El nerviosismo y la desesperación son malos consejeros en las
batallas electorales. El candidato frentista Ricardo Anaya escuchó el
canto de las sirenas de un sector de los empresarios, banqueros y
opinólogos que piensan que si el priista José Antonio Meade y la
independiente Margarita Zavala declinan a favor del queretano, éste
podrá enfrentar y ganar a López Obrador porque es “fresco”, “habla
rápido” y “conecta con los jóvenes”.
Los promotores de esta especie de “voto útil” contra López Obrador
creen que automáticamente los sufragios a favor del PRI-Verde-Panal y
los de la exprimera dama pueden hacer que Anaya se convierta en un rival
competitivo del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, a
pesar de que existan más de 20 puntos de ventaja de López Obrador.
La respuesta de Meade y de Zavala a estas presiones ha sido un
contundente rechazo. El vocero del candidato priista, Javier Lozano
Alarcón, afirmó que existen “presiones” y una campaña del sector
empresarial para que el exsecretario de Hacienda y Zavala se hagan a un
lado.
“Ni a la esquina con Anaya. Sabes que este mensaje es dirigido al
sector empresarial que es el que está presionando para que haya algo de
esta naturaleza”, afirmó Lozano.
En su cuenta de Twitter, el incombustible poblano afirmó que “no
puede haber voto útil para un inútil” por las siguientes razones:
“-Su experiencia en gobierno es prácticamente nula.
“-Su honestidad ha sido severamente cuestionada.
“-Es incapaz de mantener la cohesión en su propio partido.
“-Dinamitó puentes de entendimiento con otras fuerzas políticas”.
El vocero de Zavala, Jorge Camacho, afirmó a El Universal:
“no tengo nombres, pero sí hay empresarios que buscan que se fortalezca
una sola opción contra López Obrador. No es momento de pedir el voto
útil”.
En una aparente contradicción con su vocero, Margarita Zavala aseguró
en conferencia de prensa que no ha recibido presiones de empresarios
para que decline sino de “ciudadanos comunes y corrientes, que están en
uso de su derecho de opinar”.
“Yo voy en la calle y me van diciendo lo que piensan, normalmente me
echan porras, por supuesto, pero quien me da su opinión yo la recibo
como tal, si en la política te van a dar miedo las presiones, ya estuvo
bueno, no”, afirmó Zavala.
El auténtico vocero de la candidata independiente, el expresidente
Felipe Calderón, redactó dos tuits con clara dedicatoria a Ricardo
Anaya. En el primero, afirma que “el digamos que sí” (para negociar con
Los Pinos) “es de Ricardo Anaya que se aleja el micrófono para decírselo
a Leonardo Curzio y este lo repite, como suele hacerlo al entrevistar.
Es lo malo de decirle una cosa a banqueros, otra a militantes, una cosa
al PAN, otra al PRD y así. Doble discurso”.
Calderón se refirió así a la afirmación de Ricardo Anaya de que
estaría dispuesto a negociar con Peña Nieto y su gobierno, a pesar de
que hace apenas mes y medio negaba estar dispuesto a firmar un “pacto de
impunidad” y acusó a la PGR de encabezar un “operativo de Estado” en su
contra.
En el segundo tuit, Felipe Calderón afirmó este 1 de mayo:
“Hay un candidato que, por tratar de quedar bien con todos, le miente y traiciona a todos y termina mal con todos”.
El tono de los mensajes del equipo de Meade y de Zavala prácticamente hacen imposible que declinen a favor de Anaya.
El candidato frentista puede quedar así como un “tonto útil” que cayó
en la trampa de sentirse depositario de un imaginario “voto útil”
contra López Obrador.
Anaya cayó en sus propias contradicciones, resultado de sus
ambiciones y del nerviosismo de varios empresarios que financian una
“guerra sucia” ineficaz, tonta y que es un refrito de aquella del 2006.
Ignoran estos promotores de la polarización electoral que el
verdadero “voto útil” se decantó desde antes del inicio de la campaña a
favor de Andrés Manuel López Obrador por una sencilla razón: estos
comicios son un referéndum en contra de los gobiernos del PAN (Fox y
Calderón) y del PRI (Peña Nieto).
La campaña ha acentuado este “voto útil” a favor de Morena porque es
el único partido que no formó parte del Pacto por México, porque
millones de votantes están molestos y hartos de la herencia de la
cleptocracia y de la escandalosa corrupción del peñismo.
López Obrador está capitalizando el derrumbe trágico del PRD, la
fractura del PAN (acelerada por Anaya) y la fragmentación del PRI
(agudizada por el mal gobierno de Peña Nieto y la mala candidatura de
Meade). El “voto útil” es contra el sistema y el bipartidismo, no contra
el exjefe de Gobierno capitalino.
El único incapaz de hacer una lectura sensata de estas circunstancias
es el propio Anaya. Acostumbrado a mentir y a traicionar una semana sí y
otra también, el candidato frentista cayó en la trampa que le
tendieron.
Se quedará como el “tonto útil” de una contienda entre el viejo
sistema agonizante y el grito de muchos mexicanos que hace tiempo
quedaron vacunados del miedo y reclaman, como antes lo hicieron los
argentinos, “que se vayan todos”.
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