Ricardo Anaya Cortés se ha acusado a sí mismo de hacerse
guerra sucia. Ayer, en un tuit, pretendió desmarcarse de sus propias declaraciones del viernes recién pasado, cuando abrió las puertas a una negociación directa con Enrique Peña Nieto y el PRI.
Yo estoy absolutamente abierto a construir con quienes haya que construir para ganar esta elección y darle viabilidad al futuro del país, había respondido a una pregunta de Leonardo Curzio, moderador de una reunión con ejecutivos de Citibanamex, en el sentido de una eventual solicitud de cita del panista ante el ocupante de Los Pinos para negociar una alianza electoral contra el puntero en la carrera presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Suelto, deseoso de conectar con los representantes de poderosos
grupos económicos que consideran un peligro para sus intereses el
crecimiento electoral de AMLO, Anaya deslizó otras frases sugerentes.
Pidió que se vea la situación electoral
por la vía de la altura de miras y del patriotismo, pues
esta no es una elección más; en esta elección realmente está en juego el futuro del país.
En otra parte de su alocución, precisó su objetivo, convencido de que sólo él puede enfrentar con éxito al candidato de Morena:
yo lo que espero es que haya sensatez, que nos podamos sentar a la mesa a construir durante los próximos 65 días que restan de campaña. No me voy a ocupar de andar peleando con el PRI; me voy a ocupar de contrastar con López Obrador, que es a quien le tenemos que ganar esta elección. En ese contexto,
más que pedir la cita (con Peña Nieto), y yo también les ruego que comprendan que tengo que ser muy prudente si quiero ganar esta elección, decir: hay que hacer que las cosas sucedan de manera inteligente.
Sin embargo, de esta confesión en primera comparecencia pasó a una
tentativa de enmienda, más cargada de giros demagógicos que de
compromisos puntuales: nada de arreglos cupulares, proclamó en diversas
formulaciones, en busca de conjurar los trazos gruesos de su proclividad
hacia la restauración del prianismo en el tramo final de una
carrera que hasta ahora ha ido ganando un tabasqueño. Anaya se parapetó
tras un bla, bla, bla que en ningún momento niega la probabilidad de un
cierre de filas entre él y el PAN con Peña y el PRI.
El hipotético damnificado de ese cierre de filas en las alturas, José
Antonio Meade Kuribreña, sigue tratando de aparentar calma ante la
tormenta. El golpe más reciente a su candidatura lo recibió de sus
propios compañeros de partido (es decir, de Enrique Peña Nieto), quienes
se negaron a aprobar lo que Pepe Toño ya pregonaba como la ley Meade, con él como un supuesto primer presidente sin fuero constitucional.
El freno a la iniciativa contra el fuero, que Meade presumía que
habría de hacer ley sin ser presidente, tiene un doble significado: en
lo inmediato, confirma la dependencia extrema, dañina y, a estas
alturas, vergonzosa, del candidato del PRI respecto a Los Pinos; a pesar
de su condición electoral tóxica, aniquilante, Peña Nieto sigue
sosteniendo los hilos del control sobre la campaña y la candidatura del
PRI, en términos parecidos (cambiando lo que hubiera que cambiar) a lo
que en su momento sucedió entre Luis Donaldo Colosio y Carlos Salinas.
El segundo significado va en el carril de las previsiones que
están tomando los priístas, el peñismo y sus aliados, por si fuera
absolutamente inevitable el reconocimiento del triunfo de López Obrador.
La decisión sobre el tema del fuero podría ser tomada después del
primero de julio, ya con los resultados electorales más o menos
definidos. Si el triunfador fuera AMLO, la actual mayoría priísta en el
Congreso (éste cambiará su conformación hasta septiembre venidero)
podría hacer aprobar en un periodo extraordinario el retiro del fuero,
lo que instalaría una pantanosa posibilidad de enjuiciamiento del
presidente de la República en funciones.
El gran problema de Peña, su PRI y su candidato Meade, es que no
encuentran la manera de cambiar incruentamente las tendencias actuales
de voto, que favorecen a López Obrador. Meade no levanta y Anaya no
cuenta con la confianza de Los Pinos, donde lo consideran un traicionero
que podría ir directamente contra Peña, su gabinete y su grupo, a pesar
de que hoy se llegara a pactos secretos. Varios meses atrás esta
hipótesis parecería impensable, pero hay peñistas que hoy creen más
viable confiar en entendimientos a futuro con López Obrador, quien ha
ensanchado la franja de negociaciones con su propuesta de amnistías
políticas que expresamente incluyen a Peña Nieto.
El segundo debate presidencial, a realizarse en Tijuana el próximo
día 20, podría consolidar la ventaja de López Obrador si funciona el
acuerdo interno de que el tabasqueño se muestre más agresivo, no deje
acusaciones sin contestar y se prepare especialmente para ese encuentro
(es decir, que no se dedique un día antes a pegar estampas en un álbum
futbolero ni se agache ante las cámaras para buscar o acomodar
documentos; que llegue descansado, visite con antelación el escenario y
evite retirarse del escenario con aire de enojado).
El resultado del primer debate no dejó satisfecho al equipo
lopezobradorista. Estimaciones internas consideraron que el tabasqueño
perdió un punto porcentual en la intención de voto y que ese punto fue
ganado por Anaya.
Ganaren cuanto no fue derrotado no pareciera una táctica a seguir en el segundo debate. Mostrarse
contenidoante los ataques de sus adversarios no solamente permitió instalar acusaciones por la vía de no haber sido respondidas en su momento, sino que genera dudas en el segmento electoral que supone que
contenersesignifica ocultar la verdadera personalidad.
Y, mientras se organizan solicitudes de amparo y otras acciones
jurídicas y cívicas contra la decisión del Senado, un
#MadrugueteAInternet, que con base en nuevas disposiciones en materia de
derechos de autor permitiría prohibir ciertas publicaciones en las
redes sociales (sin probar el delito, apenas con una acusación) e
incluso decomisar equipos de computación, ¡hasta mañana!
Entre la polémica,
siguen fluyendo los contratos millonarios para el Nuevo Aeropuerto
Internacional de Ciudad de México (NAICM). Después de aplazarse en más
de una ocasión la licitación para la construcción del edificio del
centro intermodal de transporte terrestre, obtuvo el contrato el
consorcio formado por la constructora Procmina, subsidiaria de Arendal, y
Astaldi (italiana). Procmina es la División de Infraestructura de
Arendal, con sede en Monterrey. El proyecto contempla la construcción de
un edificio de 85 mil metros cuadrados, el cual contará con cajones de
estacionamiento, instalaciones para las operaciones de autobús,
Metrobús, estación del Metro y áreas comerciales. El consorcio presentó
una propuesta por 6 mil 498 millones de pesos. De las 10 propuestas
presentadas, cuatro fueron desechadas por presentar información falsa
respecto de sus cumplimientos en materia de obligaciones fiscales, así
como ante el IMSS y el Infonavit.Por otra parte, ICA Fluor Daniel, en
participación con Industria del Hierro, se adjudicó el proyecto de
construcción de las centrales de servicios del nuevo aeropuerto, con una
propuesta de 4 mil 267 millones de pesos.
Desesperados
José Antonio Meade era la mejor opción para ocupar la
posición de gobernador del Banco de México. Sin embargo, Peña Nieto y
Luis Videgaray lo proyectaron como candidato a la Presidencia de la
República, entre otras razones, para cerrarle el camino a Miguel Ángel
Osorio Chong y Beltrones. Esto último lo consiguieron, pero faltan dos
meses para el día de la elección y Meade sigue en tercer lugar de las
preferencias electorales, según la mayoría de las encuestas. Está
cundiendo la desesperación ante lo que parece un triunfo inevitable de
AMLO. La información que circula en redes sociales es la siguiente: 1)
Ricardo Anaya ha cambiado tres veces de opinión frente a Peña Nieto:
primero amenazó con meterlo a la cárcel; luego, en la reciente reunión
de consejeros de Citibanamex, dijo que estaba dispuesto a construir un
arreglo para detener a AMLO; días después, metió reversa y negó lo que
había dicho y llamó al voto útil contra el candidato de Morena. 2) José
Antonio Meade rechazó la posibilidad de declinar en favor de Anaya, dijo
que llegará hasta el final de la campaña. 3) su vocero, Javier Lozano,
expresó: “Ni a la esquina con Ricardo Anaya. Es el sector empresarial el
que está presionando para que haya algo de esta naturaleza. Afuera, en
el sector empresarial hay una presión muy grande… para que tanto
Margarita como José Antonio Meade digan ‘pásele usted, don Ricardo, aquí
le vamos haciendo comparsa para ver si le alcanzan los votos para
frenar a López Obrador’. No va por ahí. Ese no es el camino”. Agregó:
No vemos una alianza, sobre todo por esta hipocresía y doble lenguaje que trae Ricardo Anaya. 4) ¿Y qué dicen en el guar rum de Margarita? Esto escribió en Twitter Felipe Calderón:
Hay un candidato que, por tratar de quedar bien con todos, le miente y traiciona a todos y termina mal con todos.
Eruviel demanda a periodista
No podía faltar un toque trumpiano a la campaña: el ex
gobernador del estado de México Eruviel Ávila Villegas demandó por daño
moral al periodista Humberto Padgett, por un texto publicado en el libro
titulado Los suspirantes. Reclama 10 millones de pesos por las
supuestas afectaciones sufridas a su reputación, misma cifra le es
exigida a una de sus fuentes informativas. Eruviel, actualmente
vicecoordinador de campaña del candidato presidencial del PRI, radicó la
demanda en un juzgado civil situado en Ecatepec. En el texto que
origina el litigio se relatan situaciones sexuales con menores de edad
que involucran al obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda, y en las
que habría estado presente el ex gobernador del estado de México.
El primer ministro israelí Netanyahu ya se volvió el hazmerreír global con sus shows
circenses que son brutalmente desmentidos hasta en el propio Israel
tanto por anteriores gobernantes como por su prensa, que es muy severa
con las mendacidades de Netanyahu, sobre quien penden varias
investigaciones de su legendaria corrupción.
En un show estelar en la televisión, Netanyahu
reveló (sic)que sus espías del Mossad habían hurtado
media tonelada (sic)de documentos y miles de cedés en una instalación secreta al sur de Teherán”, lo cual, a su juicio, constituían
una prueba concluyentede que Irán había mentido sobre la fabricación de sus bombas atómicas.
Hasta el zelote periodista israelí David Horovitz admite que la respuesta del mundo, con excepción de Trump, ha sido
burlonaa las etéreas evidencias de Netanyahu (http://bit.ly/2HHcc7o).
El nuevo show de Netanyahu, a quien por lo visto no le importa hacer
el ridículo global, se escenificó después de la visita a Israel del ex
director de la CIA y hoy flamante secretario de Estado Mike Pompeo.
Horas después, Israel lanzó un tremendo ataque en Siria contra
instalaciones militares que parecen haber cobrado la vida de 24 asesores
iraníes.
Anshel Pfeffer, del rotativo israelí Haaretz, criticó el “gran show” con
errores deslumbrantesde Netanyahu quien
no presentó ningún cuerpo del delito, sino de
una fotografía años atrás(http://bit.ly/2I4osys).
Anshel Pfeffer comenta en forma sarcástica de que Netanyahu volvió a
usar la misma coreografía y retórica que se han vuelto su distintivo
desde que fue embajador en la ONU hace tres décadas.
En la clásica novela rosa que se difunde en cada cierre sexenal, la correspondiente al gobierno de Enrique Peña Nieto presume la generación de alrededor de 4 millones de plazas laborales formales, aunque las propias autoridades
fingen demencia a la hora de precisar cuántas de ellas son, en
realidad, de nueva creación y cuántas existentes pero formalizadas.
En cualquier caso, dicen en Los Pinos, el sexenio de EPN es el de
mayor registro de plazas formales, por mucho que la mayoría de ellas
sean altamente precarias. Y sí, cuantitativamente, tiene razón, aunque
es inocultable que cualitativamente ha sido un desastre, todo ello
aderezado con un negro futuro en materia pensionaria (a estas alturas
sólo cuatro de cada 10 mexicanos en edad y condición de laborar estarían
en posibilidades de obtener pensión, con un monto por demás raquítico).
Muestra de lo anterior es la información publicada días atrás por La Jornada (Alejandro Alegría), de que, según información del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico,
el problema en México no es la falta de oportunidades laborales, sino la baja calidad, pues sólo uno por ciento del total de la población ocupada tiene ingresos superiores a 10 salarios mínimos. La precariedad (laboral) del país se origina debido a que 57 por ciento de la población ocupada se encuentra en la informalidad, pero del total de 54.4 millones de personas ocupadas sólo 531 mil tienen percepciones por arriba de los 26.5 mil pesos mensuales.
Lo anterior es útil para un ejercicio mínimo: los 26 mil 500 pesos
mensuales que recibiría ese uno por ciento de la población ocupada (con
lo que aquí de inmediato adquiriría la condición de clase media alta)
resulta un monto 25 por ciento inferior al que en Estados Unidos
perciben los trabajadores de salario mínimo (alrededor de 33 mil 60
pesos), es decir, los pobres.
En México se paga –cuando los patrones realmente lo hacen– un salario
mínimo diario de 88.36 pesos (alrededor de 4.65 dólares por jornada de
ocho horas), mientras en Estados Unidos tal mini ingreso diario se
aproxima a 58 dólares (cerca de mil 102 pesos por ocho horas), de tal
suerte que la diferencia se aproxima a 12.5 tantos.
El problema se agudiza cuando se conoce, con cifras oficiales a la mano, que la mayoría de las plazas registradas como nuevas
pagan un salario mínimo, y que algunas más pagan hasta dos
minisalarios. Entonces, empleo formal sí, pero en condiciones cada día
más precarias, mientras 57 por ciento de la población ocupada sobrevive
en la informalidad. Pero en el gobierno peñanietista afirman que en
materia laboral todo camina sobre ruedas.
En el arranque sexenal del gobierno que movería a México, el Centro
de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de
Monterrey, campus estado de México, subrayaba que
la pobreza con empleo es la falla histórica del modelo económico de México, pues tener trabajo ya no es suficiente; los últimos años del sexenio de Felipe Calderón fueron suficientes para lograr algo que va en contra de toda lógica: el crecimiento económico y la generación de empleo no son suficientes para garantizar salir de la pobreza y tener una vida digna. Casi seis años después tal concepto es más actual que nunca, no sin recordar que el crecimiento económico en el sexenio que concluye ha sido similar al registrado durante el calderonato.
Información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que, a pesar de los avances
económicos y sociales de la década pasada, en América Latina y el
Caribe los empleos siguen siendo de mala calidad: cincuenta y cinco por
ciento de trabajos en la región son informales (57 por ciento en nuestro
país). Aunque las cifras de desempleo en la zona son bajas, esconden
una elevada rotación y muchas transiciones laborales: la antigüedad
promedio es 40 por ciento inferior a la registrada en la OCDE, y la
mayoría de las transiciones laborales en países como Brasil, Argentina o
México suponen pérdida de salario o de beneficios. Además, la inversión
en capital humano no llega a 8 por ciento de los trabajadores, amén de
que más de la mitad de los empleados están preocupados o muy preocupados
por perder su trabajo.
Comparada con la registrada en la OCDE, advierte el BID, la
productividad promedio de América Latina y el Caribe ha crecido muy
modestamente (sólo 26.6 por ciento desde 1990) respecto de Asia,
Norteamérica o Europa Occidental. Si no se impulsan cambios
significativos, las tasas de crecimiento del PIB esperadas para los
próximos años serán insuficientes para mantener avances en
materia de pobreza y equidad. En la región, factores como inestabilidad
laboral, baja inversión en capital humano, informalidad y baja
productividad parecen retroalimentarse, de manera que millones de
trabajadores acaban atrapados en una situación de pobreza, inequidad,
falta de oportunidades y bajo crecimiento económico.
La conmemoración de la
gesta de los Mártires de Chicago se tradujo ayer en confrontaciones
entre manifestantes y las corporaciones policiales en puntos tan
distantes entre sí como París, Estambul, Santiago de Chile y
Tegucigalpa. En muchas otras ciudades del mundo los trabajadores tomaron las
calles no sólo con afanes conmemorativos sino también para expresar
descontentos inmediatos por lo que constituye una embestida generalizada
de gobiernos, organismos internacionales y corporaciones trasnacionales
para la desregulación de las relaciones laborales.
Reconoce trabajo del área de cirugía de colon y recto del Centro Médico Nacional Siglo XXI
Por este medio quiero externar
mi reconocimiento público al doctor Moisés Freddy Rojas Illanes,
titular del área de cirugía de colon y recto, y a su valioso equipo de
cirujanos del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional
Siglo XXI, quienes el pasado 9 de abril me intervinieron quirúrgicamente
para una reconexión de colon y retomar mi función natural, después de
todo un proceso médico iniciado en 2016.
A30 días de iniciadas
las campañas por la Presidencia de la República, la sensación que me
dejan es que estamos ante dos elecciones. Una formal, marcada por los
cuartos de guerra de los partidos y los medios tradicionales de
comunicación. Y la otra subterránea, aquella que se está gestando desde
las oscuridades pestilentes de la práctica política.
El actual sistema
agroalimentario es insostenible. Nunca lograremos el reto de alimentar a
una cada vez más creciente población mundial, si se continúa con el
paradigma de intensificación productiva, pues ha llevado a los límites
los recursos naturales: suelos, agua, bosques, biodiversidad y recursos
pesqueros. Se requiere promover un cambio transformador en el modo de
producción y consumo de alimentos.
¿Qué pueblos han sufrido
más que los de la ex Unión Soviética? Sin evocar la penuria económica y
social descrita en las novelas de Gogol, Dostoievski y Tolstoi, Rusia
abrió el siglo XX con una derrota militar frente a Japón (1904-05). Y 10
años después, durante la Primera Guerra Mundial, la dinastía feudal de
los Romanov fue pulverizada en el frente militar por el imperio alemán, y
en el social por la revolución bolchevique (1917).
El grito
¡Hay que detener a López Obrador!es ya casi un intensivo eslogan de campaña. Por todos los rincones del sistema de poder imperante se escucha esa angustiada expresión. Sienten que la lumbre de un indeseado cambio les llega un tanto más allá de los aparejos. Vacilan ante lo que les arroja diariamente la realidad y no pueden visualizar la medicina que calme su estado nervioso. Menos aún logran articular sus acciones, ofertas y decires para contrarrestar, de manera eficaz, al puntero de las preferencias. Se les va. Se les escurre entre los entresijos de una competencia que los ha venido superando en casi todos los terrenos.
En el año 483 antes de
nuestra era, el emperador persa Jerjes mandó construir un puente que
permitiría a su poderoso ejército atravesar el Helesponto para atacar
Atenas y Esparta. De este modo vengaría la derrota sufrida por su padre
Darío años atrás, cuando una tormenta hundió la flota persa al pie del
monte Atos. Pero los elementos volvieron a conspirar en su contra y un
temporal destruyó el entramado de pontones antes de que las huestes de
Jerjes pudieran utilizarlo.
Es curioso: el único
libro de ficción escrito por Carlos Monsiváis, revela más de su autor
que los cientos de crónicas publicadas en libros, periódicos y revistas.
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