino”.
Mientras que muchos jóvenes la veían como un ícono cultural y la aplaudían por sus posturas liberales, también fue sometida a abusos por parte de misóginos en internet.
Su solicitud de contar con más protección fue ignorada por el gobierno, reportó el diario Dawn, pese a las peticiones hechas hace tres semanas al ministro del Interior y otros altos funcionarios.
Cientos de mujeres son asesinadas cada año en Pakistán en casos denominamos como “crímenes de honor”.
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