El voto en blanco, o nulo, ya va camino a las arcas políticas del calderonismo desesperado y la teledictadura que le da soporte. Así como el empresario Martí permitió que su desgracia familiar acabara socialmente en la nada (una multitudinaria marcha de blanco que en el caminar quedó) y políticamente en un servicio al felipismo que organizó reuniones palaciegas para aparentar que se comprometía a resolver lo que finalmente dejó en palabrería y acuerdos chafas, ahora se ha prestado para promover una campaña de firma de compromisos ante notario público que haría a los candidatos a diputados cumplir sus ofertas (¡Oh, sí: magna solución histórica a los problemas nacionales: firmar ante notario, jua, jua!), sobre todo la que interesa a las potencias electrónicas que forman el comando conjunto nacional, Televisa y Televisión Azteca, en el sentido de dar marcha atrás a los impedimentos legales al enorme negocio de la publicidad electoral facturada por los partidos ante los reyes de las pantallas (las demás promesas notariadas podrán ser olvidadas, pero el duopolio exigirá a los ahora firmantes de la trampa Martí que le cumplan en cuanto a la reivindicación de sus intereses de propaganda política facturable). Por otro lado, varios de los perpetuos organizadores de siglas en busca de financiamiento público a título de asociaciones políticas o partidos efímeros, o buscadores de candidaturas ciudadanas de oportunidad, buscan la forma de convertir el peculiar capital político del hartazgo cívico en una recurrente forma de organización política tradicional, una especie de Partido del Voto Nulo o Asociación Política Nacional de los Ciudadanos Hartos (la misma gata, pero anulada).
La teledictadura mantiene, por otro lado, una campaña de exclusión y escarnio contra el dirigente del único movimiento verdadero de oposición a la catástrofe calde- ronista (catástrofe que al mismo tiempo es fuente de infinitas ganancias para esos dictadores electrónicos). Andrés Manuel López Obrador tiene cerradas las puertas informativas de Televisa para precisar sus posturas políticas, pero, al mismo tiempo, en un doble rasero hipócrita, se le analiza y critica en facciosos términos editorializados (un ejemplo claro de esos ejercicios de simulación crítica se da semanalmente en el programa cuyo título es Tercer grado). La legítima lucha de oposición es diariamente agredida, mediante el silenciamiento y la simulación, por el poder televisivo bicéfalo que calla con absoluto cinismo lo que no desea que se conozca (como las acusaciones de De la Madrid contra Salinas, o la relación familiar de los Zavala con los Gómez del Campo de la guardería sonorense) y deforma y acomoda a sus intereses lo que cree que daña o desgasta a quienes pacíficamente luchan contra los poderes mafiosos.
Astillas
La jugada estaba más que cantada, de tal manera que la caja registradora de Los Chuchos puede dar la operación por finiquitada: en Campeche, donde se mueven millonadas para hacer gobernador del estado a un subordinado de la familia Mouriño, la Nueva Izquierda empujó a un cuñado de Carlos Mouriño Terrazo para que fuera candidato fársico del PRD contra el panista Mario Ávila Lizárraga, el empleado de piso que los herederos del ex secretario de Gobernación quieren en palacio de gobierno para que les apruebe los múltiples planes comerciales ventajosos que ya tienen apalabrados, sobre todo con sus paisanos españoles. El sabidamente cómodo cuñado acabó renunciando a su presunta candidatura e invitando a todos los perredistas para que apoyen al candidato panista de La Familia (Mouriño), maniobra que ya había sido anunciada días atrás por un dirigente priísta local. Panchito Brown, que tal es el nombre del presunto candidato de la izquierda comercializada, interrumpió en su discurso al aspirante panista en una marcha supuestamente victoriosa pa-ra anunciar su declinación, se puso una camisa azul, y dijo que su nuevo chaquetazo fue muy difícil, pero ante Dios me siento orgulloso. Por cierto, Carlos Mouriño Terrazo reapareció en actos públicos junto a su tutelado Ávila y su cuñado Brown, luego de unas vacaciones forzadas en España mientras Felipe I diluía el escándalo por la compra de espacio publicitario para el PAN con cargo a la Lotería Nacional, que en las oficinas del citado Mouriño había hecho el obviamente impune ex director de la Lotenal, Miguel Ángel Jiménez... En Querétaro, otra joya empresarial de la corona chucha tiró el arpa sin mayores consideraciones. Guillermo Félix Zavala, dedicado al negocio de las bicicletas en esa entidad (y creador del concepto de tiendas Bike Stop que hay en varias ciudades, entre ellas la de México), simplemente anunció ayer que declina en favor del candidato priísta a la presidencia municipal de Querétaro, Jaime Escobedo (Je) y de inmediato se puso una roja camiseta priísta. Félix en Querétaro, como Brown en Campeche, eran una orgullosa muestra de la manera en que la Nueva Izquierda, modosa y contenida, podría captar la buena voluntad de los empresarios. Ahora que Jesús Ortega y sus colaboradores han puesto en el tapete de la discusión el asunto de las traiciones, bien harían en agregar a la batería de casos dignos de análisis los de estas dos entidades vendidas a partidos opuestos... Y, mientras la administración Calderón hace bien en negarse a que una francesa cumpla su condena en cárceles de su país (donde fácilmente podría ser puesta en libertad mediante argucias jurídicas), siempre y cuando esto no sea solamente una maniobra previa a las elecciones mexicanas que pueda ser echada atrás luego del 5 de julio mediante recursos de corte internacional a los que se estuvieran dando convenidas ventajas procesales para que la decisión acabe viniendo de fuera, ¡hasta mañana, con la papa caliente declarativamente exprimida llamada en chino Zhenli Ye Gon, a la que el gobierno gringo sacó la sopa y luego, en pago porque coopeló, ha evitado darle cuello en Estados Unidos y, en todo caso, prepara su extradición a México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
La teledictadura mantiene, por otro lado, una campaña de exclusión y escarnio contra el dirigente del único movimiento verdadero de oposición a la catástrofe calde- ronista (catástrofe que al mismo tiempo es fuente de infinitas ganancias para esos dictadores electrónicos). Andrés Manuel López Obrador tiene cerradas las puertas informativas de Televisa para precisar sus posturas políticas, pero, al mismo tiempo, en un doble rasero hipócrita, se le analiza y critica en facciosos términos editorializados (un ejemplo claro de esos ejercicios de simulación crítica se da semanalmente en el programa cuyo título es Tercer grado). La legítima lucha de oposición es diariamente agredida, mediante el silenciamiento y la simulación, por el poder televisivo bicéfalo que calla con absoluto cinismo lo que no desea que se conozca (como las acusaciones de De la Madrid contra Salinas, o la relación familiar de los Zavala con los Gómez del Campo de la guardería sonorense) y deforma y acomoda a sus intereses lo que cree que daña o desgasta a quienes pacíficamente luchan contra los poderes mafiosos.
Astillas
La jugada estaba más que cantada, de tal manera que la caja registradora de Los Chuchos puede dar la operación por finiquitada: en Campeche, donde se mueven millonadas para hacer gobernador del estado a un subordinado de la familia Mouriño, la Nueva Izquierda empujó a un cuñado de Carlos Mouriño Terrazo para que fuera candidato fársico del PRD contra el panista Mario Ávila Lizárraga, el empleado de piso que los herederos del ex secretario de Gobernación quieren en palacio de gobierno para que les apruebe los múltiples planes comerciales ventajosos que ya tienen apalabrados, sobre todo con sus paisanos españoles. El sabidamente cómodo cuñado acabó renunciando a su presunta candidatura e invitando a todos los perredistas para que apoyen al candidato panista de La Familia (Mouriño), maniobra que ya había sido anunciada días atrás por un dirigente priísta local. Panchito Brown, que tal es el nombre del presunto candidato de la izquierda comercializada, interrumpió en su discurso al aspirante panista en una marcha supuestamente victoriosa pa-ra anunciar su declinación, se puso una camisa azul, y dijo que su nuevo chaquetazo fue muy difícil, pero ante Dios me siento orgulloso. Por cierto, Carlos Mouriño Terrazo reapareció en actos públicos junto a su tutelado Ávila y su cuñado Brown, luego de unas vacaciones forzadas en España mientras Felipe I diluía el escándalo por la compra de espacio publicitario para el PAN con cargo a la Lotería Nacional, que en las oficinas del citado Mouriño había hecho el obviamente impune ex director de la Lotenal, Miguel Ángel Jiménez... En Querétaro, otra joya empresarial de la corona chucha tiró el arpa sin mayores consideraciones. Guillermo Félix Zavala, dedicado al negocio de las bicicletas en esa entidad (y creador del concepto de tiendas Bike Stop que hay en varias ciudades, entre ellas la de México), simplemente anunció ayer que declina en favor del candidato priísta a la presidencia municipal de Querétaro, Jaime Escobedo (Je) y de inmediato se puso una roja camiseta priísta. Félix en Querétaro, como Brown en Campeche, eran una orgullosa muestra de la manera en que la Nueva Izquierda, modosa y contenida, podría captar la buena voluntad de los empresarios. Ahora que Jesús Ortega y sus colaboradores han puesto en el tapete de la discusión el asunto de las traiciones, bien harían en agregar a la batería de casos dignos de análisis los de estas dos entidades vendidas a partidos opuestos... Y, mientras la administración Calderón hace bien en negarse a que una francesa cumpla su condena en cárceles de su país (donde fácilmente podría ser puesta en libertad mediante argucias jurídicas), siempre y cuando esto no sea solamente una maniobra previa a las elecciones mexicanas que pueda ser echada atrás luego del 5 de julio mediante recursos de corte internacional a los que se estuvieran dando convenidas ventajas procesales para que la decisión acabe viniendo de fuera, ¡hasta mañana, con la papa caliente declarativamente exprimida llamada en chino Zhenli Ye Gon, a la que el gobierno gringo sacó la sopa y luego, en pago porque coopeló, ha evitado darle cuello en Estados Unidos y, en todo caso, prepara su extradición a México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El procurador de Justicia de Sonora, Abel Murrieta Gutiérrez, anunció ayer que –¡por fin, después de más de dos semanas!– hay siete detenidos por el crimen de la guardería ABC. Sólo dio sus nombres, no detalló los cargos oficiales que desempeñaban o el motivo por el que cada uno está involucrado. Pero no nos hagamos ilusiones respecto de que se comenzó a hacer justicia. Al parecer son chivos expiatorios. Los picudos siguen sin ser detenidos o consignados, ni siquiera molestados. El gobernador Eduardo Bours ya se lavó las manos. Según Murrieta Gutiérrez, por tratarse de un suceso que ocurrió en la guardería de una institución federal –el IMSS–, el caso es competencia de la Procuraduría General de la República. En otras palabras: el principal enterrador de expedientes cuando se trata de poner a salvo a familiares y amigos del gobierno panista, Medina Mora, será el encargado de no procurar justicia. Así que pueden seguir durmiendo tranquilos los propietarios de la guardería: Gildardo Urquídez Serrano, secretario de Finanzas del PRI y primo de Alfonso Elías Serrano, candidato a gobernador del estado; Sandra Lucía Téllez Nieves, esposa del –hasta hace unos días– subsecretario de Ganadería de Sonora, Alberto Escalante Hoffer, miembro del primer círculo de amigos de Bours. Y doña Marcia, la del apellido superpoderoso, Gómez del Campo, emparentada con la esposa del presidente Calderón.
Comenzó el maiceo
Sólo les quedan unos cuantos días como diputados, pero tal vez todavía alcancen a dar un pellizquito centavero como despedida. El director general del IMSS, David Karam, supuestamente iba a presentarse hoy en la Comisión Permanente del Congreso para informar a los legisladores de la tragedia de Sonora. Se esperaba que entregara la famosa lista de mil 400 guarderías y descubriera el nombre de quienes las explotan. Sin mayor explicación se suspendió la comparecencia y no hay nueva fecha.
Comenzó el maiceo
Sólo les quedan unos cuantos días como diputados, pero tal vez todavía alcancen a dar un pellizquito centavero como despedida. El director general del IMSS, David Karam, supuestamente iba a presentarse hoy en la Comisión Permanente del Congreso para informar a los legisladores de la tragedia de Sonora. Se esperaba que entregara la famosa lista de mil 400 guarderías y descubriera el nombre de quienes las explotan. Sin mayor explicación se suspendió la comparecencia y no hay nueva fecha.
En una guardería subrogada por el IMSS, la educadora pidió a los niños: deletreen la palabra que define al gobierno mexicano y a su clase política. De inmediato corearon: i, eme, pe, u, ene, i, de, a, de. ¿Qué dice? I...M...P...U...N...I...D...A...D... Muy bien, alumnos destacados, y ¿cuál es el animal preferido de ese gobierno y esa clase política?, y a una sola voz rápidamente los críos contestaron: “el chivo, maestra… el chivo expiatorio”.
Dieciocho días después de la tragedia en la ABC de Hermosillo (en la que 47 niños murieron y muchos resultaron heridos, todos ellos afectados sicológicamente), el gobierno mexicano y la clase política proceden como sólo saben hacerlo: los verdaderos responsables (parientes y amigos de Los Pinos y del palacio de gobierno de Sonora) a buen resguardo y los chivos expiatorios a punto de ser enchiquerados, tras una investigación a modo y mediante un proceso amañado en el que nadie irá a prisión por el caso de la guardería, porque se trata de un hecho no intencional, y si hay delito se alcanzaría fianza, según la muy adelantada sentencia del procurador General de la República, Eduardo Medina Mora.
Más de dos semanas después, a lo largo de las cuales lo único relevante para Los Pinos y el palacio de gobierno de Sonora ha sido, es, otorgar impunidad a sus respectivos allegados –parientes y amigos–, el ágil director general del IMSS, Daniel Karam, por primera vez se adelanta a los acontecimientos y anuncia, con bombo y platillo, que los chivos ya aparecieron: “el incendio fue causado por la negligencia de los responsables de la bodega utilizada por el gobierno del estado de Sonora, y sus consecuencias se agravaron por el incumplimiento de las medidas de seguridad por parte de los operadores de la Guardería ABC… Por tal motivo, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha tomado la decisión de entablar una demanda por responsabilidad civil en contra de la Secretaría de Finanzas del estado de Sonora. Asimismo, el IMSS también ha decidido presentar una demanda en contra de los propietarios y administradores de la guardería, que omitieron cumplir medidas de seguridad que les fueron ordenadas” (una demanda civil, no penal, por supuesto).
El funcionario que hace públicas tales acciones es el mismo Daniel Karam que al día siguiente del incendio (6 de junio) aseguró que la guardería ABC de Hermosillo cumplía con los lineamientos en materia de seguridad y aparentemente estaba dentro de lo que señala la normatividad correspondiente. De hecho, precisó en aquella fecha, la última evaluación a la guardería, realizada en mayo, indicaba que contaba con salidas de emergencia y extintores, aunque todos se dieron cuenta que no existían unas y otros. El que todo lo sabe, dijo no tener información sobre el parentesco de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, una de las propietarias de la guardería ABC, y prima de Margarita Zavala, la inquilina de Los Pinos.
Pero para uno que amanece temprano, otro que no duerme, y el gobernador sonorense, Eduardo Bours, le refrescó la memoria al flamante director del IMSS: Marcia Gómez del Campo tiene un parentesco, entiendo, con la señora Zavala, efectivamente. Cuando ha venido aquí, a Sonora, la saluda. Hay una identificación familiar. El repentino parentesco incómodo de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella con la first lady, provocó que Margarita Zavala se fuera de bruces: “efectivamente, hay un parentesco… aunque yo no la conozco personalmente, tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común”, declaró. Sí, un bisabuelo en común y una foto publicada en un diario de Sonora que confirma no sólo el parentesco, sino la cercanía y la estrecha relación familiar con la desconocida, descubrimiento que provocó la ira en Los Pinos: como de la nada surgieron nombres, relaciones y parentescos de otros beneficiarios de las guarderías subrogadas, pero ahora relacionados con Eduardo Bours. Y mientras el peloteo político agarraba velocidad y Daniel Karam aseguraba que lo importante es que se consigne a los responsables y que se tomen las medidas que eviten que esta tragedia se repita, más niños morían a consecuencia del incendio en la ABC de Hermosillo, sin que ningún responsable siquiera pisara las instalaciones de un Ministerio Público.
Desmesura
Ayer, en una conferencia de prensa realizada en Los Pinos, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, flanqueado por la canciller Patricia Espinosa, anunció que la secuestradora francesa Florence Cassez no será enviada a su país a que purgue la sentencia que le impuso el Poder Judicial del nuestro, pues el gobierno francés se pronunció por reservarse para sí la competencia de tomar decisiones sobre la suspensión o reducción de la pena o sobre los medios para hacerla cumplir. Al margen de esa decisión correcta y obvia, es sorprendente, por decir lo menos, que el gobernante haya comunicado, en un formato de mensaje a la nación, una medida que no merecía más que un boletín de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Continuar
Dieciocho días después de la tragedia en la ABC de Hermosillo (en la que 47 niños murieron y muchos resultaron heridos, todos ellos afectados sicológicamente), el gobierno mexicano y la clase política proceden como sólo saben hacerlo: los verdaderos responsables (parientes y amigos de Los Pinos y del palacio de gobierno de Sonora) a buen resguardo y los chivos expiatorios a punto de ser enchiquerados, tras una investigación a modo y mediante un proceso amañado en el que nadie irá a prisión por el caso de la guardería, porque se trata de un hecho no intencional, y si hay delito se alcanzaría fianza, según la muy adelantada sentencia del procurador General de la República, Eduardo Medina Mora.
Más de dos semanas después, a lo largo de las cuales lo único relevante para Los Pinos y el palacio de gobierno de Sonora ha sido, es, otorgar impunidad a sus respectivos allegados –parientes y amigos–, el ágil director general del IMSS, Daniel Karam, por primera vez se adelanta a los acontecimientos y anuncia, con bombo y platillo, que los chivos ya aparecieron: “el incendio fue causado por la negligencia de los responsables de la bodega utilizada por el gobierno del estado de Sonora, y sus consecuencias se agravaron por el incumplimiento de las medidas de seguridad por parte de los operadores de la Guardería ABC… Por tal motivo, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha tomado la decisión de entablar una demanda por responsabilidad civil en contra de la Secretaría de Finanzas del estado de Sonora. Asimismo, el IMSS también ha decidido presentar una demanda en contra de los propietarios y administradores de la guardería, que omitieron cumplir medidas de seguridad que les fueron ordenadas” (una demanda civil, no penal, por supuesto).
El funcionario que hace públicas tales acciones es el mismo Daniel Karam que al día siguiente del incendio (6 de junio) aseguró que la guardería ABC de Hermosillo cumplía con los lineamientos en materia de seguridad y aparentemente estaba dentro de lo que señala la normatividad correspondiente. De hecho, precisó en aquella fecha, la última evaluación a la guardería, realizada en mayo, indicaba que contaba con salidas de emergencia y extintores, aunque todos se dieron cuenta que no existían unas y otros. El que todo lo sabe, dijo no tener información sobre el parentesco de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, una de las propietarias de la guardería ABC, y prima de Margarita Zavala, la inquilina de Los Pinos.
Pero para uno que amanece temprano, otro que no duerme, y el gobernador sonorense, Eduardo Bours, le refrescó la memoria al flamante director del IMSS: Marcia Gómez del Campo tiene un parentesco, entiendo, con la señora Zavala, efectivamente. Cuando ha venido aquí, a Sonora, la saluda. Hay una identificación familiar. El repentino parentesco incómodo de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella con la first lady, provocó que Margarita Zavala se fuera de bruces: “efectivamente, hay un parentesco… aunque yo no la conozco personalmente, tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común”, declaró. Sí, un bisabuelo en común y una foto publicada en un diario de Sonora que confirma no sólo el parentesco, sino la cercanía y la estrecha relación familiar con la desconocida, descubrimiento que provocó la ira en Los Pinos: como de la nada surgieron nombres, relaciones y parentescos de otros beneficiarios de las guarderías subrogadas, pero ahora relacionados con Eduardo Bours. Y mientras el peloteo político agarraba velocidad y Daniel Karam aseguraba que lo importante es que se consigne a los responsables y que se tomen las medidas que eviten que esta tragedia se repita, más niños morían a consecuencia del incendio en la ABC de Hermosillo, sin que ningún responsable siquiera pisara las instalaciones de un Ministerio Público.
Desmesura
Ayer, en una conferencia de prensa realizada en Los Pinos, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, flanqueado por la canciller Patricia Espinosa, anunció que la secuestradora francesa Florence Cassez no será enviada a su país a que purgue la sentencia que le impuso el Poder Judicial del nuestro, pues el gobierno francés se pronunció por reservarse para sí la competencia de tomar decisiones sobre la suspensión o reducción de la pena o sobre los medios para hacerla cumplir. Al margen de esa decisión correcta y obvia, es sorprendente, por decir lo menos, que el gobernante haya comunicado, en un formato de mensaje a la nación, una medida que no merecía más que un boletín de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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El Correo Ilustrado
Se solidarizan con el Centro Fray Bartolomé de las Casas
Los firmantes, profesores del Departamento de Derecho de la UAM, manifestamos nuestro total apoyo a Diego Cadena, director del Centro de Defensa de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, y a sus integrantes por el hostigamiento y vigilancia de parte de agentes, presuntamente del CISEN, órgano del gobierno federal, al cual hacemos responsable de cualquier daño que sufra alguno de los miembros de dicho centro.
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Circula en algunos medios electrónicos y escritos un manifiesto firmado por 57 académicos de una decena de instituciones de educación superior, resultado de un coloquio convocado por la UNAM hace algunas semanas. Es un documento claro, directo, equilibrado, sin estridencias, en el que todos los grandes problemas del país son fácilmente reconocibles; un documento que, a pesar de su tono mesurado, se hace cargo de la extrema gravedad que vive la nación. Un documento que insiste en que otro México es posible.
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Tiene razón Andrés Manuel López Obrador al reclamar que los diputados, senadores, gobernantes, funcionarios y las prerrogativas de los partidos se los deben a él. Es un concepto de la política, no nuevo, pero que aquí nació, aquel 24 de abril de 2005 en un acto de bonapartismo puro, cuando militantes, activistas, dirigentes e intelectuales le entregaron su historia, su memoria, sus convicciones, su colectividad, sus principios, su obra, a la causa personal del poder.
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Me encantaría decir que las próximas elecciones de julio tendrán un sentido contrahegemónico, como ha dicho Boaventura Do Santos respecto de las que llevaron a Evo Morales a la presidencia de Bolivia. Mentiría de cabo a rabo. Por buenas y malas razones, los votos duros de los respectivos partidos llevan a observar que los escenarios ya están prefigurados con un nada halagüeño repunte del PRI, y las disputas se dan por los matices sobre el sentido del voto libre, incluida la polémica en torno al voto nulo, que a buena parte de la ciudadanía le resulta atractivo por más que, en efecto, intereses no progresistas le vean provecho y lo estimulen. Y es que los “votonulistas auténticos y no organizados”, que los hay, le están encontrando sentido a cobrar su rabia y descontento más allá de quedarse en casa y alimentar el abstencionismo puro que ha llegado a ser escandaloso sin que a la clase política le quite el sueño. Obviamente, no sabemos de qué magnitud será el llamado voto nulo; lo que sí sabemos es que es un escenario carente de regulación explícita, más allá de que, en efecto, al aumentar el número de votantes, en el sentido que sea, las cifras de mayorías y minorías se impactan y eso tiene efectos en escaños y en recursos económicos. Bien se haría, si se da más peso al análisis sobre el ánimo social que expresa el posible voto nulo.
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Quienes desde la izquierda rechazan el voto nulo insisten en que favorece a la derecha. Aunque algunos reconocen que los partidos de izquierda registrados y sus candidatos tienen grandes limitaciones, señalan que hay que votar por lo menos malo.
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No se derrocan revoluciones islámicas con luces de automóviles. Y en definitiva tampoco con velas. Puede que las protestas pacíficas hayan servido, pero el Irán del líder supremo no se va a preocupar por unos cuantos miles de manifestantes en las calles, aunque sigan gritando “Allahu Akbar” desde sus azoteas cada noche.
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La culpa fue del aparato de aire acondicionado, en la edificación vecina o del tipo que lo dejó encendido. La culpa fue de un inspector que no pudo darse cuenta (o que cobró por no darse cuenta) de la ausencia de extinguidores, alarma y salidas de emergencia.
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Javier Flores: Impertinencia
La palabra que da título a este artículo proviene del latín y tiene, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, varias acepciones, entre ellas: 1. Dicho o hecho fuera de propósito, 2. Importunidad molesta y enfadosa, y 3. Susceptibilidad excesiva, nacida de un humor desazonado y displicente, como lo suelen tener los enfermos. La solicitud (o instrucción) dirigida hace unos días a las instituciones públicas de educación superior, por medio de las Secretarías de Hacienda y Educación Pública para que reduzcan su gasto, es simple y llanamente una impertinencia.
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Javier Corral Jurado
El otro operativo conjunto
En Chihuahua, que concentra la mitad de las ejecuciones del narcotráfico, que tiene primer lugar en secuestros y extorsiones, el tercero en robo de autos y compite por ser el último estado en limpiar a sus policías de la infiltración del crimen organizado, se lleva a cabo un nuevo operativo conjunto de insospechables dimensiones para el resto del país.
Se desarrolla una inédita convocatoria que ha reunido a buen número de actores políticos; es un operativo que en pocos días ha desembolsado recursos, ha urgido a la “movilización social” y colma de desplegados y gacetillas a los principales medios, y en cuya novedad el dato más llamativo es que este valiente esfuerzo sí lo encabeza el gobernador, José Reyes Baeza Terrazas.
No es un esfuerzo inédito de policías locales contra el narco; en Chihuahua la autoridad estatal es respetuosa de la competencia exclusiva de la Federación. Tampoco es una cruzada especial para combatir el secuestro o incitar la participación ciudadana para denunciar la extorsión y el asalto a casa habitación. No es nada de eso.
El operativo tiene un propósito vergonzoso para Chihuahua y que debiera ser preocupante para la República, porque pretende instaurar una especie de represión preventiva a toda crítica en torno del fracaso del gobierno del estado en combatir la inseguridad; busca inhibir los cuestionamientos a la connivencia y omisión de las estructuras estatales en torno del crimen, que mantiene a la sociedad en la angustia. Pues ahora le quieren agregar la intimidación.
La campaña mediática que ha concitado a las fuerzas vivas busca intimidar a la opinión pública y a los escasos espacios que critican al gobierno, y toma como pretexto las declaraciones de la senadora María Teresa Ortuño para lanzar el mensaje de que “A Reyes se le respeta”. Como fue la consigna principal del acto de apoyo del priísmo local a su “líder nato”.
Algunos fueron más francos y frescos: “De todo se le puede acusar a Reyes, pero no de protector de narcos”, dicen sus correligionarios. Reconocen que fracasó, saben que se dedica a contemplar la presencia del Ejército en las calles y todavía pide más soldados; conocen que es el gobernador que más desplegados le ha puesto al Presidente en los periódicos del DF para exigir apoyo, y el que menos delincuentes ha capturado. Pero nadie lo puede tocar.
Y el que se atreva enfrentará una demanda civil de 100 millones de pesos para arriba, y se le irán a la yugular los obispos católicos de Chihuahua, tan vacuos en su función pastoral y tan expeditos en el respaldo “moral” a los gobernantes en turno. Por cierto, como bien lo distingue Miguel Ángel Granados Chapa en su columna de Reforma, en el apoyo priísta al gobernador, la excepción de esta cargada episcopal es el obispo de la Tarahumara, Rafael Sandoval Sandoval.
De todos los textos de los prelados uno llama la atención: “Damos testimonio de que usted se ha comportado como un hombre íntegro y prudente”. Y luego: “Conocemos y estimamos su trayectoria al servicio de la política, así como su conducta en público y privado, en donde invariablemente ha antepuesto los intereses de la ciudadanía a los propios y personales”.
El que sí es para Ripley es el desplegado de la solidaridad indígena con el gobernador. Pero es tan pueril la maniobra, que los redactores del desplegado hacen hablar a los rarámuris como chabochis: “Estamos con usted apoyándolo con todo nuestro afecto, por las mentiras que personas han hecho en su contra y de su familia”.
Y así han estado 12 desplegados, incluyendo a algunos de los “intelectuales chihuahuenses que viven en la ciudad de México”. Pareciera que estamos ante el hombre que logró desterrar al crimen y no frente al que ha llevado a Chihuahua a los niveles más dramáticos de violencia.
Con esta campaña se busca preparar un ambiente inhospitalario para el inevitable balance que la sociedad hará de su administración en este su tramo final. El necesario escrutinio, como bien dijo la senadora Ortuño, de las acciones y omisiones del gobernador Reyes Baeza Terrazas vendrá y más de uno de los firmantes tendrá que repensar el aval, si en verdad lo hicieron.
Los chihuahuenses tenemos derecho a preguntarnos por qué en nuestro estado se concentró la disputa de los dos principales cárteles y por qué en lugar de aminorar, aumenta. Pero hay un operativo conjunto que no quiere que sepamos. No lo van a conseguir.
Profesor de la FCPyS de la UNAM
Se desarrolla una inédita convocatoria que ha reunido a buen número de actores políticos; es un operativo que en pocos días ha desembolsado recursos, ha urgido a la “movilización social” y colma de desplegados y gacetillas a los principales medios, y en cuya novedad el dato más llamativo es que este valiente esfuerzo sí lo encabeza el gobernador, José Reyes Baeza Terrazas.
No es un esfuerzo inédito de policías locales contra el narco; en Chihuahua la autoridad estatal es respetuosa de la competencia exclusiva de la Federación. Tampoco es una cruzada especial para combatir el secuestro o incitar la participación ciudadana para denunciar la extorsión y el asalto a casa habitación. No es nada de eso.
El operativo tiene un propósito vergonzoso para Chihuahua y que debiera ser preocupante para la República, porque pretende instaurar una especie de represión preventiva a toda crítica en torno del fracaso del gobierno del estado en combatir la inseguridad; busca inhibir los cuestionamientos a la connivencia y omisión de las estructuras estatales en torno del crimen, que mantiene a la sociedad en la angustia. Pues ahora le quieren agregar la intimidación.
La campaña mediática que ha concitado a las fuerzas vivas busca intimidar a la opinión pública y a los escasos espacios que critican al gobierno, y toma como pretexto las declaraciones de la senadora María Teresa Ortuño para lanzar el mensaje de que “A Reyes se le respeta”. Como fue la consigna principal del acto de apoyo del priísmo local a su “líder nato”.
Algunos fueron más francos y frescos: “De todo se le puede acusar a Reyes, pero no de protector de narcos”, dicen sus correligionarios. Reconocen que fracasó, saben que se dedica a contemplar la presencia del Ejército en las calles y todavía pide más soldados; conocen que es el gobernador que más desplegados le ha puesto al Presidente en los periódicos del DF para exigir apoyo, y el que menos delincuentes ha capturado. Pero nadie lo puede tocar.
Y el que se atreva enfrentará una demanda civil de 100 millones de pesos para arriba, y se le irán a la yugular los obispos católicos de Chihuahua, tan vacuos en su función pastoral y tan expeditos en el respaldo “moral” a los gobernantes en turno. Por cierto, como bien lo distingue Miguel Ángel Granados Chapa en su columna de Reforma, en el apoyo priísta al gobernador, la excepción de esta cargada episcopal es el obispo de la Tarahumara, Rafael Sandoval Sandoval.
De todos los textos de los prelados uno llama la atención: “Damos testimonio de que usted se ha comportado como un hombre íntegro y prudente”. Y luego: “Conocemos y estimamos su trayectoria al servicio de la política, así como su conducta en público y privado, en donde invariablemente ha antepuesto los intereses de la ciudadanía a los propios y personales”.
El que sí es para Ripley es el desplegado de la solidaridad indígena con el gobernador. Pero es tan pueril la maniobra, que los redactores del desplegado hacen hablar a los rarámuris como chabochis: “Estamos con usted apoyándolo con todo nuestro afecto, por las mentiras que personas han hecho en su contra y de su familia”.
Y así han estado 12 desplegados, incluyendo a algunos de los “intelectuales chihuahuenses que viven en la ciudad de México”. Pareciera que estamos ante el hombre que logró desterrar al crimen y no frente al que ha llevado a Chihuahua a los niveles más dramáticos de violencia.
Con esta campaña se busca preparar un ambiente inhospitalario para el inevitable balance que la sociedad hará de su administración en este su tramo final. El necesario escrutinio, como bien dijo la senadora Ortuño, de las acciones y omisiones del gobernador Reyes Baeza Terrazas vendrá y más de uno de los firmantes tendrá que repensar el aval, si en verdad lo hicieron.
Los chihuahuenses tenemos derecho a preguntarnos por qué en nuestro estado se concentró la disputa de los dos principales cárteles y por qué en lugar de aminorar, aumenta. Pero hay un operativo conjunto que no quiere que sepamos. No lo van a conseguir.
Profesor de la FCPyS de la UNAM
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Gobierno inhumano
Me estremece EL UNIVERSAL en el vuelo de regreso: “Para la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, el turismo sexual, tráfico de mujeres, redes de pederastia, plagio y violencia contra miles de migrantes ‘son males de la humanidad’ que México no puede erradicar”.
En pocas palabras, resignémonos a que todos estos crímenes pronto sean socialmente aceptados.
Indigna por todas partes: porque con esos argumentos pretende justificar la gigantesca corrupción de los mercenarios a su cargo en el INM; la señora Romero miente por omisión o ignorancia porque no es verdad que todos esas aberraciones deban ser aceptadas como inherentes a la naturaleza humana; la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta no gozan violando a un niño ni se dedican a comprar o vender mujeres; y si bien es cierto que en los años recientes ha aumentado alarmantemente el número de viajeros sexuales o de usuarios de páginas de pederastia en internet se debe precisamente a la permisividad auspiciada por gobiernos que, como éste, creen que estos delitos son inevitables. Una actitud que no sólo es sospechosamente derrotista, sino que viene acompañada de una conveniente insensibilidad que jamás se conduele del dolor ajeno, que trata los crímenes como tragedias y a las tragedias como errores administrativos.
Más aún, con una vergonzante carga de discriminación y racismo, porque —para variar— en todos estos casos, las víctimas son pobres o extremadamente pobres. Y frente a ellos, la distancia de los funcionarios del actual gobierno es cada vez mayor.
A ver: ¿alguna vez Cecilia Romero ha estado en Ciudad Hidalgo, Chiapas, para auxiliar a los migrantes mutilados por La Bestia (que así le dicen al tren de la ignominia) o ha consolado a una niña o niño abusados o hablado siquiera con una esclava sexual que tiene que seguir ejerciendo con seis u ocho meses de embarazo?
¿No es ofensivamente inhumano argumentar que poco o nada puede hacerse por las miles de víctimas de estos abusos en nuestro país? ¿O que los más desamparados están irremisiblemente condenados a un brutal destino manifiesto y que eso les pasa por ser pobres?
Por ello no son gratuitas las pésimas calificaciones obtenidas en estas materias y con las que nos han marcado por igual gobiernos y organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. Una verdadera vergüenza.
De hecho, la única ventaja para doña Cecilia es que no está sola: ¿cuál fue el trato que les dio el secretario del Trabajo a las viudas de Pasta de Conchos? ¿Alguna vez se ha reunido el secretario de Economía con pequeños y medianos empresarios quebrados? ¿Tiene alguna remota idea de la pobreza el secretario de Desarrollo Social?
Lo dicho, es un gobierno inhumanamente homogéneo.
Me estremece EL UNIVERSAL en el vuelo de regreso: “Para la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, el turismo sexual, tráfico de mujeres, redes de pederastia, plagio y violencia contra miles de migrantes ‘son males de la humanidad’ que México no puede erradicar”.
En pocas palabras, resignémonos a que todos estos crímenes pronto sean socialmente aceptados.
Indigna por todas partes: porque con esos argumentos pretende justificar la gigantesca corrupción de los mercenarios a su cargo en el INM; la señora Romero miente por omisión o ignorancia porque no es verdad que todos esas aberraciones deban ser aceptadas como inherentes a la naturaleza humana; la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta no gozan violando a un niño ni se dedican a comprar o vender mujeres; y si bien es cierto que en los años recientes ha aumentado alarmantemente el número de viajeros sexuales o de usuarios de páginas de pederastia en internet se debe precisamente a la permisividad auspiciada por gobiernos que, como éste, creen que estos delitos son inevitables. Una actitud que no sólo es sospechosamente derrotista, sino que viene acompañada de una conveniente insensibilidad que jamás se conduele del dolor ajeno, que trata los crímenes como tragedias y a las tragedias como errores administrativos.
Más aún, con una vergonzante carga de discriminación y racismo, porque —para variar— en todos estos casos, las víctimas son pobres o extremadamente pobres. Y frente a ellos, la distancia de los funcionarios del actual gobierno es cada vez mayor.
A ver: ¿alguna vez Cecilia Romero ha estado en Ciudad Hidalgo, Chiapas, para auxiliar a los migrantes mutilados por La Bestia (que así le dicen al tren de la ignominia) o ha consolado a una niña o niño abusados o hablado siquiera con una esclava sexual que tiene que seguir ejerciendo con seis u ocho meses de embarazo?
¿No es ofensivamente inhumano argumentar que poco o nada puede hacerse por las miles de víctimas de estos abusos en nuestro país? ¿O que los más desamparados están irremisiblemente condenados a un brutal destino manifiesto y que eso les pasa por ser pobres?
Por ello no son gratuitas las pésimas calificaciones obtenidas en estas materias y con las que nos han marcado por igual gobiernos y organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. Una verdadera vergüenza.
De hecho, la única ventaja para doña Cecilia es que no está sola: ¿cuál fue el trato que les dio el secretario del Trabajo a las viudas de Pasta de Conchos? ¿Alguna vez se ha reunido el secretario de Economía con pequeños y medianos empresarios quebrados? ¿Tiene alguna remota idea de la pobreza el secretario de Desarrollo Social?
Lo dicho, es un gobierno inhumanamente homogéneo.
Alberto Aziz Nassif
¿Es posible otra democracia?
Sin la certeza que ha acompañado al movimiento altermundista, que se ha posicionado como una respuesta al neoliberalismo con la bandera de “otro mundo es posible”, podemos preguntarnos ahora que faltan 12 días para las elecciones: ¿es posible otra democracia en México?
La espiral de los últimos días de esta campaña electoral, como ya es una costumbre en nuestro país, nos muestra lo peor de la política: las expresiones más absurdas de los políticos, como la que vimos de López Obrador en Iztapalapa dando órdenes para darle la vuelta a una dudosa sentencia del Tribunal Electoral. Este caso será un clavo más en el complicado proceso de la fractura interna de la izquierda que ya parece irreversible. Las declaraciones —cada día más radicales— de los líderes políticos, que suplen el debate con una cadena de descalificaciones y adjetivos. Las ocurrencias, un tanto ingenuas, de condicionar el voto a que los candidatos firmen sus compromisos ante notario, como lo hizo Alejandro Martí, con una agenda que incluye la contrarreforma electoral; iniciativa potenciada por Televisa para llevar agua al molino de sus intereses como un poder fáctico que no ha dejado de litigar en contra de la reforma, que la dejó sin una parte del negocio televisivo de la política. El otro caso es Michoacán, en donde la acción penal ya contaminó la elección y estableció la sospecha de un uso electoral en la lucha contra el narcotráfico.
Mientras los partidos siguen a la caza del voto, vemos cómo se procesan en México las tragedias, como la de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Esta tragedia, que ya cobró la vida de 47 niños, ha destapado redes de corrupción, deficiencias institucionales, falta de regulación y una débil responsabilidad que se pasa como una bolita entre los diferentes niveles de gobierno. Este caso trágico no es más que una pequeña expresión del país contrahecho, en donde lo único cierto es que para los ciudadanos no hay bienestar, seguridad y, mucho menos, justicia. Un Estado ineficiente, unas veces capturado (en este caso le dicen subrogado), otras veces fallido.
Nuestra democracia esta llena de deficiencias y huecos. La representación democrática se ha debilitado. Estamos insertos en una dinámica de elecciones, más o menos institucionalizadas, que conviven con dinámicas en las que no hay rendición de cuentas ni transparencia; dominan los monopolios en amplias zonas de la vida pública (sindicatos, televisión, telecomunicaciones); los poderes regionales vulneran a las instituciones; el crimen organizado reina en diversos territorios del país a pesar de la militarización; la concentración de la riqueza y la desigualdad son piezas que no se mueven; el sistema de impartición de justicia está podrido.
Ante este país, las élites políticas nos han colocado como ciudadanos en el grado cero de la participación, y sólo nos conceden elegir a candidatos que no seleccionamos, porque las listas las hicieron las burocracias partidistas. Una vez que estos candidatos son electos no los volvemos a ver nunca; en el Congreso lo que hacen es obedecer las directrices de sus líderes, y estos líderes a su vez siguen la línea de sus partidos. En la negociación, los grandes intereses tienen asegurada la aprobación de sus proyectos; en diversos casos los legisladores son voceros y representantes directos de esos intereses. Así, hemos esperado años a que se hagan las reformas políticas, las transformaciones constitucionales que necesita el país para tener mejores instrumentos, para poner al país a tono con un sistema democrático. Pero una vez que pasan las elecciones, desaparece la prisa, los compromisos se esfuman y empieza a reinar la política real de los intereses poderosos. Así ha sido una y otra vez, con nuestro voto, con nuestra confianza y con nuestras expectativas. Por eso hoy tenemos un movimiento por la anulación del voto.
¿Cómo cambiar esta dinámica? Es muy factible que si seguimos votando o en las filas abstencionistas, este sistema va a seguir igual. Por lo pronto, ya regresó la obsesión por ajustar de nuevo las reglas electorales, como si ello fuera la llave mágica que corrige los grandes problemas nacionales. A estas alturas ya se ha vuelto tan relativo el cambio de reglas electorales, única metodología que apasiona a nuestros políticos, que otra reforma como la que ya se anuncia no hará sino seguir la misma dinámica.
Nada garantiza que otro cambio de reglas vaya a modificar el desprestigio y la falta de legitimidad en la que se encuentra el sistema político. Nada lo garantiza si no se asume la crisis del sistema representativo, como lo postula el movimiento por el voto nulo. Es urgente un cambio de dinámica política, en el que haya reformas profundas que hagan de nuestra democracia un instrumento útil para la representación ciudadana, porque lo que tenemos hoy no funciona. Los partidos tienen que modificar sus privilegios; es necesario construir nuevos diseños institucionales que permitan una mejor gobernabilidad, rendición de cuentas, reglas que posibiliten una construcción de coaliciones más estables y un mecanismo de certidumbre en la relación entre Ejecutivo y Legislativo. ¿Es posible otra democracia?
Investigador del CIESAS
La espiral de los últimos días de esta campaña electoral, como ya es una costumbre en nuestro país, nos muestra lo peor de la política: las expresiones más absurdas de los políticos, como la que vimos de López Obrador en Iztapalapa dando órdenes para darle la vuelta a una dudosa sentencia del Tribunal Electoral. Este caso será un clavo más en el complicado proceso de la fractura interna de la izquierda que ya parece irreversible. Las declaraciones —cada día más radicales— de los líderes políticos, que suplen el debate con una cadena de descalificaciones y adjetivos. Las ocurrencias, un tanto ingenuas, de condicionar el voto a que los candidatos firmen sus compromisos ante notario, como lo hizo Alejandro Martí, con una agenda que incluye la contrarreforma electoral; iniciativa potenciada por Televisa para llevar agua al molino de sus intereses como un poder fáctico que no ha dejado de litigar en contra de la reforma, que la dejó sin una parte del negocio televisivo de la política. El otro caso es Michoacán, en donde la acción penal ya contaminó la elección y estableció la sospecha de un uso electoral en la lucha contra el narcotráfico.
Mientras los partidos siguen a la caza del voto, vemos cómo se procesan en México las tragedias, como la de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Esta tragedia, que ya cobró la vida de 47 niños, ha destapado redes de corrupción, deficiencias institucionales, falta de regulación y una débil responsabilidad que se pasa como una bolita entre los diferentes niveles de gobierno. Este caso trágico no es más que una pequeña expresión del país contrahecho, en donde lo único cierto es que para los ciudadanos no hay bienestar, seguridad y, mucho menos, justicia. Un Estado ineficiente, unas veces capturado (en este caso le dicen subrogado), otras veces fallido.
Nuestra democracia esta llena de deficiencias y huecos. La representación democrática se ha debilitado. Estamos insertos en una dinámica de elecciones, más o menos institucionalizadas, que conviven con dinámicas en las que no hay rendición de cuentas ni transparencia; dominan los monopolios en amplias zonas de la vida pública (sindicatos, televisión, telecomunicaciones); los poderes regionales vulneran a las instituciones; el crimen organizado reina en diversos territorios del país a pesar de la militarización; la concentración de la riqueza y la desigualdad son piezas que no se mueven; el sistema de impartición de justicia está podrido.
Ante este país, las élites políticas nos han colocado como ciudadanos en el grado cero de la participación, y sólo nos conceden elegir a candidatos que no seleccionamos, porque las listas las hicieron las burocracias partidistas. Una vez que estos candidatos son electos no los volvemos a ver nunca; en el Congreso lo que hacen es obedecer las directrices de sus líderes, y estos líderes a su vez siguen la línea de sus partidos. En la negociación, los grandes intereses tienen asegurada la aprobación de sus proyectos; en diversos casos los legisladores son voceros y representantes directos de esos intereses. Así, hemos esperado años a que se hagan las reformas políticas, las transformaciones constitucionales que necesita el país para tener mejores instrumentos, para poner al país a tono con un sistema democrático. Pero una vez que pasan las elecciones, desaparece la prisa, los compromisos se esfuman y empieza a reinar la política real de los intereses poderosos. Así ha sido una y otra vez, con nuestro voto, con nuestra confianza y con nuestras expectativas. Por eso hoy tenemos un movimiento por la anulación del voto.
¿Cómo cambiar esta dinámica? Es muy factible que si seguimos votando o en las filas abstencionistas, este sistema va a seguir igual. Por lo pronto, ya regresó la obsesión por ajustar de nuevo las reglas electorales, como si ello fuera la llave mágica que corrige los grandes problemas nacionales. A estas alturas ya se ha vuelto tan relativo el cambio de reglas electorales, única metodología que apasiona a nuestros políticos, que otra reforma como la que ya se anuncia no hará sino seguir la misma dinámica.
Nada garantiza que otro cambio de reglas vaya a modificar el desprestigio y la falta de legitimidad en la que se encuentra el sistema político. Nada lo garantiza si no se asume la crisis del sistema representativo, como lo postula el movimiento por el voto nulo. Es urgente un cambio de dinámica política, en el que haya reformas profundas que hagan de nuestra democracia un instrumento útil para la representación ciudadana, porque lo que tenemos hoy no funciona. Los partidos tienen que modificar sus privilegios; es necesario construir nuevos diseños institucionales que permitan una mejor gobernabilidad, rendición de cuentas, reglas que posibiliten una construcción de coaliciones más estables y un mecanismo de certidumbre en la relación entre Ejecutivo y Legislativo. ¿Es posible otra democracia?
Investigador del CIESAS
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