Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F. (apro).- ¿Humberto Moreira se tambalea? Primero fue el caso del presunto enriquecimiento ilícito de Vicente Chaires Yáñez, un excolaborador del priista en Coahuila; luego, la embestida del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien publicitó el endeudamiento de 33 mil millones de pesos que dejó Moreira Valdés a su sucesor.
Y ahora la denuncia contra Javier Villarreal, quien hasta el pasado jueves 18 figuraba como titular del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, una especie de SAT o cobrador de impuestos en el estado; la querella fue interpuesta por el panismo de la entidad en junio pasado y todo parece indicar que Cordero Arroyo tomará cartas en el asunto.
El 28 de junio, la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) en Coahuila denunció que Villarreal firmó los documentos SATEC/265/2011 del 16 y 29 de marzo pasado, por los que supuestamente la Legislatura local habría autorizado la solicitud de dos créditos por 3 mil millones de pesos a diversas instituciones bancarias; sin embargo, los supuestos decretos legislativos, el 476 y 318, “no existen”.
La denuncia llegó al escritorio de Ernesto Cordero y, desde entonces, el encargado del SATEC se volvió ilocalizable.
Apenas el 18 de agosto, el gobierno de Coahuila emitió un boletín de prensa en donde anuncia que el gobernador sustituto, Jorge Torres López, designó a Ismael Ramos Flores secretario ejecutivo del SATEC, “en sustitución de Héctor Javier Villarreal Hernández, quien presentó su renuncia al cargo”.
El comunicado no hace referencia al préstamo de los 3 mil millones de pesos, a la denuncia de los panistas ni mucho menos a lo que Hacienda indaga al respecto.
Humberto Moreira, a quien encanta la “política de choque”, no ha dicho esta boca es mía. De lo único que se tiene conocimiento es que el SATEC fue una creación del ahora dirigente nacional del Revolucionario Institucional y de que su amigo, Villarreal Hernández, ha sido señalado al interior del propio PRI como uno de los operadores más importantes del coahuilense; incluso se esparció el rumor de que de esa oficina saldría parte del dinero a las campañas políticas.
Y el único que puede asegurar lo anterior es el propio Cordero Arroyo, el aspirante del PAN a la candidatura presidencial y quien tiene toda la información sobre el manejo de las finanzas de los estados, incluyendo la de Moreira, claro.
¿Por qué la andanada gubernamental contra Moreira, ahora que es presidente nacional del PRI?, ¿acaso el gobierno federal no se enteró antes que la deuda iba en aumento durante su sexenio? La pregunta es, ¿a quién le conviene desacreditar a Moreira o incluso lograr su caída como presidente nacional del PRI?
Quizá lo que busca el gobierno no sea la caída de Moreira, sino más bien presionarlo para que deje a un lado la pretensión de la bancada priista en la Cámara de Diputados de modificar la Ley de Coordinación Fiscal, que es donde se determina de qué forma se distribuye el presupuesto para los estados.
Es el caso que mientras el titular de Hacienda exhibe el sobreendeudamiento de la gestión Moreira Valdés en Coahuila, los priistas advierten que cambiarán, con su mayoría en el Congreso, las reglas de distribución de los recursos para el 2012.
Por cierto, un año electoral en donde el Presupuesto de Egresos de la Federación, que será de poco más de 3 billones de pesos, pesará mucho.
Dato: Dicen que Los Chuchos vuelven a la cargada y que buscarán este sábado 20 el respaldo para impulsar “una amplia alianza” rumbo a las elecciones presidenciales del próximo año. Parece que ya encontraron la mejor fórmula de sacar de la jugada a Andrés Manuel López Obrador, y de paso dejarle el camino libre a su candidato Marcelo Ebrard rumbo a la grande y a Carlos Navarrete el gobierno de la Ciudad de México.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
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