Teresa Mollá Castells
Ontinyent – Valencia, 20 jul. 16. AmecoPress.- Estamos viviendo una semana terrible por los atentados terroristas de Niza y el intento de golpe de estado en Turquía. Pero también por las mujeres que han sido asesinadas por terrorismo machista y por la guerra en Siria o los conflictos armados evidentes u ocultos que existen en el mundo. Hablo de México, Palestina, Ucrania, Sudán del sur, Nigeria, República Centroafricana, Congo, Irak, Afganistán, Yemen, Pakistán, Mali o Somalia, por citar sólo algunos de ellos, porque hay más.
Las
páginas de los periódicos mundiales se han llenado de imágenes y textos
sobre lo ocurrido en Niza y en Turquía. Se habla de la ingente cantidad
de muertos (que no de personas muertas) y de todos los detalles del
camión así como del asesino que lo conducía. Cuando describen brevemente
la biografía de este asesino se habla de que tenía antecedentes penales
por temas menores. Claro que para quien escribe eso, dar palizas a su
mujer de forma reiterada, es un tema menor.
Este asesino ha
arrebatado las vidas de ochenta y cuatro personas de forma intencionada y
despiadada. Y también daba palizas de forma reiterada a su mujer de
forma intencionada y despiadada.
En demasiadas ocasiones los
lenguajes son utilizados de forma interesada. Demasiado interesada diría
yo. Y en estos momentos de confusión mundial, nada mejor que echar la
culpa al asesino de Niza y que nos permita desviar la mirada de otros
focos en donde también mueren personas cada día.
No pretendo, ni
de lejos restar importancia a lo ocurrido en Niza ni en Turquía, pero sí
pretendo reflexionar sobre el papel que se está dando a la información
dependiendo de la zona geográfica o del interés geopolítico de donde
provenga. Y los trágicos hechos acaecidos esta semana son un buen
ejemplo de lo que digo.
El intento de golpe de estado en Turquía
es otro ejemplo de lo que digo. Dependiendo del medio que leamos será
parte de Europa o no. O, "los malos" en realidad serán "los buenos", o
no. Y por cierto si el Tuit de Felipe de Borbón que he leído esta mañana
es cierto, tiene narices el tema. Dicho tuit dice textualmente: "Me
parece lamentable lo que está sucediendo en Turquía, imponer un Jefe de
Estado sin elecciones ni nada no debería ser posible. Un abrazo".
Insisto en que si es cierto, ya le vale, precisamente a este señor, Jefe
de Estado por imposición divina, hacer tal afirmación.
Pero
volviendo a lo ocurrido en Turquía y a su cobertura mediática, nos
permite hacernos una idea de la importancia geopolítica que tiene no
sólo este Estado, sino de las políticas que Erdogán está llevando a
cabo, por ejemplo con las personas refugiadas que llegan de otras zonas
en conflicto y lo que significaría un giro político en ese sentido.
Al
final me reafirmo en lo que ya dije hace un tiempo y es que la
importancia de las vidas humanas está intrínsecamente ligada a la zona
en la que ha nacido. Y dentro de la zona en la que se ha nacido o
reside, de nuevo aparece la dicotomía de si se es hombre o mujer. E
insisto en que a los hechos me remito.
El conflicto en Ucrania ha
perdido intensidad mediática pero no sabemos si realmente se siguen
matando personas por intereses nacionalistas neo fascistas.
En
Palestina se siguen construyendo asentamientos ilegales en zonas de
Cisjordania y se sigue manteniendo el conflicto entre el pueblo
palestino y el judío con unos intereses imperialistas claros por parte
de los diferentes gobiernos sionistas de Israel. Y las mujeres siguen
siendo utilizadas como campo de batalla en la medida en que son
embarazadas continuamente con el objetivo de aumentar la natalidad
permanentemente como un claro objetivo político. Su presencia en los
medios depende de la intensidad con la que se asesine y no por la falta
de respeto a los derechos humanos. Y esto es así de duro.
En
Somalia los señores de la guerra y los islamistas siguen a lo suyo. Los
primeros peleándose entre ellos y a su vez contra los islamistas que a
su vez quieren islamizar el Estado y mientras unos y otros secuestran a
mujeres para esclavizarlas sexualmente y de ese modo tenerlas a su
permanente disposición sexual. A los medios les interesa castigar la
presencia y las actitudes de los islamistas por su bestialidad en sus
ataques, pero poco se dice de las actuaciones criminales de los
llamados señores de la guerra. Y mientras se sigue asesinando y
sometiendo a personas que difícilmente aparecen en los informativos.
En
Nigeria son noticia los de Boko-Haram por secuestrar a las casi
doscientas niñas de Chibuk en abril del 2014 y por los atentados contra
la sede de la ONU y contra templos cristianos. Después vuelta al
silencio mediático pese a que se intuye que allí los derechos humanos
sobretodo de mujeres y niñas debe de ser una quimera.
En México el
narcotráfico ha convertido al país en un escenario realmente peligroso
en donde la vida de las mujeres en zonas como la de Juárez está a merced
de los diferentes cárteles que allí interactúan. Y las vidas de las
mujeres y también hombres periodistas que se arriesgan a denunciar no ya
a los cárteles sino también las "corrientes de simpatía" entre algunos
cuerpos y fuerzas de seguridad del estado con algunas mafias
organizadas, también están permanentemente en peligro. Pero resulta que
es mucho más espectacular conocer las medidas de seguridad que rodean al
capo "Chapo Guzmán".
E insisto en que estos casos que cuento son
sólo unos ejemplos, puesto que ocurre en muchos lugares del mundo, pero
que el patrón es el mismo.
Los otros señores del mundo, los que
cuentan las cosas según les vaya en ellas son quienes intentan crear
realidades paralelas a las existentes. Son los que suman o restan
importancia no ya a los conflictos armados, sino a las vidas de las
personas cargando o descargando culpabilidades en función de sus propios
intereses.
Y, como también he dicho ya en alguna ocasión la suma
de patriarcado y capitalismo nunca nos benefició a las mujeres. De ese
modo nos encontramos con el ejemplo esperpéntico de tener que leer
textos como "presunto violador" cuando la violación está más que
demostrada. O "presunto asesino", cuando el asesinato de la mujer es un
hecho consumado.
El patriarcado siempre ha utilizado los
lenguajes, todos, en beneficio propio para seguir manteniendo su
posición preeminente en las diferentes sociedades.
El capitalismo
hace lo mismo con los medios: utilizar la información en beneficio
propio reforzando aquello que más le interesa y olvidando lo que le
resulta inservible. Aunque lo que le resulte inservible sean vidas
humanas.
Es cierto que internet abrió y democratizó un poco la
información, pero mientras no cambiemos los lenguajes que utilizamos
seguiremos reproduciendo los modelos capitalistas y patriarcales de dar
esa información. Y por tanto será sesgada.
Algunas personas
tenemos esto claro y aparte de un lenguaje inclusivo y justo en la
redacción de las informaciones demandamos también equidad para con todas
las personas y sus derechos humanos, sean estas de donde sean.
Foto: Archivo AmecoPress.
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