Primero. Una encuesta elaborada entre los pasados 1 y 5 de
abril por Espinosa y Asociados, la consultora digital que dirige el
brillante ingeniero Abel Espinosa, pone al descubierto la magnitud que
alcanza el impacto de la simulación y probables actos de corrupción de
Alejandra Barrales. Este ejercicio se realizó en tiempo real entre 20
mil usuarios de Facebook, Alphabet y dispositivos móviles ubicados en
centros comerciales y plazas públicas del país, con un margen de error
de sólo el 1%. La encuesta, además, se realizó con 0 índice de abandono y
100% de contactos exitosos. A la pregunta “¿Qué tanta confianza le
inspira la dirigente del PRD, Alejandra Barrales?”, el resultado es el
siguiente: 31.9% respondió que no le inspiraba confianza en absoluto; el
14.4%, que no le transmitía confianza, y el 19.7% señaló que le
inspiraba muy poca confianza. En suma, el 66% de los encuestados que
dijeron conocerla tiene una opinión negativa de ella. Por lo que hace al
reactivo “¿Cree que la compra de un departamento en Miami por parte de
la presidenta del PRD, Alejandra Barrales, fue hecha con sus ingresos
legales como servidora pública?”, el 36.1% dijo que no lo cree en
absoluto; el 16.5% indicó que no lo cree y el 15.9% dijo que era muy
difícil creerlo. Así, el 68.5% no creyó en términos generales la versión
de Barrales de cómo supuestamente hizo la compra. A la interrogante
“¿Considera que la inversión de Alejandra Barrales en Miami, Florida, es
consecuente con una dirigente de izquierda o no?”, el 38.8% de los
encuestados dijo que no en absoluto; el 26.7% respondió que no, y el
17.3% señaló que es difícil creer que sea consecuente. De este modo, el
82.8% de la población mexicana considera ese hecho como una
inconsecuencia.
Segundo. El descrédito de la dirigente nacional del PRD no
acaba ahí. Su posicionamiento para competir por la jefatura de gobierno
de la Ciudad de México se ha desplomado. En cuanto a otras interrogantes
de la encuesta que incluyen a candidatos y candidatas de los
principales partidos, los porcentajes alusivos a Alejandra Barrales
salen muy abajo. Así, por ejemplo, a la pregunta “¿Si hoy fueran las
elecciones para elegir titular de la jefatura de gobierno y los
candidatos fueran los siguientes, por cuál votaría?” Las respuestas de
los encuestados segmentados en la Ciudad de México mostraron los
siguientes resultados: Beatriz Paredes (PRI), 14%; Claudia Sheinbaum
(Morena), 59%; Federico Döring (PAN), 17%, y Alejandra Barrales (PRD),
10%. Por el contrario, al hacer la misma pregunta pero sustituyendo a
Alejandra Barrales por la senadora perredista Dolores Padierna, los
cambios son significativos: Paredes, 11%; Sheinbaum, 46%; Döring, 17%, y
Padierna, 26%, con lo que la legisladora se perfila como la mejor
posicionada por su partido, restándole preferencias a Morena y al PRI.
Los otros candidatos considerados del PRD muestran los siguientes
resultados con los mismos posibles contendientes de los otros partidos:
Salomón Chertorivski, 15.4%; Manuel Granados, 18%; Héctor Serrano, 10%, y
Patricia Mercado, 17%.
Tercero. Y el más reciente autogol de Alejandra Barrales fue
aparecer con una tez clara, distinta a su piel morena, en promocionales
que hoy parecen un mal chiste. Aquí los entrevistados fueron más duros.
A la pregunta: “¿Considera que la imagen promocional de la presidenta
del PRD Alejandra Barrales con tez clara refleja la identidad de los
mexicanos?”, 49.2% dijo que no en absoluto; el 21.3% señaló que no, y el
14% indicó que difícilmente podría reflejar la identidad mexicana. En
otras palabras, el gasto millonario que Barrales ha hecho en su campaña
de imagen promocional le ha salido contraproducente: el 84.5% de su
público objetivo rechaza esa imagen. Al ser consultada sobre este
aspecto, la doctora Marcela Saeb Lima, egresada de Harvard y considerada
la principal especialista en dermatología en México, revisó distintas
fotografías y descartó que el aclaramiento de la piel de Barrales sea
producto de una enfermedad (como la que arguyó en algún momento Michael
Jackson); señaló que el efecto es producto del Photoshop, aunque se nota
“aplicación de Botox”. La también reconocida psiquiatra Erica Orendain
explica que esa tendencia a modificar la fisonomía original y el color
de la piel no indica otra cosa que Barrales “intenta ocultar con
tratamientos estéticos toda su mexicanidad”, como si fuera algo negativo
ser moreno.
@evillanuevamx
ernestovillanueva@hushmail.com
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