Antonio Gershenson
Nos dicen que
vamosa negociar con Estados Unidos, pero todos separados, país por país. Eso me recuerda que, cuando nos capturaban como presos políticos por grupos, nos aislaban y nos interrogaban a cada quien. Tal vez hagan algo similar con otros presos, pero lo que me consta es lo que estoy diciendo.
Yo ya tenía una experiencia opuesta, en el sindicato discutíamos
entre nosotros y negociábamos conjuntamente con los funcionarios.
Sin embargo, ya en la cárcel, cuando yo entré, ya los presos
políticos que ingresaron antes que yo tenían una crujía especial para
ellos. Y todo se decidía por asamblea, como en el sindicato. Es más, los
policías trataron de formar su sindicato y entonces les prohibieron
entrar a la crujía de presos políticos. Unos días después de esto llegó
el primero de mayo, y subimos todos a la torre que antes era para
vigilar desde ahí a todas las celdas, levantamos una bandera roja,
cantamos La Internacional y declaramos por unanimidad esa crujía como
Territorio Libre de Lecumberri, ya sin policías.
Al salir, unos años después, nuevamente estuve en el sindicato y
decidiendo lo importante por asamblea. Con esa vida, es obvio que vea yo
bien la acción colectiva.
A diferencia de lo que pasa aquí hoy, que el gobierno ya aceptó la
negociación con Estados Unidos, país por país, aisladamente, a mí me
satisface lo que he comentado en anteriores artículos: en Asia y luego
también en Oceanía: se unen los países para la relación comercial con
otros y luego se unen en mayor escala.
El 10 de marzo tuvieron una reunión los países ya unidos del sureste
de Asia. Y acordaron unirse con otros países de Asia y Oceanía, los
cuales estuvieron de acuerdo. Entre esos países están ahora ya 16.
Incluyen a los más poblados del mundo, China e India, con más de mil
millones de habitantes cada uno, y otros países importantes, como
Indonesia, con más de 250 mil habitantes, las islas Filipinas, donde se
celebró la reunión mencionada, Japón y Vietnam.
Ha seguido habiendo cónclaves entre algunos de estos países y
todo indica que a fines de este año se formalizará la unión económica de
las 16 naciones, con casi 3 mil millones de habitantes, cerca de la
mitad de la población del planeta.
Al aceptar esta forma de negociación con Estados Unidos se está
aceptando de antemano un resultado más negativo para México. Es evidente
la desigualdad entre los dos. Se reconocería la dependencia de las
importaciones provenientes del país vecino y, por el contrario, la
reducción en curso, con prohibiciones y amenaza de altos costos, para
nuestras exportaciones al mismo.
Se han aceptado, en general, múltiples formas de dependencia. Se
aprueba una supuesta negociación para la que puede ser una imposición.
Una de las medidas que sí se pueden y deben adoptar es la
diversificación comercial, y el avance hacia tratados comerciales con
países de América Latina, varios de los cuales ya tienen agrupaciones
entre ellos. Y acercamientos con ese bloque en formación de los 16
países de Asia y Oceanía.
Tal vez sea necesario otro cambio, pacífico y unitario, pero masivo, de independencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario