7/22/2010

LA COLUMNA ROTA/VERÓNICA VILLALVAZO

La V Guelaguetza Magisterial: una vez más el sabor del pueblo, una vez más mostrar como organismo independiente que la fiesta, esa, la original, la del pueblo, vive en el Tecnológico de Oaxaca.

Ataviados con la sencillez que caracteriza al Pueblo Oaxaqueño, las mujeres y hombre fueron llegando poco a poco, con la misma emoción que ha caracterizado desde hace cinco años a esta fiesta, "la otra Guelaguetza".

Pero algo se percibía diferente en esta ocasión. Parecía que era "La Guelaguetza de la Victoria". Ahora sí, el grito de "¡Ya cayó!" fue expresado con la fuerza de que así era. El Tecnológico fue testigo de más de veinte mil gargantas que coreaban al unísono: "¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!".

Sin embargo, tal parece que Ulises Ruiz pretende cobrarse la afrenta y todo esto antes de irse del estado que ha ultrajado, a tal punto que para seguir legitimado tiene que mantener la violencia y no el diálogo. Un gobernante que sólo sabe levantar el brazo ayudado por sus inteligentes funcionarios para golpear al Pueblo, para burlarse del Pueblo.

Justo se vivían los primeros bailes cuando el rumor de que habían desalojado a los comerciantes adheridos a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca llego hasta la celebración. Pronto las fotografías llegaron, y sí, una vez más, en su gran inteligencia, el gobierno estatal entró al Zócalo para desalojar a los "revoltosos", a los que durante toda su gestión le han hecho saber que no es él a quien habían elegido; que como bien se dijo en el último juicio político, es el peor gobernador que ha tenido Oaxaca, y que como lo ratificaron el 4 de julio, están hartos de Ulises y su partido. Ulises ayudó a sacar al PRI de Oaxaca, y además del hartazgo, Ulises es la gota que derramó el vaso.

La fiesta seguía en el Tecnológico, los "ya cayó" y los versos del parabién revalidaban lo dicho arriba: Ulises es un cadáver político, pero también se percibía en algunos la impotencia de saber que había gente herida y menores detenidos, y una vez más la preocupación por sacarlos, por saber quiénes y cuántos eran los heridos.

Tras condenar el acto y ver en los rostros de muchos el enojo que generó la nueva agresión, la burla, la descalificación a los hechos, el mensaje enviado cuando llega el comentario y la foto, "Ulises está en el Zócalo tomando café", y la percepción de ninguneo, otra vez en el escenario: la no confirmación a los hechos, argumentando: "fue un jaloncito entre policías y comerciantes".

La esperanza es que ya se va. La duda: ¿seguirá ejerciendo su tiranía hasta el 30 de noviembre de 2010? ¿Su soberbia seguirá en esa sonrisa de quien sabe ha perdido y que bien dirían "la bestia está herida"?

Sin embargo, las bestias heridas antes de morir intentan lastimar a otros, y este "gobernante", desde el principio de su gestión está herido por el repudio, el descontento. Por eso el ataque al pueblo desde el inicio de su cuestionada gubernatura.

fridaguerrera@gmail.com

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