Pedro Echeverría V.
1. Sé bien las estrategias de lucha de los pueblos de México por
lograr la liberación que le abran el camino para una vida humana. Si
contabilizamos sus batallas que han consistido en paros, caminatas,
bloqueos, huelgas de hambre, invasiones, ocupaciones, autodefensa,
etcétera. ¿Qué no han hecho nuestros humildes trabajadores para
defenderse de la explotación, del hambre, la miseria y la represión? Por
ello a grandes rasgos defiendo todas las formas de lucha de los
trabajadores, busco entenderlas y explicarlas, así como las he apoyado
en lo posible. Nací en política en medio de las guerrillas de Cuba y
América y de las huelgas ferrocarrileras de México.
2. No podré extirpar de mi pensamiento la lucha guerrillera,
esencialmente de los campesinos, además de sectores medios, como una
gran batalla por la libertad y la justicia. Si revisáramos los últimos
200 años de historia de Asia, África y América Latina, encontraríamos
que muchas luchas guerrilleras contra los gobiernos se transformaron en
revoluciones y ayudaron al avance –aunque haya sido capitalista- en
muchos países. Por ello nadie puede manifestarse contra la estrategia
guerrillera en ningún país de los continentes mencionados; lo único que
puede decirse es que en las condiciones actuales algunas guerrillas
están frenadas, pero pueden reanudar su marcha.
3. La estrategia política de los movimientos sociales en las calles,
de las luchas sindicales en las fábricas, de las batallas estudiantiles,
la reivindicaciones de la mujer, los homosexuales, etcétera, son las
luchas más importantes porque hacen madurar la conciencia social,
aportan experiencias organizativas y de gestión. Si las guerrillas han
sido violentamente reprimidas por la burguesía dominante buscando
desaparecerlas, con los movimientos sociales, gobierno y empresarios,
han buscado silenciarlos, corromperlos, mediatizarlos y reprimirlos. Los
gobiernos conocen el peligro de que estas luchas crezcan y se
conviertan en incontrolables.
4. La estrategia anarquista es considerada por la clase dominante
como más peligrosa que las otras. Saben que los anarco/libertarios por
convicción están contra todo gobierno y todo poder porque representa de
manera natural la destrucción de la libertad, la justicia, la igualdad.
Los anarquistas luchan por ideales profundos al parecer utópicos; las
costumbres y tradiciones que desde siglos dominan, la han impedido: la
propiedad, la familia, la desigualdad en el trabajo, el individualismo y
la competencia. Por ello los anarquistas no buscan construir un nuevo
poder o una sociedad jerárquica; buscan, al contrario, el autogobierno,
la autogestión y la igualdad.
5. La estrategia electoral, junto con la llamada democracia, es la
que ha dominado la sociedad capitalista. En México se impuso desde 1824,
a los tres años de nuestra independencia de España; sin embargo las
elecciones durante el siglo XIX fueron un simple ritual para legalizar
el aplastamiento del pueblo por una minoría. En el siglo XX con la
revolución las elecciones cambiaron muchas formas pero siguieron siendo
el dominio de una minoría sobre el 90 por ciento de la población. Sin
embargo las esperanzas no han muerto porque cada sexenio revive sin
mucha explicación, pero siguen presentes porque el mismo capitalismo las
apoya.
6. La democracia, que debería significar igualdad, nunca ha existido
como tal. Significa legalizar exclusivamente el triunfo de la mayoría
que acude a una convocatoria hecha por una minoría. Democracia no es
satisfacción, bienestar, igualdad de todos, sino sólo de los presentes
convocados. La democracia es una forma de Estado que desaparecerá junto
al capitalismo y la vía electoral instalada por él. Suplirá a esa
democracia burguesa hoy dominante, la autogestión, la participación
colectiva, directa, de las comunidades. Ya no serán los “gobiernos de la
mayoría”, sino los autogobiernos de las colectividades. (11/IV/17)
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