“Sin demanda no hay oferta”
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*
Coalición contra el Tráfico de Mujeres Internacional.
Cuando se invierte en un viaje para asistir a alguno de los grandes
eventos deportivos en las principales ciudades del mundo, existe una
industria completa que ofrece diversos paquetes de servicios turísticos
para generar divisas.
Pero, del mismo modo que existe el crimen en cualquier parte del mundo
en tiempos normales, cuando se dan encuentros deportivos de carácter
internacional también se espera una gran captación de recursos a través
de diversos delitos.
Hace apenas unos días, durante los Sanfermines de Pamplona se difundió
la proliferación de anuncios y ofertas para los turistas sexuales y,
contrario a lo que muchos afirman acerca de que es voluntad de las
mujeres y las niñas estar “ahí”, existe una terrible realidad en torno a
la pobreza y la desigualdad como detonador de la trata de personas y la
explotación sexual que únicamente favorece a los tratantes y
proxenetas.
Este es un claro ejemplo de cómo se asocian el machismo y el patriarcado
con los grandes eventos deportivos, donde vence el más fuerte, el más
hábil, el más violento.
Por ello, desde hace varios años la Coalición Internacional contra el
Tráfico de Personas (CATW International) centró su atención en este
fenómeno y lanzó varias campañas. Las primeras estuvieron a cargo de
CATW Europa y se dieron en el marco de las copas mundiales de fútbol en
Francia (1998) y Alemania (2006). Posteriormente, CATW Sudáfrica hizo lo
respectivo durante el Mundial de 2010.
Para la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014 y los Juegos Olímpicos Río
2016, la campaña en contra del turismo sexual está coordinada por
CATWLAC bajo el lema “Di NO al Turismo Sexual. Comprar Sexo no es un
Deporte”.
Ya desde el Mundial del 2014 fue posible documentar que a las afueras de
los estadios se vendían niñas entre 8 y 10 años para tener sexo con
ellas a cambio de 6 reales (que es lo que en aquel momento costaba una
cajetilla de cigarros). El Mundial ocurrió entre el 12 de junio y el 13
de julio de ese año y para los meses de abril y mayo ya el gobierno de
Brasil había empezado a impulsar algunas políticas públicas para atacar
ese fenómeno.
La campaña opera a través de diversos medios con el fin de hacer
conciencia sobre el daño que produce la demanda de servicios sexuales
por parte de turistas, así como la necesidad de comprometer a los
actores involucrados en los eventos deportivos internacionales
(autoridades deportivas, entrenadores, atletas, comités olímpicos
nacionales y el internacional), así como el sector turístico (agencias
de viajes, hoteles, líneas aéreas, bares, restaurantes, medios de
transporte) y la juventud brasileña. De manera importante, la campaña
apela al gobierno de Brasil para incrementar esfuerzos hasta lograr la
erradicación del turismo sexual.
Una de las acciones que promueve la campaña es la firma del Manifiesto
dirigido al presidente interino de Brasil, Michel Temer, (un claro
ejemplo del patriarcado en el poder, casado con una joven reina de
belleza) para solicitar que su gobierno refuerce medidas que lleven a
erradicar el turismo sexual durante los Juegos Olímpicos Río 2016. Este
documento está disponible en: www.catwlac.org
El Manifiesto también está dirigido a los países que participan en los
Juegos Olímpicos de 2016; al Comité Olímpico Internacional, su
presidente, cuerpo directivo y a los comités nacionales, entrenadoras,
entrenadores y Federaciones; a los atletas de los equipos nacionales; a
las agencias de turismo en Brasil y en todo el mundo, así como al
público en general, a comprometerse en la lucha en contra el turismo
sexual. El 5 de agosto las coaliciones nacionales en el mundo
entregaremos a las embajadas de Brasil las firmas que se hayan adherido
al Manifiesto.
Aunque en Brasil ya se empezó a discutir la necesidad de incluir el
delito de turismo sexual en el Código Penal, es de primera importancia
armonizar la configuración del delito de trata con el Protocolo de
Palermo, porque en aquel país, para que se configure la trata tiene que
haber cruce de fronteras, con lo cual queda fuera la trata interna, que
generalmente tiene una incidencia 100 veces más grande que la trata
internacional.
Durante mi reciente visita a Brasil tuvimos una reunión muy provechosa
en Brasilia, en la PGR, con las ministerios públicos federales de todo
el país y con una representante de la Secretaría de Derechos Humanos,
una representante del Ministerio de Turismo y otra de la Policía
Federal. A pesar de que las autoridades tienen unos cuantos meses de
haber tomado los cargos, llegamos muy a tiempo para llamar la atención
sobre este fenómeno y la necesidad de trabajar coordinadamente para
enfrentarlo.
La pobreza, la falta de oportunidades - causas indiscutibles de la trata
y la explotación-, así como el turismo sexual deben ser temas de Estado
más allá de preferencias políticas y gestiones de gobierno. No
obstante, es necesario involucrar también la ciudadanía. No es solo una
labor de los cuerpos legislativos ni de los gobiernos, porque el turismo
y la explotación sexual no existirían si no hubiera quien la consume,
porque quien paga por servicios sexuales financia toda la industria del
sexo.
Todos podemos hacer algo para no ser parte de la cadena de explotación y
de la trata de personas. El turismo sexual se entiende como la trata
inversa, quiere decir que en lugar de que se lleve a las víctimas a
donde está la demanda, la demanda viaja a donde hay oferta y, en este
caso, con la crisis económica hay una gran oferta y un avance
considerable también de la delincuencia organizada en Brasil.
Por ello, cada dólar que entra a Brasil debe ser gastado de manera
responsable, ya que puede tener un alto costo en términos de vidas
humanas –especialmente de mujeres, niñas y niños- de su integridad, su
dignidad y su desarrollo sicosexual.
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas
en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
Imagen retomada del sitio catwlac.org
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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