Desde la prisión de alta seguridad en la que lleva diez meses recluida, la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá señala que para lograr su libertad, solamente confía en la presión de la gente.
Nestora Salgado
Paula Mónaco/ Telesur
México. El gobierno de México “es una vergüenza”, define Nestora Salgado tras sus diez meses de reclusión. “Al gobernador de Guerrero no le conviene tenerme afuera, pero yo no estoy contra el gobierno, sino contra quienes hacen las cosas mal y contra la delincuencia”, apunta.
Nestora Salgado denunció en voz alta las complicidades de las autoridades municipales del municipio de Olinalá, en la Montaña de Guerrero, con el crimen organizado. Su papel como coordinadora de la Policía Comunitaria, conferido en asamblea, la llevó a ordenar, el 16 de agosto del 2013, la detención del síndico Armando Patrón Jiménez, acusado de abigeato y de presunta participación en el asesinato de dos ganaderos.
El funcionario local fue trasladado a la Casa de Justicia regional para ser procesado por un sistema comunitario legitimado desde hace 18 años en la región.
Sin embargo, la detención del síndico provocó que personas cercanas a él la acusaran de secuestro. Cinco días después llegó la fuerza del Estado a bordo de 15 vehículos militares. Los miembros del ejército la entregaron a la Marina Armada de México, luego la subieron a un avión e inmediatamente después Nestora vio abrirse las puertas del penal de Tepic.
“A los ojos de todo el mundo están violando mis derechos. Aquí no hay respeto para los derechos humanos ni para nada”, alega la líder comunitaria en entrevista con Telesur, que denuncia que la tratan como “la peor de las criminales”. Salgado considera que el trato en su contra es porque no aceptó el dinero que le ofrecieron a cambio de la libertad del síndico Armando Patrón Jiménez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario