El Movimiento por Justicia del Barrio celebra a las mujeres, que lo crearon y lideran su lucha contra la especulación inmobiliaria y el desplazamiento.
Jessica Davies
Estados Unidos. Las
integrantes del Movimiento por Justicia del Barrio de Nueva York y
las zapatistas de La Realidad son dos ejemplos de cómo las mujeres en
lucha en todas partes del mundo se unen para inspirar y aprender una de
otra, y cómo, en el proceso, transforman al mundo.
El 24 de mayo, cientos de miembros
del Movimiento, la mayoría mujeres, se reunieron para honrar la vida y
lucha del zapatista asesinado en La Realidad, el Votán Galeano. Aquí
exponemos algunas de sus más importante luchas.
La denuncia del propietario y
especulador de más de mil 800 edificios en Nueva York, que maltrata a
los migrantes, es la más reciente en una larga serie de batallas
ganadas por las mujeres y hombres del Movimiento por Justicia del
Barrio contra los especuladores de propiedades, las empresas
multinacionales, políticos corruptos e instituciones gubernamentales,
que pretenden desplazarlos de su comunidad.
El Movimiento por Justicia del Barrio
es una organización de base comunitaria, dirigida por mujeres
inmigrantes, que lucha por la dignidad, la justicia social y contra la
opresión, gentrificación y desplazamiento en El Barrio, Nueva York.
La organización fue fundada hace casi
diez años por madres inmigrantes mexicanas, muchas de ellas indígenas,
desplazadas de su tierra natal y obligadas a emigrar. Se encontraron
enfrentando al racismo, patrones brutales, terribles condiciones de
vida y la amenaza de ser desplazadas nuevamente. Estas mujeres no
participaron en las luchas sociales en México y no hablan inglés, pero
empezaron a escuchar a sus vecinos y se dieron cuenta de que todos
comparten los mismos problemas y necesidades: una vivienda digna, una
comunidad fuerte y justicia.
Las mujeres empezaron a ir de puerta en
puerta, edificio por edificio, escuchándose una a otra sobre sus
problemas y juntas pensando sobre cómo resolverlos. Así se estableció
su forma de trabajar y nació el Movimiento por Justicia del Barrio.
Son las mujeres quienes construyeron la
organización: el Movimiento tiene ahora 850 miembros, en 80 comités de
edificio, de los cuales 80 por ciento son mujeres. Como inmigrantes,
trabajan turnos muy largos, seis a siete días a la semana, por salarios
muy bajos, además de todas las labores que tienen que hacer en casa
–muchas son madres. A pesar de todas estas ocupaciones, están
profundamente comprometidas con la lucha contra el neoliberalismo, la
gentrificación y los propietarios capitalistas, corporaciones
multinacionales e instituciones gubernamentales que buscan desplazarlas
de, y destruir, su comunidad. Con determinación, sacan tiempo para
organizarse con sus vecinas y trabajar para seguir construyendo una
base comunitaria fuerte para la organización.
Inspiración zapatista
Las mujeres del Movimiento por Justicia
del Barrio –la mayoría, originarias de Puebla, Guerrero y Oaxaca-
obtienen una gran inspiración de las luchas notables de las mujeres en
todas partes, pero especialmente de las zapatistas en Chiapas, con
quienes comparten ideas y experiencias: la importancia fundamental de
“escuchar”, algo para lo que las mujeres son muy buenas; la defensa
colectiva de la comunidad como esencial; la importancia de hacer propia
la lucha de cada quien; y que si uno es afectado, todos lo son.
Como las mujeres de El Barrio, las
mujeres zapatistas también son mujeres indígenas mexicanas en lucha,
aunque en un ambiente rural en lugar de uno de ciudad. Las integrantes
de Movimiento, como adherentes a la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona, ven su lucha como una forma de zapatismo urbano, y adoptan
diversas herramientas de lucha y métodos de organización utilizados por
sus pares en Chiapas.
Uno de los instrumentos utilizados por
las mujeres son las “Consultas del Barrio”, en las cuales todos los
residentes locales son consultados; así garantizan que los miembros de
la comunidad más amplia de El Barrio sean capaces de decidir la
dirección de la organización. La consulta es un ejemplo de democracia
participativa y toma de decisiones horizontales para construir y
fortalecer la comunidad a nivel local, y una forma de unir más gente a
la lucha.
Una forma de las Consultas del Barrio
es la impulsada por comunidad, donde los miembros, principalmente
mujeres, le piden a la gente identificar los temas que más afectan sus
vidas, a través de reuniones comunitarias, foros públicos, diálogos
comunitarios, divulgación calle por calle, tocando puertas, reuniones
en casa y votos de todos. Luego, el Movimiento luchará alrededor de los
temas seleccionados.
Otra tradición zapatista que Movimiento
por Justicia del Barrio utiliza con éxito, tanto en Nueva York como
México y de nuevo con las mujeres al frente, es el encuentro. Ellas
definen que “un Encuentro es un espacio de intercambio humano y de
reflexión. Es un lugar donde tod@s podemos hablar, donde tod@s vamos a
escuchar a l@s demás, y donde tod@s podemos aprender. Es un lugar donde
podemos compartir las muchas luchas diferentes que hacen de nosotr@s
un@ sol@. Un Encuentro es un puente entre pueblos dignos de toda la
ciudad y alrededor del mundo”.
El Encuentro, por lo tanto, ayuda a
unir y fortalecer las muchas luchas de las comunidades marginadas y de
sus organizaciones, además de formar redes de apoyo mutuo y solidaridad
entre ellos.
Homenaje a las luchas de las mujeres
Para todos los miembros de Movimiento
por Justicia del Barrio, es de gran importancia reconocer las
contribuciones de las mujeres a la lucha contra el neoliberalismo y la
discriminación en todas sus formas.
En El Barrio y a lo largo del mundo las
mujeres permanecen al frente de estas luchas -desarrollando
estrategias, impartiendo sabiduría, construyendo comunidad y luchando
incansablemente por la justicia y dignidad para todos. Muestran
valentía frente a la violencia y agresión que enfrentan; y fuerza y
dignidad al oponerse a la opresión, mientras trabajan constantemente
juntas y se apoyan mutuamente.
Una forma en la que al Movimiento por
Justicia del Barrio le gusta honrar a las mujeres de su organización y
del mundo es con la organización de una serie de eventos a lo largo de
todo el año. El 4 de junio de 2014, desarrollaron un “Foro público
sobre Género, Despojo y Gentrificación”, que incluyó un debate sobre la
lucha de las mujeres zapatistas y tendrá continuidad el 2 de julio con
una discusión inspirada por las zapatistas, acerca de los roles y las
contribuciones de las mujeres a las luchas alrededor del mundo,
titulado: “Las Luchas de las Mujeres Transforman el Mundo”.
Celebración de la lucha
Los inmigrantes de El Barrio tienen
mucho que celebrar, incluyendo las victorias obtenidas durante el año
anterior, en una batalla de todo un año liderada por las mujeres contra
un nuevo propietario que dispone de casi mil 800 apartamentos. Este
propietario ataca a sus inquilinos basándose en su percepción sobre los
estatus migratorios. Las líderes de los comités de los edificios
afectados dieron entrevistas y denunciaron la injusticia, sin temer las
represalias.
Ésta es la más reciente en una larga
serie de batallas luchadas y ganadas por las mujeres y hombres del
Movimiento por Justicia del Barrio contra los especuladores de
propiedades, las empresas multinacionales, políticos
corruptos y las instituciones gubernamentales, que pretenden desplazarlos de su comunidad. Así continúa la lucha diaria que, a su vez, inspira a otros.
Las mujeres del Movimiento por Justicia
del Barrio se apoyan mutuamente y luchan por derechos, justicia y
dignidad para su comunidad, para las mujeres del mundo, y para todos
aquellos que están marginados por la globalización neoliberal.
El 8 de marzo de 1996, el finado
Subcomandante Marcos habló del papel de las mujeres en la lucha y en la
historia: “mañana, si va a haber uno, será hecho con las mujeres y,
sobre todo, por ellas”.
Ocho de marzo, celebración fundamental
Quizás el día más importante para las
mujeres en lucha por todas partes es el 8 de marzo, Día Internacional
de la Mujer que Lucha, que en El Barrio llama a una celebración muy
especial.
En el Día Internacional de la Mujer que
Lucha de 2014, las mujeres de Movimiento por Justicia del Barrio se
reunieron y, tras la tradición anual, todas recibieron una rosa roja a
su llegada, además de una cena preparada y servida por los miembros
masculinos, de forma que las mujeres pudieron completamente disfrutar
de la noche.
El programa comenzó con una
presentación de fotografías del año anterior que muestran a las mujeres
del movimiento dirigiendo y participando en acciones comunitarias, a
menudo con sus niños protestando. Posteriormente se presentaron dos
filmes: un documental sobre el encuentro de mujeres zapatistas (en el
que las participantes de diversas partes del mundo dialogaron, mientras
los hombres se hicieron cargo de la logística y alimentación, y el
segundo, un video centrado en el papel femenino en los movimientos
sociales de todo el mundo: Egipto, Grecia, Sudáfrica, Chiapas, las
Filipinas, Tokio, Madrid y Nueva York.
Las mujeres reflexionaron sobre los
videos, y miembros del movimiento -nuevos y veteranos- rindieron
homenaje a mujeres rebeldes en cada rincón del mundo. Las mujeres se
reunieron con los puños en el aire y un grito subió: “¡que vivan las
mujeres en lucha en el mundo!”.
Una parte vital de la celebración en El
Barrio fue el reconocimiento de las mujeres, que asumen gran parte del
liderazgo y son vistas como ejemplos de “Indignadas” en este lugar de
inmigrantes. Las mujeres fueron celebradas y honradas por su incansable
trabajo de difusión, por la creación de una base fuerte en la
comunidad, y por ponerse al centro de los medios de comunicación para
denunciar a su propietario –que las amenazó y acosó.
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