México tiene una deuda de género, afirma el rector

Guillermo Ríos / El Sol de MéxicoCiudad de México.-

Tras manifestar que el país tiene una deuda con el género femenino, el rector de la UNAM, José Narro Robles, dijo estar convencido de que las mujeres "tienen que seguir jugando y ocupando un lugar indispensable en la solución de los problemas de nuestro país".Durante la presentación del libro "1910: La Universidad Nacional y el Barrio Universitario", en el Palacio de Minería, reprochó a quienes aún quisieran seguir viendo que el destino de las jóvenes mexicanas fuera la virginidad, el casamiento y la maternidad.

"Yo no disminuyo nada, mucho menos el acto maravilloso de la maternidad, pero estoy absolutamente persuadido de que las mujeres tienen que seguir jugando y ocupando un lugar indispensable en la solución de los problemas de nuestro país", afirmó.Dijo que el libro hace referencia a que al término del siglo XIX la Universidad pudo graduar, no como universidad, sino como Escuela Nacional de Medicina a la primera médica, Matilde Montoya, o como María Asunción Sandoval, quien se convirtió en la primera abogada egresada de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, o a la metalurgista primada Dolores Rubio.

Hizo referencia que a finales del siglo XIX y sobre todo con el arranque del siglo XX, México empezó a transformarse y a dejar atrás el triple destino propio de la mujer: virgen, casada y madre de familia.Cien años después, expuso, muchos quisieran seguir viendo que el destino de las jóvenes mexicanas fuera la virginidad, el casamiento y la maternidad.

En el salón de Rectores del Palacio de Minería, el rector presentó el texto, de 168 páginas, que incluye seis ensayos, 54 fotografías, tres mapas y una caricatura de seis de los integrantes del Ateneo de la Juventud.Los autores son Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, y Carlos Martínez Asad, del Instituto de Investigaciones Sociales.

La obra recrea pasajes del centro histórico de ayer y, en particular, el barrio universitario y las instalaciones de la Universidad que aún se encuentran en la zona.Se trata, describió Narro, de los habitantes anónimos de entonces que, como hoy, padecieron la desigualdad, la exclusión y la ignorancia.