E
l jazz significa libertad, solidaridad y ayuda mutua, y esos son algunos de los valores fundamentales de la humanidad.Bajo esta premisa, y en medio de una maratónica jornada en la ciudad de París, el viernes pasado se dio el banderazo de salida para instituir el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz.
Esto fue proclamado durante la Conferencia General de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en noviembre de 2011, y se agregaba: Esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público en general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre los pueblos. Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos particulares ya involucrados en la promoción del jazz aprovecharán esta oportunidad para fomentar la idea de que no se trata sólo de un estilo de música, sino de que contribuye también a la construcción de sociedades más inclusivas
. Para entonces, Herbie Hancock había sido nombrado Embajador de buena voluntad y encabezaba la celebración.
En París, los festejos iniciaron desde las primeras horas del viernes, cuando la radiodifusora TSF Jazz lanzaba su señal en vivo para cubrir los conciertos matutinos y vespertinos con grupos locales y dar fe de las conferencias, mesas redondas, clases magistrales, exposiciones fotográficas, debates y exhibición de películas. A las 10 de la mañana, Irina Bokova, directora general de la Unesco, y el maestro Hancock aparecieron ante el público e hicieron oficial ña celebración.
La incansable Bokova declaraba: A todo lo largo de su historia, el jazz ha sido una fuerza de transformación social positiva y lo sigue siendo hoy día. Por esta razón, la Unesco proclamó el Día Internacional del Jazz. Esta música, cuyas raíces se remontan a la esclavitud, constituye una expresión apasionada contra todas las formas de opresión. Habla un lenguaje de libertad que es comprensible por todas las culturas
.
Por la noche se llevó a cabo un concierto estelar denominado Herbie Hancock y amigos, en el que además del pianista aparecieron Tania María, Marcus Miller, Hugh Masekela y Biréli Lagrène. Las emociones se extendieron a la madrugada del sábado con la Nuit blanche of jazz, conciertos y jams a granel en los cuatro clubes de esa música que se localizan en la rue des Lombards.
Pero la fiesta grande será este lunes alrededor del mundo, aunque teniendo como eje central (valga otra vez el pleonasmo) las ciudades de Nueva Orleáns y Nueva York. En la primera –la cuna–, y paralelamente al tradicional New Orleans Jazz & Heritage Festival, se van a presentar Terence Blanchard, Ellis Marsalis, Dianne Reeves, Kermit Ruffins, Bill Summers, Jeff Tain Watts, la Treme Brass Band, además de Hancock y otros tantos invitados especiales. En la segunda –el albergue–, y teniendo como escenario la sala de la Asamblea General de Naciones Unidas, estarán Wynton Marsalis, Hugh Masekela, Angelique Kidjo, Hancock y muchos otros etcéteras.
En México nos agarraron las prisas, las sorpresas y los desconciertos –que no los conciertos– y los festejos van a ser contados: unas cápsulas en Horizonte (la radiodifusora especializada en jazz), unos comentarios en Radio Educación y, por fortuna, un maratón de 24 horas en Radio UNAM. En esta última, a las cero horas del lunes 30, empezarán ocho horas continuas de jazz, programadas por Vladimir I Estrada. A las 8 habrá media hora de noticias y a las 8:30 arranca el maratón en vivo con Germán Palomares Oviedo, le seguirán Óscar Adad, Juan Arturo Brennan, Ritchie Cadena, Alberto Bellón, Roberto Aymes y, a las 10 de la noche, regresa Palomares Oviedo para las dos últimas horas de transmisión. Antes, a las ocho de la noche, el grupo de Agustín Bernal ofrecerá un concierto en la sala Julián Carrillo. Al frente de todo esto, la batuta de Emiliano López Rascón, jefe de producción de la emisora.
Feliz día. Salud.
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