Sólo servirá para mantener la carga fiscal de Pemex, dicen CEESP y consultor
Luis Foncerrada, del Ceesp; los diputados José Isabel Trejo y Marco
Antonio Bernal, y los especialistas Rogelio Gasca Neri y Fluvio César
Ruiz, ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro
Foto Guillermo Sologuren
Roberto Garduño y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de junio de 2014, p. 17
La
cúpula empresarial, a través del Centro de Estudios del Sector Privado
(Ceesp), y el consejero independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex)
Fluvio Ruiz Alarcón explicaron que el Fondo Mexicano del Petróleo sólo
servirá para mantener la carga fiscal de la paraestatal y pagar a las
trasnacionales, pero difícilmente financiará los proyectos de inversión
e investigación prometidos por el Ejecutivo.
‘‘Este fondo desgraciadamente no va a existir en muchos, muchos
años. No sé cuándo vaya a haber un excedente que pueda alimentarlo;
primero hay que cubrir 4.7 (por ciento del PIB al Presupuesto de
Egresos). Se va a llevar un rato y luego, si se empieza a alimentar,
será muy poco a poco. Hay que cuidarlo porque cada quinto que entre
puede mejorar la calidad de vida’’, reconoció el director del Ceesp,
Luis Foncerrada, ante diputados de las comisiones de Hacienda y Energía.
En la reunión –acortada para terminar antes del juego
México-Brasil–, Foncerrada planteó que los ingresos petroleros ‘‘no se
despilfarren en gasto corriente o electoral, como ha sucedido durante
muchos años. Sería un error histórico’’.
El consejero Fluvio Ruiz explicó que el Fondo Mexicano del Petróleo
tiene como único objeto dar certeza de pago a las empresas y que, al
menos en las primeras dos décadas de su funcionamiento, no habrá
excedentes que se destinen a uno de sus objetivos: el ahorro de largo
plazo. Refirió que en 2013, Pemex entregó a la Secretaría de Hacienda
864 mil millones de pesos por impuestos, derechos y aprovechamientos, y
que de entrar en vigor en 2015 la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo,
la paraestatal estaría obligada a pagar 826 mil millones.
‘‘Adicionando las obligaciones de pago de esa ley, y de la de
Ingresos sobre Hidrocarburos, prácticamente no hay ningún alivio fiscal
para Pemex’’, dijo el consejero de la paraestatal.
La iniciativa presidencial correspondiente –a revisión en
comisiones– obliga a que de manera permanente Petróleos Mexicanos
transfiera a Hacienda el equivalente a 4.7 por ciento del PIB de los
ingresos provenientes de la venta de petróleo, con objeto de financiar
el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Cuando
los ingresos petroleros rebasen ese 4.7 por ciento, los excedentes
irían a ahorro de largo plazo del gobierno federal, que incluye
inversión en activos financieros. ‘‘Sin embargo, ante una disminución
considerable e inesperada de los ingresos públicos, se podrá hacer uso
de los recursos del fondo para hacer frente a tal contingencia’’.
Fluvio Ruiz informó que desde el sexenio de Vicente Fox, Petróleos
Mexicanos le ha entregado a Hacienda más de 7 billones de pesos vía
impuestos, derechos y aprovechamientos, política que no cambiará con la
reforma. Incluso, sostuvo que si bien todos los contratos generarán el
pago del impuesto sobre la renta (ISR), estos ingresos no van al fondo,
sino al fisco.
Advirtió que con la reforma se cambia el paradigma del modelo
petrolero nacional, porque si se comparte la renta petrolera, se pone
fin a la exclusividad de la empresa y se aceleran los trabajos de
extracción, lo que en conjunto pone en juego la seguridad energética
del país por los próximos 30 años.
Por su parte, el ex director de la Comisión Federal de Electricidad
(CFE) Rogelio Gasca Neri definió que el Estado mexicano no puede
quedarse con ciento por ciento de la renta petrolera, como afirmaron la
semana pasada –también ante comisiones de San Lázaro– la subsecretaria
de Hidrocarburos, María Melgar Palacios, y el titular de Pemex, Emilio
Lozoya Austin.
‘‘La renta petrolera de un yacimiento puede definirse como un
producto del precio, menos el costo variable de extracción multiplicado
por la producción del crudo, menos los costos fijos, menos otros costos
con letra chiquita no transparentes, no claros, sujetos a
interpretación o litigio, costos financieros’’, detalló.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario