Activistas de Ciudad Juárez responsabilizan a autoridades
Por la Redacción
México, DF, 16 ago 11 (CIMAC).- Un grupo de hombres armados “levantó” en el municipio de Guadalupe Distrito Bravo, Chihuahua, a Isela Hernández Lara, quien cuidaba a un nieto de Marisela Reyes Salazar, integrante de la familia de defensores de Derechos Humanos (DH) que han sido desaparecidos y asesinados desde 2009.
En un comunicado de prensa, el Comité Ciudad Juárez no están solos informó que el pasado domingo alrededor de las 19:30 horas un grupo de ocho sicarios irrumpió en la vivienda de la mujer de 39 años, en la colonia Francisco Villa de Guadalupe, en ese municipio conurbado a Ciudad Juárez.
De acuerdo con la organización, integrada por estudiantes de Juárez y redes universitarias, los hombres fuertemente armados buscaban a Enrique Hernández Lara y un niño de tres años –nieto de Marisela Reyes Salazar–, a quien Isela Hernández tenía bajo su cuidado. El menor de edad no se encontraba en el domicilio en el momento de la agresión.
Marisela es hermana de Josefina y Rubén Reyes Salazar, asesinados en enero y agosto del 2010 en El Valle de Juárez; también es hermana de Elías y Malena Reyes, levantados y asesinados en el mismo lugar en febrero de 2011.
Actualmente Marisela Reyes radica en la Ciudad de México ante la falta de medidas de seguridad por parte de los gobiernos federal, de Chihuahua y de Ciudad Juárez.
El Comité Ciudad Juárez no están solos denunció que el secuestro de Isela Hernández Lara fue presenciado por sus dos hijas, de 13 y 16 años, y por su esposo, quien fue brutalmente golpeado y está hospitalizado en El Paso, Texas. La agrupación no proporcionó el nombre del marido de Isela.
El comité atribuyó el plagio a “grupos paramilitares que operan con la anuencia de las fuerzas de seguridad del Estado en todo el territorio de Guadalupe”.
Asimismo, responsabilizó a Felipe Calderón; al gobernador de Chihuahua, César Duarte; al secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván; y al secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, de lo que le pase a Isela Hernández, por considerar que no han garantizado la seguridad para la familia Reyes Salazar.
Tras la irrupción del grupo armado, la noche de ese domingo dos hermanos de la mujer pidieron asilo político en Estados Unidos. “Se entregaron en el puente fronterizo de Doctor Porfirio Parra que comunica con el municipio texano de Tornillo, para solicitar refugio en Estados Unidos dadas las condiciones de riesgo en que se encuentran por haber atestiguado la desaparición”, explicó la organización.
HISTORIA DE AGRESIONES
El acoso a la familia Reyes Salazar inició desde 2009 con el homicidio de Julio César Reyes Reyes (hijo de la defensora de DH Josefina Reyes); luego en enero de 2010 ella fue asesinada presuntamente por su activismo contra los abusos de militares en Juárez.
En agosto del mismo año su hermano Rubén Reyes Salazar fue asesinado. El pasado 7 de febrero un comando “levantó” a sus también hermanos Elías, Malena y Luisa. A raíz de ese hecho, el 9 de febrero Marisela y Claudia Reyes iniciaron una huelga de hambre frente a la Fiscalía Norte en Ciudad Juárez, donde denunciaron el “levantón”.
Ante las exigencias de la familia, desconocidos quemaron las casas de Marisela; su madre, Sara, y la de Malú García Andrade, activista de Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
Pese al amedrentamiento, la protesta llegó hasta el Senado de la República, en la Ciudad de México. El pasado 2 de marzo los cuerpos de los integrantes de la familia Reyes fueron encontrados con huellas de tortura cerca del municipio de Guadalupe. Con el hallazgo sumaron seis familiares asesinados.
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