5/02/2018

Los periodistas pal café. . .

Ricardo Anaya Cortés se ha acusado a sí mismo de hacerse guerra sucia. Ayer, en un tuit, pretendió desmarcarse de sus propias declaraciones del viernes recién pasado, cuando abrió las puertas a una negociación directa con Enrique Peña Nieto y el PRI.
Yo estoy absolutamente abierto a construir con quienes haya que construir para ganar esta elección y darle viabilidad al futuro del país, había respondido a una pregunta de Leonardo Curzio, moderador de una reunión con ejecutivos de Citibanamex, en el sentido de una eventual solicitud de cita del panista ante el ocupante de Los Pinos para negociar una alianza electoral contra el puntero en la carrera presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Suelto, deseoso de conectar con los representantes de poderosos grupos económicos que consideran un peligro para sus intereses el crecimiento electoral de AMLO, Anaya deslizó otras frases sugerentes. Pidió que se vea la situación electoral por la vía de la altura de miras y del patriotismo, pues esta no es una elección más; en esta elección realmente está en juego el futuro del país.
En otra parte de su alocución, precisó su objetivo, convencido de que sólo él puede enfrentar con éxito al candidato de Morena: yo lo que espero es que haya sensatez, que nos podamos sentar a la mesa a construir durante los próximos 65 días que restan de campaña. No me voy a ocupar de andar peleando con el PRI; me voy a ocupar de contrastar con López Obrador, que es a quien le tenemos que ganar esta elección. En ese contexto, más que pedir la cita (con Peña Nieto), y yo también les ruego que comprendan que tengo que ser muy prudente si quiero ganar esta elección, decir: hay que hacer que las cosas sucedan de manera inteligente.
Sin embargo, de esta confesión en primera comparecencia pasó a una tentativa de enmienda, más cargada de giros demagógicos que de compromisos puntuales: nada de arreglos cupulares, proclamó en diversas formulaciones, en busca de conjurar los trazos gruesos de su proclividad hacia la restauración del prianismo en el tramo final de una carrera que hasta ahora ha ido ganando un tabasqueño. Anaya se parapetó tras un bla, bla, bla que en ningún momento niega la probabilidad de un cierre de filas entre él y el PAN con Peña y el PRI.
El hipotético damnificado de ese cierre de filas en las alturas, José Antonio Meade Kuribreña, sigue tratando de aparentar calma ante la tormenta. El golpe más reciente a su candidatura lo recibió de sus propios compañeros de partido (es decir, de Enrique Peña Nieto), quienes se negaron a aprobar lo que Pepe Toño ya pregonaba como la ley Meade, con él como un supuesto primer presidente sin fuero constitucional.
El freno a la iniciativa contra el fuero, que Meade presumía que habría de hacer ley sin ser presidente, tiene un doble significado: en lo inmediato, confirma la dependencia extrema, dañina y, a estas alturas, vergonzosa, del candidato del PRI respecto a Los Pinos; a pesar de su condición electoral tóxica, aniquilante, Peña Nieto sigue sosteniendo los hilos del control sobre la campaña y la candidatura del PRI, en términos parecidos (cambiando lo que hubiera que cambiar) a lo que en su momento sucedió entre Luis Donaldo Colosio y Carlos Salinas.
El segundo significado va en el carril de las previsiones que están tomando los priístas, el peñismo y sus aliados, por si fuera absolutamente inevitable el reconocimiento del triunfo de López Obrador. La decisión sobre el tema del fuero podría ser tomada después del primero de julio, ya con los resultados electorales más o menos definidos. Si el triunfador fuera AMLO, la actual mayoría priísta en el Congreso (éste cambiará su conformación hasta septiembre venidero) podría hacer aprobar en un periodo extraordinario el retiro del fuero, lo que instalaría una pantanosa posibilidad de enjuiciamiento del presidente de la República en funciones.
El gran problema de Peña, su PRI y su candidato Meade, es que no encuentran la manera de cambiar incruentamente las tendencias actuales de voto, que favorecen a López Obrador. Meade no levanta y Anaya no cuenta con la confianza de Los Pinos, donde lo consideran un traicionero que podría ir directamente contra Peña, su gabinete y su grupo, a pesar de que hoy se llegara a pactos secretos. Varios meses atrás esta hipótesis parecería impensable, pero hay peñistas que hoy creen más viable confiar en entendimientos a futuro con López Obrador, quien ha ensanchado la franja de negociaciones con su propuesta de amnistías políticas que expresamente incluyen a Peña Nieto.
El segundo debate presidencial, a realizarse en Tijuana el próximo día 20, podría consolidar la ventaja de López Obrador si funciona el acuerdo interno de que el tabasqueño se muestre más agresivo, no deje acusaciones sin contestar y se prepare especialmente para ese encuentro (es decir, que no se dedique un día antes a pegar estampas en un álbum futbolero ni se agache ante las cámaras para buscar o acomodar documentos; que llegue descansado, visite con antelación el escenario y evite retirarse del escenario con aire de enojado).
El resultado del primer debate no dejó satisfecho al equipo lopezobradorista. Estimaciones internas consideraron que el tabasqueño perdió un punto porcentual en la intención de voto y que ese punto fue ganado por Anaya. Ganar en cuanto no fue derrotado no pareciera una táctica a seguir en el segundo debate. Mostrarse contenido ante los ataques de sus adversarios no solamente permitió instalar acusaciones por la vía de no haber sido respondidas en su momento, sino que genera dudas en el segmento electoral que supone que contenerse significa ocultar la verdadera personalidad.
Y, mientras se organizan solicitudes de amparo y otras acciones jurídicas y cívicas contra la decisión del Senado, un #MadrugueteAInternet, que con base en nuevas disposiciones en materia de derechos de autor permitiría prohibir ciertas publicaciones en las redes sociales (sin probar el delito, apenas con una acusación) e incluso decomisar equipos de computación, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero,Facebook: Julio Astillero,Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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Entre la polémica, siguen fluyendo los contratos millonarios para el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM). Después de aplazarse en más de una ocasión la licitación para la construcción del edificio del centro intermodal de transporte terrestre, obtuvo el contrato el consorcio formado por la constructora Procmina, subsidiaria de Arendal, y Astaldi (italiana). Procmina es la División de Infraestructura de Arendal, con sede en Monterrey. El proyecto contempla la construcción de un edificio de 85 mil metros cuadrados, el cual contará con cajones de estacionamiento, instalaciones para las operaciones de autobús, Metrobús, estación del Metro y áreas comerciales. El consorcio presentó una propuesta por 6 mil 498 millones de pesos. De las 10 propuestas presentadas, cuatro fueron desechadas por presentar información falsa respecto de sus cumplimientos en materia de obligaciones fiscales, así como ante el IMSS y el Infonavit.Por otra parte, ICA Fluor Daniel, en participación con Industria del Hierro, se adjudicó el proyecto de construcción de las centrales de servicios del nuevo aeropuerto, con una propuesta de 4 mil 267 millones de pesos.
Desesperados
José Antonio Meade era la mejor opción para ocupar la posición de gobernador del Banco de México. Sin embargo, Peña Nieto y Luis Videgaray lo proyectaron como candidato a la Presidencia de la República, entre otras razones, para cerrarle el camino a Miguel Ángel Osorio Chong y Beltrones. Esto último lo consiguieron, pero faltan dos meses para el día de la elección y Meade sigue en tercer lugar de las preferencias electorales, según la mayoría de las encuestas. Está cundiendo la desesperación ante lo que parece un triunfo inevitable de AMLO. La información que circula en redes sociales es la siguiente: 1) Ricardo Anaya ha cambiado tres veces de opinión frente a Peña Nieto: primero amenazó con meterlo a la cárcel; luego, en la reciente reunión de consejeros de Citibanamex, dijo que estaba dispuesto a construir un arreglo para detener a AMLO; días después, metió reversa y negó lo que había dicho y llamó al voto útil contra el candidato de Morena. 2) José Antonio Meade rechazó la posibilidad de declinar en favor de Anaya, dijo que llegará hasta el final de la campaña. 3) su vocero, Javier Lozano, expresó: “Ni a la esquina con Ricardo Anaya. Es el sector empresarial el que está presionando para que haya algo de esta naturaleza. Afuera, en el sector empresarial hay una presión muy grande… para que tanto Margarita como José Antonio Meade digan ‘pásele usted, don Ricardo, aquí le vamos haciendo comparsa para ver si le alcanzan los votos para frenar a López Obrador’. No va por ahí. Ese no es el camino”. Agregó: No vemos una alianza, sobre todo por esta hipocresía y doble lenguaje que trae Ricardo Anaya. 4) ¿Y qué dicen en el guar rum de Margarita? Esto escribió en Twitter Felipe Calderón: Hay un candidato que, por tratar de quedar bien con todos, le miente y traiciona a todos y termina mal con todos.
Eruviel demanda a periodista
No podía faltar un toque trumpiano a la campaña: el ex gobernador del estado de México Eruviel Ávila Villegas demandó por daño moral al periodista Humberto Padgett, por un texto publicado en el libro titulado Los suspirantes. Reclama 10 millones de pesos por las supuestas afectaciones sufridas a su reputación, misma cifra le es exigida a una de sus fuentes informativas. Eruviel, actualmente vicecoordinador de campaña del candidato presidencial del PRI, radicó la demanda en un juzgado civil situado en Ecatepec. En el texto que origina el litigio se relatan situaciones sexuales con menores de edad que involucran al obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda, y en las que habría estado presente el ex gobernador del estado de México.

El primer ministro israelí Netanyahu ya se volvió el hazmerreír global con sus shows circenses que son brutalmente desmentidos hasta en el propio Israel tanto por anteriores gobernantes como por su prensa, que es muy severa con las mendacidades de Netanyahu, sobre quien penden varias investigaciones de su legendaria corrupción.
En un show estelar en la televisión, Netanyahu reveló (sic) que sus espías del Mossad habían hurtado media tonelada (sic) de documentos y miles de cedés en una instalación secreta al sur de Teherán”, lo cual, a su juicio, constituían una prueba concluyente de que Irán había mentido sobre la fabricación de sus bombas atómicas.
Hasta el zelote periodista israelí David Horovitz admite que la respuesta del mundo, con excepción de Trump, ha sido burlona a las etéreas evidencias de Netanyahu (http://bit.ly/2HHcc7o).
El nuevo show de Netanyahu, a quien por lo visto no le importa hacer el ridículo global, se escenificó después de la visita a Israel del ex director de la CIA y hoy flamante secretario de Estado Mike Pompeo. Horas después, Israel lanzó un tremendo ataque en Siria contra instalaciones militares que parecen haber cobrado la vida de 24 asesores iraníes.
Anshel Pfeffer, del rotativo israelí Haaretz, criticó el “gran show” con errores deslumbrantes de Netanyahu quien no presentó ningún cuerpo del delito, sino de una fotografía años atrás (http://bit.ly/2I4osys).
Anshel Pfeffer comenta en forma sarcástica de que Netanyahu volvió a usar la misma coreografía y retórica que se han vuelto su distintivo desde que fue embajador en la ONU hace tres décadas.

En la clásica novela rosa que se difunde en cada cierre sexenal, la correspondiente al gobierno de Enrique Peña Nieto presume la generación de alrededor de 4 millones de plazas laborales formales, aunque las propias autoridades fingen demencia a la hora de precisar cuántas de ellas son, en realidad, de nueva creación y cuántas existentes pero formalizadas.
En cualquier caso, dicen en Los Pinos, el sexenio de EPN es el de mayor registro de plazas formales, por mucho que la mayoría de ellas sean altamente precarias. Y sí, cuantitativamente, tiene razón, aunque es inocultable que cualitativamente ha sido un desastre, todo ello aderezado con un negro futuro en materia pensionaria (a estas alturas sólo cuatro de cada 10 mexicanos en edad y condición de laborar estarían en posibilidades de obtener pensión, con un monto por demás raquítico).
Muestra de lo anterior es la información publicada días atrás por La Jornada (Alejandro Alegría), de que, según información del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, el problema en México no es la falta de oportunidades laborales, sino la baja calidad, pues sólo uno por ciento del total de la población ocupada tiene ingresos superiores a 10 salarios mínimos. La precariedad (laboral) del país se origina debido a que 57 por ciento de la población ocupada se encuentra en la informalidad, pero del total de 54.4 millones de personas ocupadas sólo 531 mil tienen percepciones por arriba de los 26.5 mil pesos mensuales.
Lo anterior es útil para un ejercicio mínimo: los 26 mil 500 pesos mensuales que recibiría ese uno por ciento de la población ocupada (con lo que aquí de inmediato adquiriría la condición de clase media alta) resulta un monto 25 por ciento inferior al que en Estados Unidos perciben los trabajadores de salario mínimo (alrededor de 33 mil 60 pesos), es decir, los pobres.
En México se paga –cuando los patrones realmente lo hacen– un salario mínimo diario de 88.36 pesos (alrededor de 4.65 dólares por jornada de ocho horas), mientras en Estados Unidos tal mini ingreso diario se aproxima a 58 dólares (cerca de mil 102 pesos por ocho horas), de tal suerte que la diferencia se aproxima a 12.5 tantos.
El problema se agudiza cuando se conoce, con cifras oficiales a la mano, que la mayoría de las plazas registradas como nuevas pagan un salario mínimo, y que algunas más pagan hasta dos minisalarios. Entonces, empleo formal sí, pero en condiciones cada día más precarias, mientras 57 por ciento de la población ocupada sobrevive en la informalidad. Pero en el gobierno peñanietista afirman que en materia laboral todo camina sobre ruedas.
En el arranque sexenal del gobierno que movería a México, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, subrayaba que la pobreza con empleo es la falla histórica del modelo económico de México, pues tener trabajo ya no es suficiente; los últimos años del sexenio de Felipe Calderón fueron suficientes para lograr algo que va en contra de toda lógica: el crecimiento económico y la generación de empleo no son suficientes para garantizar salir de la pobreza y tener una vida digna. Casi seis años después tal concepto es más actual que nunca, no sin recordar que el crecimiento económico en el sexenio que concluye ha sido similar al registrado durante el calderonato.
Información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que, a pesar de los avances económicos y sociales de la década pasada, en América Latina y el Caribe los empleos siguen siendo de mala calidad: cincuenta y cinco por ciento de trabajos en la región son informales (57 por ciento en nuestro país). Aunque las cifras de desempleo en la zona son bajas, esconden una elevada rotación y muchas transiciones laborales: la antigüedad promedio es 40 por ciento inferior a la registrada en la OCDE, y la mayoría de las transiciones laborales en países como Brasil, Argentina o México suponen pérdida de salario o de beneficios. Además, la inversión en capital humano no llega a 8 por ciento de los trabajadores, amén de que más de la mitad de los empleados están preocupados o muy preocupados por perder su trabajo.
Comparada con la registrada en la OCDE, advierte el BID, la productividad promedio de América Latina y el Caribe ha crecido muy modestamente (sólo 26.6 por ciento desde 1990) respecto de Asia, Norteamérica o Europa Occidental. Si no se impulsan cambios significativos, las tasas de crecimiento del PIB esperadas para los próximos años serán insuficientes para mantener avances en materia de pobreza y equidad. En la región, factores como inestabilidad laboral, baja inversión en capital humano, informalidad y baja productividad parecen retroalimentarse, de manera que millones de trabajadores acaban atrapados en una situación de pobreza, inequidad, falta de oportunidades y bajo crecimiento económico.


La conmemoración de la gesta de los Mártires de Chicago se tradujo ayer en confrontaciones entre manifestantes y las corporaciones policiales en puntos tan distantes entre sí como París, Estambul, Santiago de Chile y Tegucigalpa. En muchas otras ciudades del mundo los trabajadores tomaron las calles no sólo con afanes conmemorativos sino también para expresar descontentos inmediatos por lo que constituye una embestida generalizada de gobiernos, organismos internacionales y corporaciones trasnacionales para la desregulación de las relaciones laborales.

Reconoce trabajo del área de cirugía de colon y recto del Centro Médico Nacional Siglo XXI
Por este medio quiero externar mi reconocimiento público al doctor Moisés Freddy Rojas Illanes, titular del área de cirugía de colon y recto, y a su valioso equipo de cirujanos del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, quienes el pasado 9 de abril me intervinieron quirúrgicamente para una reconexión de colon y retomar mi función natural, después de todo un proceso médico iniciado en 2016.

A30 días de iniciadas las campañas por la Pre­sidencia de la República, la sen­sación que me dejan es que estamos ante dos elecciones. Una formal, marcada por los cuartos de guerra de los partidos y los medios tradicionales de comunicación. Y la otra subterránea, aquella que se está gestando desde las oscuridades pestilentes de la práctica política.
El actual sistema agroalimentario es insostenible. Nunca lograremos el reto de alimentar a una cada vez más creciente población mundial, si se continúa con el paradigma de intensificación productiva, pues ha llevado a los límites los recursos naturales: suelos, agua, bosques, biodiversidad y recursos pesqueros. Se requiere promover un cambio transformador en el modo de producción y consumo de alimentos.
¿Qué pueblos han sufrido más que los de la ex Unión Soviética? Sin evocar la penuria económica y social descrita en las novelas de Gogol, Dostoievski y Tolstoi, Rusia abrió el siglo XX con una derrota militar frente a Japón (1904-05). Y 10 años después, durante la Primera Guerra Mundial, la dinastía feudal de los Romanov fue pulverizada en el frente militar por el imperio alemán, y en el social por la revolución bolchevique (1917).
El grito ¡Hay que detener a López Obrador! es ya casi un intensivo eslogan de campaña. Por todos los rincones del sistema de poder imperante se escucha esa angustiada expresión. Sienten que la lumbre de un indeseado cambio les llega un tanto más allá de los aparejos. Vacilan ante lo que les arroja diariamente la realidad y no pueden visualizar la medicina que calme su estado nervioso. Menos aún logran articular sus acciones, ofertas y decires para contrarrestar, de manera eficaz, al puntero de las preferencias. Se les va. Se les escurre entre los entresijos de una competencia que los ha venido superando en casi todos los terrenos.
En el año 483 antes de nuestra era, el emperador persa Jerjes mandó construir un puente que permitiría a su poderoso ejército atravesar el Helesponto para atacar Atenas y Esparta. De este modo vengaría la derrota sufrida por su padre Darío años atrás, cuando una tormenta hundió la flota persa al pie del monte Atos. Pero los elementos volvieron a conspirar en su contra y un temporal destruyó el entramado de pontones antes de que las huestes de Jerjes pudieran utilizarlo.
Es curioso: el único libro de ficción escrito por Carlos Monsiváis, revela más de su autor que los cientos de crónicas publicadas en libros, periódicos y revistas.


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