Misoginia, militares y sicarios:
17 años de pesadilla en Juárez
17 años de pesadilla en Juárez
Josefina Chávez Rodríguez
A partir de que en 1993 en Ciudad Juárez se dieron a conocer los primeros casos de mujeres asesinadas, una larga historia de horror e impunidad.
Durante años las autoridades locales mostraron su incapacidad, los distintos niveles de gobierno actuaron con indiferencia. Las autoridades federales durante muchos años se mantuvieron al margen de las investigaciones por considerar que los asesinatos de mujeres en Chihuahua no eran de su competencia. Durante años las autoridades se pasaron la bolita.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hasta el año de 1998 emitió la primera recomendación; 6 años después y cuando la cifra de mujeres asesinadas se había incrementado. El escándalo de los niveles de impunidad a los que se llegó rebasaron las fronteras nacionales y esto generó un despliegue internacional de preocupación e indignación. No faltaron las amenazas y hostigamientos para las mujeres que en Juárez se organizaron para dar la lucha, muchas de ellas familiares y madres de las mujeres asesinadas. A nivel nacional e internacional se desplegó un gran movimiento de solidaridad, denuncia y presión al gobierno mexicano así como a diversas instancias internacionales como la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. Estas ultimas han emitido diversas recomendaciones, lo mismo instancias de derechos humanos como Amnistía Internacional. La lista es larga. La investigación de las causas de los asesinatos llevó a la construcción del concepto de feminicidio. Hoy se sabe que las mujeres son asesinadas en toda la republica mexicana por el solo hecho de ser mujeres, y que este fenómeno esta presente en otros países. La violencia contra las mujeres, en el capitalismo salvaje.
A partir de 2007 la nefasta política de militarización, severamente criticada por amplios sectores de la sociedad, en diversas zonas del país en la llamada guerra en contra del crimen organizado ha generado una espiral de violencia a la que no se le ve fin. Durante muchos años (mas de una década) diversos análisis, recomendaciones, investigaciones han dado cuenta de la necesidad de implementar políticas y medidas integrales en Ciudad Juárez. Pero eso se dejó de lado, y lo que se hizo no fue suficiente, ahora es el colapso, con un contexto agravado por los efectos de la militarización, la violencia es la atmosfera que se respira en varias ciudades, pueblos y estados del país. Son miles de personas y familias que actualmente han perdido a alguno o varios miembros de su familia; hay un estado de shock. Las personas ya no pueden salir tranquilamente, los hábitos de vida han cambiado, la inseguridad es permanente, la zozobra y el miedo han tomado las calles, penetrado la vida familiar la inseguridad esta instalada adentro de las escuelas también. Cualquiera puede quedar ente dos fuegos, o ser impunemente detenido por los militares o ser levantado, torturado y asesinado por los sicarios del narcotráfico. Numerosas personas acuden a los servicios de apoyo psicológico. ¿Hasta donde va a llegar esto?.
Ahora como antes en el caso de la extraordinaria y entrañable Esther Chávez Cano (hace años la CIDH solicito medidas cautelares para ella) los y luchadoras sociales y defensoras de las mujeres asesinadas también son perseguidos, hostilizados (caso de integrantes del Frente Nacional Contra la Represión en Ciudad Juárez) intimidados, detenidos (Cipriana Jurado por participar en una manifestación de apoyo a las mujeres asesinadas en Juárez) desaparecidos, y asesinados (Josefina Reyes asesinada el 4 de enero de 2010 quien había denunciado abusos cometidos por militares) ciudadanos, periodistas, luchadores y luchadoras sociales hombres y mujeres, la descomposición, corrupción , impunidad y la violación a los derechos humanos es lo que prevalece. (ver informe del mes de enero de 2010 de Amnistía Internacional)
Ahora no son sólo las mujeres frente a la misoginia, es toda la sociedad la que esta amenazada. ¿De que se trata?. Calderón, entre otras cosas, dijo el pasado jueves 11 de febrero en Ciudad Juárez que no habían sabido escuchar lo que la sociedad le estaba tratando de decir al gobierno. Una de las madres de los jóvenes asesinados le dijo que no era bienvenido (zapatazo) y le espetó a bocajarro que hiciera algo por Juárez pues este se había vuelto un lugar sangriento. Mientras la reunión del presidente Calderón con integrantes de su gabinete en Juárez se desarrollaba una movilización fue reprimida. El estado militarizado no tolera la crítica y el descontento social. Se esconden detrás del fuero militar, para no enfrentar las violaciones a los derechos humanos. En Juárez, Tijuana y otros ciudades del norte, la sociedad vive al filo del peligro. Aún así sectores sociales, luchadores, ciudadanos, familiares y victimas de la violencia, activistas dan la cara, salen a la calle, protestan, no quieren esa vida, son valientes, y están en peligro. El sistema los detesta, los humilla, los persigue.
Muchos de los informes que a lo largo de los años han generado diversas recomendaciones, han descrito el contexto social en el que se desarrolla la violencia social en Ciudad Juárez.
Como por ejemplo en el año de 2003 el informe elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. (Informe de la Comisión de expertos Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, sobre la Misión en Ciudad Juárez, Chihuahua, México). Dicho informe en su introducción señala, entre otras, que:
La desintegración del tejido social y los altos niveles de criminalidad de una comunidad obedecen a factores de amplia índole incluyendo, entre otros, la confluencia de elementos políticos, legales, judiciales, socio-económicos, psico-sociales así como la problemática de género. La violencia social prevaleciente en Ciudad Juárez obedece a estos mismos elementos catalizados por el pasado crecimiento de una delincuencia organizada de amplio ámbito de acción y compleja naturaleza, mayormente asociada al tráfico ilícito de drogas. Los homicidios dolosos perpetrados contra mujeres en Ciudad Juárez deben entonces contextualizarse en este ámbito social patológico dentro del cual individuos interactúan percibiendo un ambiente de relativa impunidad a su alrededor.
La relatora especial Martha Altolaguirre en el Informe sobre la Situación de Violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, (aprobado por la CIDH el 13 de diciembre de 2002), en el capitulo que hace mención al contexto de Ciudad Juárez, en el punto 39 dice:
La información recopilada durante la visita puso de manifiesto que, en su calidad de ciudad fronteriza, Ciudad Juárez se ha caracterizado por el aumento del delito, en cuyo contexto han penetrado el crimen organizado y el narcotráfico, a lo que se agrega el incremento de la actividad de bandas delictivas y la presencia de armas de fuego. Un hecho notable a este respecto es que casi todos los asesinatos clasificados como ejecuciones cometidos en el Estado de Chihuahua tienen lugar en Ciudad Juárez. Esos y otros problemas generan elevados niveles de violencia que afectan a hombres, mujeres y niños que allí viven.
Finalmente señalo; no permitamos que la sombra de la muerte se apodere de los corazones, no permitamos que la indiferencia sea la mascara cotidiana, las mujeres, hombres, jóvenes y toda la sociedad en estas zonas en donde la guerra de Calderón en contra de delincuencia y el crimen organizado esta sembrando el poder del miedo necesitan urgente apoyo de todas y todos los mexicanos.
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