Fuente: Milenio.com
El coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, decidió apostarle en su informe de gestión del 30 de agosto a la interacción en las redes sociales (Facebook, Twitter, Youtube, principalmente), marcando su distancia frente a su competidor interno, Enrique Peña Nieto, el mandatario mexiquense que ha privilegiado el modelo televisivo para promover su imagen.
El ensayo de Beltrones fue interesante, más proviniendo de un político de la “vieja guardia”, muy distinto o distante a las generaciones acostumbradas a la simultaneidad y al tono desparpajado de las redes sociales.
Sin embargo, el formato, el estudio (un extraño color azul de trasfondo que recordaba más al PAN que al PRI), la imposibilidad de la réplica y contrarréplica reflejan que a pesar de la apuesta por la interactividad, el senador priista decidió quedarse con un modelo más bien unidireccional y no bidireccional de comunicación frente a la audiencia.
Respondió preguntas con un minuto de tiempo y se definieron previamente cinco grandes ejes temáticos: reforma política, reforma hacendaria, competitividad, educación y seguridad pública.
Por supuesto, fue este último rubro el que dio la “nota” del día, cuando Beltrones se pronunció a favor de “sellar” militarmente la frontera entre México y Estados Unidos. También abundó sobre su posición frente a la tragedia del Casino Royale y fue muy claro al insistir que el combate a la delincuencia organizada debe insistir más en el trabajo de “inteligencia”, en lugar del enfrentamiento violento.
Quedó la sensación entre twitteros y participantes directos del informe que este último punto, junto con el rubro de cómo enfrentar el desempleo, quedaron incompletos durante la hora y media de preguntas-respuestas de Beltrones.
Experto en asuntos de seguridad nacional, Beltrones pudo haber abundado mucho más sobre su estrategia para combatir el crimen organizado y en qué medida las labores de “inteligencia” pueden aminorar el enfrentamiento violento que afecta cada vez más a la sociedad civil.
En otras palabras, se desperdiciaron posibilidades de interacción y de polémica –consustancial a las audiencias deliberativas de las redes sociales-, para quedarse en un formato tradicional, donde no se salió del guión ni hubo grandes sorpresas. Quizá limitar las respuestas a 1 minuto y no tener posibilidad de réplica de quien hacía la pregunta impidió profundizar más en los temas y asuntos sustanciales.
Beltrones advirtió que este ejercicio es más barato que los fastuosos informes que recientemente hemos visto en otros coordinadores parlamentarios y, por supuesto, entre gobernadores e integrantes del gabinete calderonista que aspiran a ser candidatos en el 2012.
Según informó él mismo, el dinero que se destinó para este ejercicio tuvo un tope de hasta de 700 mil pesos. No obstante, la publicidad en spots televisivos, en anuncios espectaculares (como los que claramente se vieron en las estaciones del Metro de la Ciudad de México) refleja que la promoción beltronista tuvo un costo mayor.
Las redes sociales entran ya como instrumento de información y propaganda para el 2012. Sin embargo, predomina –no sólo en Beltrones sino en prácticamente toda la clase política- una idea muy limitada del potencial movilizador y de polémica de estas mismas redes que aún no ha sido explorado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario