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¡NI UNA ASESINADA MÁS!. Familiares de víctimas de feminicidio, que integran el colectivo Voces de la Ausencia, salieron a las calles para demandar justicia.
Por segundo año consecutivo familiares de víctimas de
feminicidio, que integran el colectivo Voces de la Ausencia, salieron a
las calles para demandar justicia para sus hijas, madres y hermanas, así
como para conmemorar esta fecha como Día de Muertas, porque
no fallecieron por viejitas o por enfermedad, sino que fueron asesinadas, señaló la activista Frida Guerrera, quien encabeza la asociación.
Previo a la marcha, el sacerdote Alejandro Solalinde bendijo
aproximadamente 123 cruces con los nombres de las víctimas, así como
imágenes de ellas, las cuales fueron colocadas en las escalinatas del
Ángel de la Independencia, de donde salió la movilización hacia el
Zócalo capitalino.
Ahí, llamó a las autoridades a frenar la violencia contra las
mujeres, al tiempo que pidió a la Iglesia católica dejar de fomentar
patrones culturales machistas.
Tenemos que decir a la Iglesia que cambie su discurso, su mentalidad y los patrones culturales que viene alimentando. Es un pésimo ejemplo que da en no admitir a las mujeres (en todos los espacios), porque si se discrimina en los ámbitos más sagrados, con mayor razón en las familias, dijo.
No en vano 95 por ciento de los perpetradores son católicos, aseveró el prelado. Indicó que se requiere una campaña integral en la que también las iglesias cristianas evangélicas den un paso atrás
en este trato de discriminación.
Frida Guerrera dijo que la demanda
es un alto a los feminicidios, pero también que exista
un interés real por parte de las autoridades en todos los nivelespara frenar la violencia contra las mujeres.
Señaló que de 2016 a la fecha han sido asesinadas más de 9 mil
mujeres. Recordó que forma parte del grupo referencial nacional de
Spotlight, iniciativa que impulsan el Estado mexicano y la Unión Europea
para combatir los feminicidios, el cual sólo se ha reuniendo en una
ocasión.
No veo que se esté haciendo, sólo nuevamente simulación.
Al grito de
¡Justicia!,
¡Ni una más!y
¡Ni una asesinada más!, los familiares avanzaron hasta llegar al Zócalo. Ahí, levantaron dos cruces de más de tres metros de altura –en donde escribieron los nombres de quienes fueron asesinadas– y más tarde fueron trasladadas cerca del Monumento a la Madre.
Entre ellas estaba Lizbeth Mendoza, que a sus 19 años de edad fue
asesinada en el estado de México por Rubén, su pareja. Fue el 7 de julio
de 2018.
Mi vida no está completa, me quitaron lo más amado, mi hija, dijo Juana Gómez, madre de la joven.
Foto Jesús Villaseca
Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
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