6/23/2009

Arquidiócesis de Puebla y Los Ángeles toleran pederastia




Nueva acusación de ciudadano estadounidense

De la redacción

México DF, 23 junio 09 (CIMAC).- Integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) interpusieron una demanda contra las arquidiócesis de Los Ángeles, California, y de Tehuacán, Puebla, querella que involucra a los cardenales Roger Mahony y Norberto Rivera, respectivamente, informa la Agencia NotieSe.

El ciudadano, identificado como Juan Doe (“Juan Nadie”), abusado sexualmente en 1988 por el sacerdote mexicano Nicolás Aguilar, acusa a esas instancias eclesiales y al Departamento de Educación de California de negligencia en la protección a su persona, puesto que Aguilar trabajó como profesor después de ser transferido de Tehuacán a Los Ángeles por el entonces obispo local, Norberto Rivera.

Se trata de una demanda civil que ingresó ante la Corte Superior de Los Ángeles con el número BC416014, y que acusa a ambas diócesis por “conspiración y explotación internacional de niños por parte de organizaciones delictivas”, explicó en conferencia de prensa el viernes pasado José Bonilla, abogado del caso en México.

Se les acusa también de tener “tendencia a encubrir y proteger a los miembros de su organización (la Iglesia católica)” que cometen este tipo de delitos. Se trata de una conspiración internacional “porque un cura de México, denunciado por pederastia, es trasladado con pleno conocimiento del entonces obispo Norberto Rivera, a la diócesis de Los Ángeles, cuando se le debió haber entregado a las autoridades”, comentó el litigante.

Tanto Bonilla como Joaquín Aguilar, presidente de SNAP México, están seguros de que Rivera tendrá que declarar frente a un jurado en este caso, y comentaron que es posible que el prelado sea juzgado por perjurio, al haber “mentido abiertamente” en el anterior juicio, emprendido por el propio Aguilar por el abuso sufrido a manos del sacerdote Nicolás, quien presuntamente fue encubierto por Rivera.

En aquella ocasión, en un interrogatorio efectuado en agosto de 2007, la SNAP llegó a la conclusión de que Norberto Rivera mintió. A manera de ejemplo, Aguilar narró que el testimonio del vigilante municipal de Tehuacán indicaba que al sacerdote Nicolás Aguilar “le gustaba encerrarse con chamacos”, por lo que en su momento se le preguntó al cardenal qué es un “chamaco”, a lo que el purpurado respondió: “es un hombre entre 18 y 30 años”. “Eso indica que él (Norberto Rivera) sabía que era un pederasta”, aseveró Joaquín Aguilar.

“Rivera mintió”, agregó el abogado Bonilla, “lo cual va a causarle serios problemas” ante las autoridades de Estados Unidos. Además, algunos dichos del cardenal Rivera y del cardenal Mahony se contradicen, por lo que es claro que “alguno de los dos está mintiendo”.

HOMOSEXUALIDAD Y PEDERASTIA

Cuando fue interrogado por las autoridades, estadounidenses “el cardenal Norberto declaró que tenía conocimiento de alguna forma de la homosexualidad (sic) del padre Aguilar, no obstante eso, lo manda a Los Ángeles”, comentó el presidente de SNAP México.

A pregunta expresa de esta agencia sobre la equiparación de la homosexualidad y la pederastia, José Bonilla afirmó: “Yo me niego a pensar que homosexualidad sea sinónimo de pederastia, por supuesto que no”.

Recordó que, en una ocasión, el sacerdote Aguilar fue agredido por dos jovencitos que intentaron matarlo. De hecho, fue a raíz de tal agresión que Norberto Rivera decidió enviarlo a Los Ángeles. “Cuando se hace la investigación se llega a la conclusión de que el padre era ‘homosexual’. Entonces, (la Iglesia) no trata el término ‘pederastia’ como tal, pero yo siento que no lo hace por el miedo que da esta palabra, pero de los documentos se desprende claramente que ese es el problema”.

Joaquín Aguilar agregó que “en el intercambio epistolar entre ambos cardenales se habla de homosexualidad nada más, no se dice más; después, por medio de documentos (...) se sabe que la pederastia la clasificaban como homosexualidad”.

Aclaró que con esta nueva demanda no se le hará justicia, porque Nicolás Aguilar sigue libre. “Nadie lo ha buscado, tengo entendido que sigue oficiando, sigue siendo protegido”. Pero al menos espera que aquellos que actuaron de manera negligente sabiendo que era un abusador “paguen por lo que han hecho”.

“Como se lo dije a Norberto la vez pasada, esto no se ha terminado”, sentenció el joven. “Lo voy a ver ahí sentado mientras lo estén juzgando”.

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