Monedero
Termina el año… pero inicia 2011
Por Carmen R. Ponce Meléndez*
México, D.F, 28 dic 10 (CIMAC).- Concluye 2010 como el año más sangriento de las últimas décadas, con el asesinato de Marisela Escobedo la impunidad que cubre a los feminicidos en el país llega a una etapa alarmante.
Del balance anual se puede celebrar que en Argentina el General Videla junto con algunos de sus compinches pasarán el resto de su vida en la cárcel; la lucha de las madres de mayo rindió sus frutos y no habrá impunidad para estos terribles crímenes de lesa humanidad cometidos por esos militares.
No sólo en Argentina, ya que se dedicaron a “asesorar” en materia de tortura, secuestros y desapariciones a todos los gobiernos militares de sus vecinos del cono Sur de esa época (mediados de los 70’s), de tan triste recuerdo para Latinoamérica y que no se debe olvidar, ¡se hace justicia! y también se hará justicia con Marisela Escobedo.
La violencia con que se vive ha provocado incertidumbre económica, que ya forma parte sustantiva de la realidad nacional y marca el horizonte de mediano plazo.
El ambiente de incertidumbre que prevalece en el país, a causa de la inseguridad genera costos que sobrepasan 15 por ciento del PIB ( casi 2 billones de pesos), lo que pone en riesgo las inversiones del país, aseguró la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (La Jornada 24 diciembre 2010).
En la encuesta que realiza el Banco de México entre 29 grupos de análisis y consultoría económica, se identifica como primer factor que limita el ritmo de actividad económica, la inseguridad pública así como la debilidad del mercado interno. Al exterior, se identifica la debilidad de la economía mundial y de los mercados internacionales.
Por eso no sorprende que la formación bruta de capital haya caído 10.6 por ciento de 2008 a 2010 y que en los últimos tres años el consumo privado sólo aumentó 1.6 por ciento, cifra muy por debajo de una recuperación efectiva del mercado interno.
Consumo e inversión no están detonando desarrollo, de ahí que las previsiones para México en la próxima década son de un crecimiento mínimo del 3 por ciento, sin progreso o bienestar social.
De enero a noviembre de este año que termina, la tasa promedio de desempleo nacional –en las áreas urbanas- fue de 6.5 y 6.3 para las mujeres, con los resultados de diciembre probablemente la cifra aumente, ya que en noviembre fue de 6.2 y 5.8, respectivamente (ver gráfica).
Hay que considerar que las cifras sobre desempleo urbano (32 ciudades) no reflejan el empleo no remunerado, tan común en las mujeres, propio de las áreas rurales, alcanzando una alta proporción del 6.4, mientras que en el agregado urbano es de la mitad (3.4 por ciento).
Como parte del crecimiento de 5.0 a 5.5 del PIB se generaron más de 700 mil empleos, frente a una demanda de cerca de 1.4 millones, conlleva un déficit de la mitad.
¿Qué va ha suceder en 2011?
Con un crecimiento de 3 a 3.5 por ciento, dos puntos porcentuales menos y la posible creación de únicamente 550 mil empleos, el déficit crecerá a 850 mil, que se convertirán en personas desempleadas, con una preeminencia femenina de más de la mitad.
¿Y la seguridad pública, dónde quedó?
Para 2011 de nuevo el salario real decrecerá, el aumento acordado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos del 4.1 por ciento no alcanza a resarcir a las asalariadas del deterioro sufrido por el incremento de los precios.
En la gran mayoría de los empleos generados se pagan menos de tres salarios, baste decir que de cada diez mujeres trabajadoras cinco perciben dos salarios mínimos mensuales, equivalentes a 3 mil 493 pesos mensuales (promedio aritmético simple de las tres zonas salariales).
Con esta situación el consumo familiar, el de la gran mayoría, será muy limitado y no puede contribuir a que la economía crezca.
Difícilmente se puede tener un balance optimista de este año que termina, es indispensable aprender las lecciones que deja y no bajar la guardia; porque 2011 es todo un reto, en el caso de México se vuelve más complejo en la medida que se acerca la elección del 2012 y hay que preparar la agenda de las mujeres trabajadoras.
* Economista especializada en temas de género
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